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sábado, 26 de diciembre de 2020

200 años de Karl Marx: 4 ideas del ideólogo de la Revolución rusa que siguen vigentes

 

Estatuas de Carlos Marx en Tréveris, Alemania
Pie de foto,

Karl Marx vivió gran parte de su vida en la pobreza.

¿Es Karl Marx, el ideólogo de la Revolución rusa, relevante hoy en día, al cumplirse 200 años de su nacimiento?

Aunque el filósofo alemán vivió y escribió en el siglo XIX, una época muy diferente a la nuestra, es indiscutible que dos de sus escritos, "El manifiesto comunista" (éste junto a Federico Engels) y "El capital", tuvieron en un momento determinado de la historia una gran influencia política y económica en muchos países y en millones de personas.

El surgimiento de la Unión Soviética tras la Revolución rusa fue un ejemplo de ello. Nadie niega que el bloque socialista marcó buena parte de la historia del siglo XX.

  • Carlos Marx
Pie de foto,

El pensador alemán alertó en el siglo XIX sobre muchos de los problemas socioeconómicos que se ven hoy en día.

Sin embargo, también es cierto que el comunismo no se materializó tal cual lo plantearon Marx y Engels, y terminó convirtiéndose en un proyecto fallido. Al final, el bloque soviético se desmoronó y el capitalismo se impuso en casi todo el planeta.

  • ¿Pero puede decirse que el pensamiento de Marx quedó obsoleto? ¿O acaso pueden rescatarse algunas de sus ideas que se volvieron realidad y siguen vigentes hasta nuestros días? 

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1. El activismo político

Protesta en Francia

En el "Manifiesto comunista" y otros trabajos, Marx describe la lucha de clases en la sociedad capitalista y cómo el proletariado acabará arrebatándoles el poder a las élites dominantes en todo el mundo.

"El capital", su obra cumbre, es un intento de apuntalar esas ideas con hechos verificables y análisis científico.

Fue un mensaje poderoso en un mundo en el que abundaba la opresión y la inequidad.

"La experiencia personal de alienación de Marx, quien vivió en la pobreza, le dio una gran intensidad a su análisis, el cual cobró la estatura de filosofía contra el monstruo capitalista que esclavizaba a los seres humanos", le explica a la BBC uno de sus más reconocidos biógrafos, el británico Francis Wheen.

Durante el siglo XX, las ideas de Marx inspirarían revoluciones en RusiaChinaCuba y muchos otros países donde el grupo dominante fue derrocado y los trabajadores se apoderaron de la propiedad privada y los medios de producción.

El marxismo fue incluso más allá y se convirtió en una manera de interpretar el mundo en general: la simple idea de que la historia es una lucha de clases antagónicas también influyó en la literatura, el arte y la educación.

"Hoy en día Marx sigue siendo relevante como filósofo político. Generación tras generación, muchos buscan inspiración en él para sus propias luchas", le dice a BBC Mundo Albrecht Ritschl, historiador alemán especializado en marxismo y jefe del Departamento de Historia Económica de la London School of Economics, en Reino Unido.

"Se sigue hablando de los temas que habló Marx -añade el experto-. Por ejemplo, la globalización. Marx fue uno de los primeros críticos de la internacionalización de los mercados. También se refirió a la inequidad, al advertir sobre la creciente desigualdad en el mundo".

Marx sigue siendo relevante como filósofo político (...) muchos buscan inspiración en él para sus propias luchas"

Albrecht Ritschl, London School of Economics

"Podría decirse que Marx continúa siendo atractivo y forma parte del discurso político actual", concluye Ritschl.

Si bien la caída de la Unión Soviética en diciembre de 1991 significó un fuerte golpe para la teoría marxista (por un tiempo los partidos de izquierda y las universidades le dieron menos importancia), la crisis financiera global de 2007-8 volvió a darle relevancia.

Ese colapso fue un ejemplo clásico de las recurrentes crisis del capitalismo que había pronosticado el pensador alemán. Desde entonces las ventas de "El manifiesto comunista" y "El capital" no han dejado de crecer en todo el mundo.

2. La recurrencia de las crisis económicas

Marx en el siglo XXI

Marx cuestionó la idea de que el capitalismo se autorregulaba.

Para él no había una "mano invisible" que ponía en orden las fuerzas del mercado, como había postulado Adam Smith -el "padre" del capitalismo- en "La riqueza de las naciones".

En cambio, Marx sostenía que el sistema estaba condenado a periodos de crisis recurrentes (hoy los economistas hablarían de recesiones) que eran inherentes a él.

"Si bien él no fue el único que hablaba de ello, su idea original era que cada turbulencia llevaría a otra peor, y así sucesivamente hasta la destrucción del capitalismo", le explica a BBC Mundo Albrecht Ritschl, de la London School of Economics.

El crash bursátil de 1929 y las subsecuentes crisis alcanzaron su punto culminante en 2007-8, cuando el mundo vivió un colapso financiero nunca antes visto en cuanto a su gravedadimpacto y persistencia.

"Es cierto que los aspectos no resueltos del capitalismo llevan a nuevas crisis, pero la idea determinista de Marx de que el sistema se derrumbaría por sus defectos intrínsecos ha sido desacreditada", advierte Ritschl.

"No obstante, hoy estamos más alertas que nunca ante las turbulencias y somos más cuidadosos frente a ellas, en parte gracias a él".

Aunque, al contrario de lo que predijo él, las crisis no han ocurrido en la industria pesada, sino en el sector financiero, aclara el experto.

3. Ganancias desmedidas y monopolios

Una joven alemana lee "El capital" frente a un busto de Marx

Un aspecto importante de la teoría de Marx es la llamada plusvalía: el valor que un trabajador crea por encima del valor de su fuerza laboral.

El problema, según el pensador alemán, es que los dueños de los medios de producción se adueñan de la plusvalía e intentan maximizar sus ganancias a expensas del proletariado.

Así, el capital tiende a concentrarse y centralizarse en unos pocos acaudalados y, como contrapartida, conduce al desempleo y a una depreciación de los salarios de los trabajadores.

Esto puede verse hasta nuestros días.

Por ejemplo, un reciente análisis de la revista británica The Economist muestra que mientras que en las últimas dos décadas el sueldo de los trabajadores en países como Estados Unidos se ha estancado, el salario de los máximos ejecutivos ha aumentado significativamente: han pasado de cobrar 40 veces más que el promedio a embolsarse 110 veces más.

"La crítica de Marx a la acumulación es válida aún hoy, porque continúa siendo uno de sus puntos débiles del capitalismo", le comenta a BBC Mundo Ritschl.

"Hoy lo vemos claramente en la acumulación desmedida de poder por parte de grandes compañías internacionales y también en la conformación de monopolios y duopolios. Marx nos alertó sobre los riesgos de todo esto".

4. La globalización y la inequidad

Monopolio

Biógrafos de Marx como Francis Wheen y otros estudiosos de su obra coinciden en que el filósofo se equivocó con su idea determinista de que el capitalismo se sepultaría a sí mismo al crear sus propios enterradores.

Más bien ocurrió lo contrario: con la caída del comunismo, el capitalismo no sólo se fortaleció sino que además se extendió por todo el mundo.

Nadie expresa mejor esta ironía de la historia que el pensador marxista Jacques Rancière, profesor de filosofía de la Universidad de París VIII.

"El proletariado, lejos de enterrar el capitalismo, lo mantiene con vida -escribe-. Trabajadores explotados y mal pagados, liberados de la mayor revolución socialista de la historia (China), son llevados al borde del suicidio para que Occidente pueda seguir jugando con sus iPads. Mientras tanto, el dinero chino financia a un Estados Unidos, que de otra manera estaría en bancarrota".

Trabajadores explotados y mal pagados (...) son llevados al borde del suicidio para que Occidente pueda seguir jugando con sus iPads"

Jacques Rancière, Universidad de París VIII

Pero si Marx falló en esta predicción, no erró en sus agudas críticas a la internacionalización del capitalismo.

En el "Manifiesto comunista" plantea que la expansión global del capitalismo se convertirá en la principal fuente de inestabilidad del sistema internacional, como lo demostrarían una serie de crisis financieras en el siglo XX y XXI.

"La necesidad de constantemente expandir mercados para sus productos persigue a la burguesía sobre toda la superficie del globo -sostienen Marx y Engels-. Debe anidar en todas partes, establecerse en todas partes, establecer conexiones en todas partes. Obliga a todas las naciones, so pena de extinción, a adoptar el modo burgués de producción".

Por eso, el marxismo ha sido rescatado -y reivindicado- en el actual debate sobre los problemas de la globalización.

"Hoy hay en el mundo mucha gente preocupada por la destrucción de mercados locales, la inseguridad laboral y la pérdida de empleos", le comenta a BBC Mundo Albrecht Ritschl, de la London School of Economics.

"La globalización, por ejemplo, fue uno de los grandes temas en las últimas elecciones en Estados Unidos, en las que dominó una pregunta que podría haberse planteado en muchas otras partes del planeta: ¿qué hacemos con los que han perdido con ella?".

Está claro que a pesar de sus vaticinios fallidos y sus ideas caducas, Marx planteó en el siglo XIX varios temas de debate sobre política y economía que siguen vigentes más de un siglo después.

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Marx en una foto de 1860

QUIÉN ERA KARL MARX

  • Carlos Enrique Marx nació el 5 de mayo de 1818 en la ciudad de Tréveris, en el oeste de Alemania. Era hijo de un exitoso abogado de origen judío.
  • Estudió leyes en Bonn y Berlín y en aquel momento se interesó en la filosofía de Georg Wilhelm Friedrich Hegel y Ludwig Andreas von Feuerbach, quienes con su dialéctica y materialismo histórico, respectivamente, tendrían una gran influencia en el marxismo.
  • En 1841 recibió el doctorado en filosofía de la Universidad de Jena, en el este de Alemania.
  • En 1843 se casó con Jenny von Westphalen y se mudó a París, en aquel momento un semillero del pensamiento radical. Allí se volvió un revolucionario y trabó amistad con quien sería su colaborador toda la vida: Federico Engels.
  • Tras ser expulsado de Francia por su activismo, Marx residió dos años en Bruselas (Bélgica), donde profundizó su amistad con Engels.
  • En 1848 ambos publicaron "El manifiesto comunista", en el que plantean que la historia de la humanidad es una historia de lucha de clases y que los estratos sociales acabarán despareciendo con la victoria del proletariado.
  • En 1849, Marx se mudó a Londres, donde residiría hasta su muerte. Allí vivió durante muchos años en la pobreza. Pudo subsistir gracias a la ayuda económica del adinerado Engels.
  • En la capital británica, Marx produjo su trabajo más importante, "El capital", considerado "la Biblia de las clases trabajadoras". Esta obra es, básicamente, una descripción de cómo funciona el sistema capitalista y cómo, según él, se destruirá a sí mismo por causa de sus defectos. El primer volumen lo publicó en vida. Los otros dos tomos los hizo imprimir Engels tras la muerte de su amigo.
  • Marx y Jenny von Westphalen tuvieron siete hijos (cuatro mujeres y tres varones), pero debido a las condiciones en las que vivió la familia en Londres sólo tres de ellos llegaron a la vida adulta.
  • El filósofo pasó sus últimos años aquejado por problemas de salud y el dolor por las muertes de su esposa y sus hijos.
  • Falleció el 14 de marzo de 1883 y fue enterrado en el Cementerio de Highgate, en Londres, donde hoy se puede visitar su tumba. El epitafio dice: "Trabajadores del mundo, uníos".

domingo, 29 de noviembre de 2020

Cómo y cuándo Venezuela "perdió" la isla de Trinidad

 


En los últimos años las relaciones entre Venezuela y Trinidad han estado marcadas por tensiones migratorias.

Aunque en décadas pasadas fueron principalmente los trinitarios quienes emigraban a Venezuela en búsqueda de oportunidades, ahora son los venezolanos quienes se vuelcan a la pequeña isla de 1.300.000 habitantes, escapando de la crisis económica, política y social que vive su país.

Pero a ambos lados de los apenas 11 kilómetros que separan la República Bolivariana y Trinidad muchos desconocen la historia común que comparten.

Situada al noreste de Venezuela, esta isla -la quinta más grande del Caribe- fue conquistada y visitada por Cristóbal Colón en su tercer viaje en el año 1498; desde entonces fue considerada por el Imperio Español como una de sus colonias en América.

Vista como poco atractiva, en comparación con "El Dorado" que se encontraba más al sur del continente, Trinidad era muchas veces considerada por los españoles como una carga, en lugar de un sitio para desarrollar y encontrar riquezas.

Luego de largos periodos de abandono y reconquistas, la entonces provincia de Trinidad se convirtió en una de las integrantes de la Capitanía General de Venezuela cuando esta fue fundada en 1777, una entidad que poco después daría paso a la nación soberana que conocemos actualmente.

Hoy, todos los territorios fundadores de la Capitanía General son parte de Venezuela: la provincia homónima (también llamada Caracas), así como Cumaná, Guayana, Maracaibo, Margarita y Guayana.

Todos, menos uno: Trinidad.

La historia de cómo esta isla, ahora parte de Trinidad y Tobago, se desprendió del Imperio Español, pasó a manos británicas y, después de casi dos siglos, se independizó, es compleja y turbulenta.

Pero lo cierto es que a los españoles se les hizo difícil consolidarla como colonia, como lograron hacerlo con muchos otros territorios en la región.

Y es que según los historiadores, los problemas para los conquistadores europeos comenzaron el mismo día en que decidieron colonizar la isla.

"Trinidad ya estaba poblada cuando llegaron los colonizadores y muchos grupos indígenas se resistieron a la colonización. Cuando tienes diferentes grupos indígenas en una zona, normalmente ya hay una sociedad establecida que funciona", le dice a BBC Mundo Debbie McCollin, historiadora de la Universidad de las Indias Occidentales, en Trinidad y Tobago.
© Getty Images San José de Oruña fue el primer asentamiento que los españoles lograron fundar en Trinidad y sirvió como capital de la isla.
Ella subraya que de todas formas la isla nunca fue un objetivo para los españoles, sino un "medio para un fin".

"El objetivo eran las riquezas de Sudamérica y Trinidad era vista como una especie de plataforma que les permitía bajar por el (río) Orinoco, adquiriendo tierras e infiltrándose en territorios indígenas desde una base trinitaria", explica.

Una tarea difícil

Desde el comienzo del periodo de colonización, el Imperio Español realiza muy pocos esfuerzos para crear asentamientos en la isla de Trinidad, sin embargo los pocos intentos que se hacen generan un gran rechazo por parte de los locales y dado que las Antillas Mayores y el continente eran considerados como más importantes, Trinidad va a ser abandonada por muchos años.

El español Antonio Sedeño realiza en 1530 el primer esfuerzo real para colonizar el territorio. Es nombrado gobernador de Trinidad por el Imperio Español e intenta crear lazos con los indígenas dándoles un trato justo y ofreciéndoles regalos, pero esta relación se termina cuando las reservas de alimentos de los españoles comienzan a agotarse.

Los españoles deciden entonces ingresar en poblaciones indígenas buscando nuevos suministros y esto enfurece a los locales que, luego de una larga batalla, obligan al gobernante español a huir de la isla.

Juan Ponce de León II, exgobernador de Puerto Rico, es el encargado de continuar la tarea que Sedeño jamás pudo completar, pero él también fracasa al enfocarse de nuevo en la riqueza de otros territorios vecinos.

Finalmente, Antonio de Berrio es nombrado gobernador en 1580 y se convierte en el primero en establecer una presencia e influencia española en la isla, fundando el pueblo de San José de Oruña, que funcionaría como la capital de la provincia.

Pero a lo largo de los siglos, la influencia de Madrid en Trinidad tuvo un límite y se vio eclipsada en un principio por la cultura local y luego por la vasta inmigración francesa fomentada con el fin de poblar la isla.

Según el libro "History of the People of Trinidad and Tobago", escrito por el exprimer ministro trinitario Eric Williams, para 1772, la capital San José de Oruña tenía una población de 326 españoles y 417 amerindios.

Fue en esa época del siglo XVIII que España y otras potencias colonizadoras se dan cuenta de la importancia de Trinidad. Pero probablemente para la monarquía española ya era demasiado tarde.

La apertura a la inmigración

"Hasta 1770 Trinidad no fue una isla de mucha importancia desde el punto de vista económico ni político ni social: era una isla prácticamente abandonada", le cuenta a BBC Mundo Cristina Soriano, profesora de historia de la Universidad de Villanova en Pensilvania, EE.UU.

En el marco de las llamadas reformas borbónicas, la monarquía española reestructura los ejes administrativos del imperio para hacer que las colonias en América sean más productivas y se les pueda sacar un mejor provecho económico.

"La corona española decide invertir en Trinidad. Se dan cuenta que pueden imitar el modelo económico desarrollado por los ingleses y los franceses en otras islas en el Caribe y se plantean desarrollar plantaciones de azúcar, pero para eso necesitan incentivar la migración", explica la historiadora venezolana.

En 1783 se firma la Cédula de población, una ley que abre la isla de Trinidad a la inmigración católica principalmente desde colonias francesas en el Caribe, como Haití y Martinica.

Dependiendo de su color de piel y sus orígenes, cada francés que se muda a la isla recibe tierras a cambio de jurarle lealtad a la corona española.

© Getty Images Trinidad fue fusionada con Tobago en 1888 y desde 1962 forma parte de un país soberano: Trinidad y Tobago.

"Estas leyes son más flexibles que las que existen en el resto de la América española y funcionaron".

El primer periódico en Venezuela se publicó en francés

Gracias a la Cédula de población, una gran número de familias francesas se instala en la isla, seguidas por un grupo incluso más numeroso que llega a raíz de la Revolución haitiana.

"Las rebeliones en el Santo Domingo francés generan una huida importante de familias francesas hacia otras regiones, entre ellas la Trinidad española, trayendo consigo un numeroso grupo de esclavos: los españoles buscaron también incentivar la población esclava en la isla", detalla Soriano, agregando que para 1797 -cuando los ingleses invaden la isla- poco más de la mitad de la población en Trinidad se identificaba como francófona.

La inmigración francesa en Trinidad también dejó huellas en la historia venezolana, de hecho el primer periódico publicado en Venezuela no fue en español.

El historiador Tomas Straka, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), le cuenta a BBC Mundo un dato que puede resultar sorprendente para muchos: "El primer periódico venezolano fue publicado en Trinidad y se publicó en francés, esto debido a la gran cantidad de franceses que llegaron a la isla buscando tierras y oportunidades".


El Correo de la Trinidad Española circuló desde agosto de 1789 hasta enero de 1790, mucho antes que la Gazeta de Caracas que vio luz en 1808.

El "error" de España

Durante casi 300 años Trinidad estuvo bajo dominio español, pero ¿cómo pasó a manos de la corona inglesa y por qué los británicos se interesaron en la isla?

Cristina Soriano, de la Universidad de Villanova, explica que con la pérdida de las colonias en América de Norte tras la Revolución de las Trece Colonias, el Imperio británico también perdió la capacidad de surtir a sus colonias en el Caribe con productos de tierra firme y vieron que Trinidad podría proporcionarles una vía para traer productos desde Venezuela.

"Como Trinidad era parte de la Capitanía General de Venezuela, había mucha integración económica y comercial y los británicos vieron que podrían sacarle beneficio a esa relación haciendo contrabando".

Para esa época, Trinidad ya se había convertido en una colonia significativa desde un punto de vista social y sobre todo económico.

"Lo que ocurrió fue que los británicos empezaron a ver como Trinidad florecía. Este territorio creció exponencialmente desde 1783 hasta 1790, tanto en términos demográficos como en cuanto a plantaciones de azúcar. Así fue como se convirtió en un objetivo para los intereses económicos británicos", cuenta la historiadora trinitaria Debbie McCollin.

© Getty Images La Revolución haitiana impulsó la inmigración francesa a Trinidad que dejó huellas imborrables en la historia de la isla.

Entonces, el Imperio británico sólo necesitaba una razón para invadir Trinidad, una sola. Y España se la dio.

Invasión de Trinidad y Puerto Rico

En 1796, Madrid y París firmaron una alianza militar conocida como el Segundo Tratado de San Ildefonso en el que convenían mantener una política militar conjunta frente a poderoso Imperio británico que pese a la independencia de Estados Unidos todavía controlaba gran parte del mundo.

El pacto fue considerado por el Reino de Gran Bretaña -que veía a Francia como su gran enemigo- como una declaración de guerra por parte de España, los británicos respondieron enviando una flota al Caribe con la intensión de invadir Trinidad y Puerto Rico.

"Puerto Rico era más importante para España que Trinidad, por eso la corona española logró retener la primera y no se opusieron demasiado a la invasión de la segunda", asegura Tomas Straka.

Con la firma del Tratado de Amiens en 1802, España aceptó cederle Trinidad a Gran Bretaña, recuperando así la isla de Menorca que había sido nuevamente ocupada por los británicos en 1798.

Cristina Soriano apunta que desde hace mucho tiempo ha existido un debate entre los historiadores en torno a por qué los españoles "se dejaron quitar Trinidad tan fácil".

Con la firma del Tratado de Amiens, España le cedió Trinidad a Gran Bretaña.

"Mi interpretación es que los españoles estaban demasiado preocupados con mantener las revoluciones atlánticas -la americana, la francesa y la haitiana- lejos de las costas de tierra firme. Estaban obsesionados con eso y como se dan cuenta de que es dificilísimo controlar la isla y como Trinidad no tenía el valor económico que tenía Cuba o Puerto Rico, entonces van a poner más refuerzos militares en esas zonas y en las costas de Colombia y Venezuela", relata.

"Así que puede decirse que fue un sacrificio. Además debido a la inmensa presencia francesa en Trinidad la situación era insostenible".

La historiadora afirma que para el capitán general Pedro Carbonell fue "un alivio" deshacerse de Trinidad por lo difícil que le resultaba gobernarla.

¿Una "pérdida" inevitable?

Sin la invasión británica, Soriano cree que el español tendría mucha más presencia en la isla, pero más allá de ello, la sociedad trinitaria sería una multilingüe y multicultural como lo son muchas islas en el Caribe, con influencias tanto francesas como británicas.

"De no haber sido por los efectos de la Revolución francesa y los efectos en el Caribe y la Revolución de las Trece Colonias, los británicos tal vez nunca se habrían interesado en Trinidad. También creo que si no hubiera sido por el miedo que generaron esos movimientos en el Caribe español, seguramente Trinidad hubiera seguido siendo española, como lo siguieron siendo Puerto Rico, Santo Domingo y Cuba".

El historiador Tomas Straka va más allá y piensa que la isla todavía sería parte de Venezuela.

"No hay ninguna razón para pensar que Trinidad se hubiera separado de Venezuela, como no lo hizo ninguna otra provincia de las que formaron parte de la Capitanía General después de la independencia. Hubo intentos separatistas en algunas, como en Maracaibo y en Cumaná, pero fracasaron".

Pero McCollin cree que debido a la demografía de su isla y lo debilitada que estaba España, la invasión de Trinidad era inevitable.

"Los británicos habían ganado tanta fuerza que Trinidad siempre iba a ser un objetivo. Y si los británicos no lo hacían, eventualmente los franceses iban a hacerlo, debido a su proximidad con el continente y las oportunidades que eso les ofrecía", apunta.

Más británica que española

Hoy, en Trinidad -que fue fusionada con Tobago en 1888 y se independizó de Reno Unido en 1962- la colonización española es vista como "débil", dice McCollin, pese a que todavía hay remanentes culturales dejados por los españoles y que son apreciados en la isla.

No obstante, sus compatriotas se siente mucho más identificados con el periodo británico que con el español, pese a que este último fue más durardero: "Los británicos hicieron mucho en un corto periodo de tiempo".

"Pero en términos de cómo vemos la colonización general, creo que nos cuestionamos a nosotros mismos para comprender realmente el período y lo que significa para nosotros", agrega.

"Los trinitarios en general se sienten agradecidos de haber tenido toda la influencia que tuvo. Trinidad se volvió muy cosmopolita, con los franceses, los españoles, los británicos, la influencia africana y la india que llegó después; en este país hay una gran mezcla".

"Creo que de manera general apreciamos el período porque nos ha convertido en el pueblo tan colorido que somos ahora".

BBC 29-11-20