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jueves, 29 de agosto de 2013

Modelo de capitalismo global destruye al planeta (a gran velocidad)


 extracción
Ya lo decía Chávez en la XV Conferencia Internacional de la Organización de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Copenhague, Dinamarca, el 16 de diciembre de 2009, repitiendo una consigna escuchada a las afueras del recinto, “Si el clima fuera un banco, ya lo habrían salvado”.
En su discurso habló sobre el desequilibrio y las desigualdades en el uso y mal uso de la energía en el mundo. “Los 500 millones de personas más ricas, el 7% de la población mundial, es responsable del 50% de las emisiones contaminantes. Mientras que el 50% más pobre es responsable de solo 7% de las emisiones contaminantes”.
Continuaba diciendo Chávez que no se podía comparar a China con EEUU, puesto que el país asiático tiene casi 5 veces más población que los norteamericanos. EEUU consume más de 20 millones de barriles diarios de petróleo, China llega apenas a 5 o 6 millones de barriles diarios. No se puede pedir lo mismo. A esas (entre otras) desigualdades se refería.

En defensa de la humanidad

El 60% de los ecosistemas del planeta estan dañados. El 20% de la corteza terrestre está degradada. La utilización exacerbada de la tierra sobrepasa en un 30% la capacidad para regenerarla.
El planeta está perdiendo la capacidad para autorregularse. Desde la Alianza Bolivariana para los pueblos de América, Chávez sostuvo de manera soberana que los países miembros de esta plataforma no aceptarán ningún otro texto que no sea el que venga de los grupos de trabajo, del protocolo de Kyoto y de la Convención.
Formalizó así la negativa a firmar un texto impuesto, venido “de la nada”, o para ser más claros, de esos pocos que están destruyendo el planeta. Aquí puede ver el video completo del discurso del Comandante.
En él, Chávez manifestaba su preocupación por el futuro de la humanidad. Muchos se hicieron los sordos. Rechazaron la verdad con el fin de mantener el status quo ambiental de los poderes globales.

“Si todos vivieran como en EEUU, se necesitarían cuatro planetas para abastecer la demanda global”

Actualmente, según reseña de RT, el grupo ambientalista Global Footprint Network ha revelado en un informe que los humanos han consumido todas las reservas naturales que la Tierra podía proveer para este año y están ahora “a descubierto”. El mundo alcanzó “el día de exceso terrestre”, punto en el año en que los humanos agotan los recursos naturales como la tierra, los bosques y la pesca, sobrepasando la capacidad anual del planeta para absorber productos de desecho como el dióxido de carbono.
El modelo de consumo actual alteró por completo la capacidad regenerativa del planeta, “en menos de nueve meses, los humanos han utilizado todo lo que la Tierra puede generar en doce meses”.
Para entender mejor esto de los ciclos regenerativos, explica Global Footprint Network que “en 1961 la humanidad solo utilizó dos tercios de los recursos naturales, pero en la actualidad se necesitan el equivalente a un planeta y medio para lograr que la Tierra sea sustentable, y para mediados del siglo esa proporción habrá crecido a dos planetas”.

Premio Nobel de la Paz (de los sepulcros)

Volviendo la mirada a Estados Unidos, intencionalmente Chávez les recordaba a los derrochadores del mundo el caretablismo gringo de la administración Obama. “Recibió el premio Nobel de la Paz casi al mismo día que mandaba 30 mil soldados más a matar inocentes en Afganistán.”
Nos preguntamos, ¿a cambio de qué le habrían dado el premio? 1. La minería de uranio. 2. El oleoducto transafgano. 3. La posición geoestratégica, 4. El control del tráfico de drogas. ¿O todas las anteriores? A lo mejor preguntas vanas. Ellos se premian entre ellos aduciendo sus propias razones y su falsificada visión de mundo.
Lo que sí se desprende es que la vocación del Capital globalizado, con EEUU a la cabez -pero no el único- es que si el modelo no mata por la vía de la guerra, lo hace por la vía del ecocidio.
Culminaba Chávez una parte de su dicurso recordando a José Gervasio Artigas: “con la verdad ni ofendo ni temo”.

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