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viernes, 28 de diciembre de 2018

Guerra por el Esequibo: ExxoMobil echa leña al fuego entre Venezuela y Guyana



El 22 de diciembre, dos buques de exploración sísmica contratados por la transnacional estadounidense Exxon Mobil fueron divisados por la Armada de Venezuela en un zona de la fachada atlántica al norte del Delta del Orinoco.

La reacción de Caracas fue inmediata. El Gobierno venezolano denunció mediante un comunicado la incursión como una “flagrante violación” a su soberanía y procedió a aplicar “los protocolos internacionales correspondientes a este tipo de hechos”, según se lee en el documento oficial. 

Cuando los oficiales de la Armada venezolana solicitaron explicaciones, los capitanes de los dos buques —propiedad de la petrolera noruega Petroleum Geo-Services— dijeron que disponían de un permiso “del Gobierno de la República Cooperativa de Guyana”, indica el comunicado de la Cancillería venezolana.

El incidente ocurre al cierre del 2018, un año marcado por el asedio y bloqueo internacional a Venezuela, en medio de tensiones diplomática con Colombia y con la amenaza de algunos gobiernos de desconocer el nuevo periodo constitucional del presidente Nicolás Maduro el próximo 10 de enero.  

Además, el pasado 22, el mismo día del avistamiento de los buques, el Parlamento de Guyana aprobó —con 33 votos y 32 en contra— una moción de censura contra el presidente David Grandger, por lo que su Gobierno deberá abandonar el poder y convocar elecciones en un lapso de 90 días.

La decisión parlamentaria se produjo después que Granger regresó de Cuba, donde se sometió a tratamientos médicos por un linfoma que le fue diagnosticado en octubre. 

La respuesta de Guyana 


Tras el comunicado de Venezuela, el Gobierno de Guyana no tardó en responder. Georgetown señaló a Caracas de violar su “soberanía e integridad territorial”, según se lee en un comunicado. 

Las autoridades acusaron a Venezuela de ser una “amenaza” para el desarrollo de Guyana. También indicaron que están en proceso de informar a los gobiernos de la región sobre lo ocurrido, lo cual incluye la redacción de una “comunicación formal” que será enviada a Caracas. 

No obstante, los buques salieron de la zona de la fachada atlántica que reclama Venezuela como suya, según confirmó la propia compañía naviera al diario Guyana Chronicle. 

El canciller de Guyana, Carl Greenidge, informó que por ahora no sabe que si los barcos regresarían al área donde fueron interceptados. “Primero intentaremos explorar y agotar los canales diplomáticos”, dijo a Reuters. 

“EE.UU. impertinente” 


El portavoz adjunto del Departamento de Estado de EE.UU, Robert Palladino, exhortó a Venezuela a “respetar” el derecho internacional y la soberanía de sus vecinos, al tiempo que agregó que Guyana tiene el “derecho soberano” de explorar y explotar los recursos en su zona económica exclusiva. 

Por medio de un nuevo comunicado, Caracas tildó las declaraciones de EE.UU. de “impertinentes” e “injerencistas”, y, de nuevo, aclaró que los buques se encontraban en la “proyección del Delta del Orinoco de Venezuela” y jamás estuvieron en una zona económica exclusiva guyanesa. 

La respuesta de Caricom


La Comunidad del Caribe (Caricom) vio con “grave preocupación” la intercepción por parte de la Armada venezolan de los buques en una área que considera como “zona económica exclusiva” de la República de Guyana”.

Caracas, en otro comunicado, lamentó la posición de la Caricom, y alegó que el organismo dispone de argumentos “absolutamente inexactos” como resultado de obtener una “sola versión” de los hechos. 

No es la primera vez en este año que Caricom se pronuncia a favor de Georgetown. Durante la última Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno del bloque regional, celebrada en julio pasado, los gobernantes caribeños reafirmaron su “firme e inquebrantable apoyo” a la soberanía y a la integridad territorial de Guyana, de acuerdo al comunicadode cierre del evento.

En esa ocasión, los mandatarios dijeron que Venezuela “se negó” el 29 de marzo de 2018 a participar en una audiencia solicitada por Guyana ante la Corte Internacional de Justicia como vía para resolver la controversia territorial. 

Por su parte, Caracas rechazó que la Corte sea la instancia para resolver el conflicto, ya que carece de “jurisdicción”, y también desestimó la solicitud planteada por Guyana, a cuyo Gobierno lo invitó a resolver el diferendo territorial mediante el Acuerdo de Ginebra de 1966.

¿Qué alegan Venezuela y Guyana?


Venezuela sostiene que los buques interceptados navegaban por la proyección marítima del Delta del Orinoco, “de indubitable soberanía de Venezuela”, dijo. 

El Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano informó que como Guyana “no tiene jurisdicción” en la proyección marítima del Delta del Orinoco, los buques contratados por la Exxon Mobil se fueron “hacia aguas de la extensa zona en reclamación que proyecta la costa Esequiba”. 

Por su parte, Guyana argumenta que las embarcaciones navegaban por la “Zona Económica Exclusiva” de ese país, una área que, de acuerdo a Georgetown, está situada a 140 kilómetros del punto más cercano de la línea equidistante provisional con Venezuela. 

En tanto, la compañía dueña de los buques ratificó que incursionó en la zona con la venia de Guyana e incluso detalló que, desde principio de ese mes, trabajaba en la “adquisición” de datos 3-D de la parte occidental del Bloque Stabroek, ubicado en la zona atlántica, recogió Guyana Chronicle.

Lo que busca la Exxon Mobil 


En reiteradas ocasiones, Venezuela ha denunciado las pretensiones de la compañía Exxon Mobil de extraer petróleo en aguas sujetas a reclamación con Guyana. El Gobierno venezolano señala que la zona marítima donde la transnacional ha perforado son “aguas territoriales históricamente venezolanas”, según se lee en el libro “El Esequibo es Nuestro”, editado por la Presidencia de Venezuela.

En el documento, Caracas indica que aunque la empresa norteamericana reconoció en el año 2000 “los derechos de Venezuela” por conveniencia, en la actualidad los desconoce. 

La compañía dueña de los buques contratados por la Exxon Mobil detalló que su prioridad es el bloque Stabroek, situado a casi 200 kilómetros de la zona marítima en disputa con Venezuela.

La petrolera noruega Petroleum Geo-Services calcula que en esa zona hay más de 5.000 millones de barriles de petróleo. 

El Gobierno venezolano, en el referido libro, destaca que la Exxon Mobil usa el “supuesto” hallazgo petrolero en aguas en disputa para presentar a Venezuela como un supuesto “violador del derecho internacional”, obviando —según afirma Caracas— que cualquier posible recurso mineral o energético en la zona está en “discusión”, según los principios del Acuerdo de Ginebra.

Pese a esto, Steve Greenlee, presidente de Exxon Mobil, dijo: “continuamos aumentando el valor del Bloque Stabroek para Guyana, nuestros socios y Exxon Mobil con inversiones de exploración exitosas”, según citó Guyana Chronicle. 

Sin embargo, la Exxon Mobil tendrá que superar un nuevo escollo para concretar sus propósitos. Tras la destitución del presidente Granger, en marzo se espera la convocatoria de nuevas elecciones, donde participará el opositor Partido Popular Progresista de Guyana, que medirá fuerzas con la coalición saliente.

Esta agrupación política es crítica a la beligerancia y condiciones favorables otorgadas, hasta ahora, a la Exxon Mobil, y se muestran más proclive a debatir con Venezuela sobre el territorio en reclamación. Un dato clave es que es el mismo partido que promovió la salida de Granger.  

Una vieja disputa 


El incidente de los los dos buques reaviva una vieja disputa entre Venezuela y Guyana. 

Para resolver el diferendo territorial en una zona de reclamación calculada con una superficie de 159.500 kilómetros cuadrados, Georgetown ha insistido en acudir a la Corte Internacional de Justicia para validar el Laudo Arbitral de París de 1899, que despoja a Venezuela del 90 % de su territorio en el Esequibo.

A principio de este año, el canciller venezolano Jorge Arreza recordó que ese documento es “nulo e írrito” y suscribió el Acuerdo de Ginebra (aprobado en 1966 y que anula el Laudo de París), como punto de partida para la negociación.

El acuerdo establece mecanismos para que ambos países busquen soluciones pacíficas y consensuadas. Aunque en 1966 Guyana, después de declararse país independiente, reconoció el pacto de Ginebra, las autoridades venezolanas han señalado que a la fecha el país ha ignorado los lineamientos del tratado. 

Fue en 2015 cuando Venezuela solicitó a la ONU activar la figura de una buen oficiante para mediar en el conflicto. Con la asunción en el 2016 de António Guterres como secretario de general de Naciones Unidas, las comisiones de ambos países se reunieron en el 2017 en Nueva York para explorar mecanismos viables, en procura de resolver el diferendo territorial. Hasta ahora, no ha habido acuerdos concretos para destrabar el asunto.

(Manuel Palma / RT)

lunes, 17 de diciembre de 2018

Nuevo plan golpista contra Venezuela: confirmaciones, datos duros y el factor geopolítico

El presidente Nicolás Maduro reveló el plan que el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, dirige junto al apoyo logístico de los gobiernos de Brasil y Colombia, buscando crear falsos positivos en zonas fronterizas con el motivo de generar confusión y propiciar un conflicto violento donde puedan involucrarse directamente las fuerzas militares de estos países. También estaría planificado su asesinato. 
Los detalles de la operación estaban preparándose en el municipio de Tona (Colombia), donde 734 miembros de un grupo paramilitar denominado G8, entrenaban para realizar ataques a unidades militares en los estados fronterizos de Zulia, Táchira, Apure y Amazonas. El sitio de ensayo está ubicado muy cerca de la ciudad de Chinácota, lugar en el que se dispusieron los preparativos del magnicidio en grado de frustración que ocurrió en el mes de agosto.
Hacia el centro-oeste de Colombia se denunciaron a otros mercenarios que están siendo adiestrados en la base aérea de Tolemaida, que serían utilizados para integrarse a los ataques irregulares.
En la rueda de prensa, Maduro especificó la existencia de un grupo comando que tiene el objetivo de atacar a la base aérea Libertador (Aragua), la base aérea de Barcelona (Anzoátegui) y la base naval Agustín Armario (Carabobo).
Maduro subrayó el aporte de Brasil en el acondicionamiento de los ataques, al informar que la delegación de Bolton recibida por Hamilton Mourao, vicepresidente electo brasileño, dejó encargarda a éste de propiciar enfrentamientos en los límites fronterizos con Venezuela.
Para estas tareas, fueron destinados 120 millones de dólares en una partida secreta del Estado norteamericano, que abarca la captación de figuras militares miembros de la FANB (posibles candidatos a traicionar las instituciones venezolanas) buscando mayor apoyo técnico en el plan de derrocamiento del gobierno venezolano.
En la rueda de prensa, también se mencionó al ex coronel Oswaldo García Palomo, quien se encuentra en Colombia y reincide en las reuniones conspirativas para conformar células armadas mercenarias. El Presidente de la República lo acusó de estar "ofreciendo gigantescas cantidades en dólares a oficiales, hemos recibido decenas de llamadas de nuestros efectivos alertando sobre esto".
Recientemente, García Palomo había reconocido estar encausando insubordinaciones para retomar la fallida Operación Constitución y confirmó su relación con los grupos encargados de ejecutar el intento de asesinato a Nicolás Maduro en su aparición pública del 4 de agosto.
Estas denuncias pronunciadas por el Ejecutivo nacional verifican los datos que la prensa norteamericana filtró sobre la implicación de altos funcionarios norteamericanos en intentos de golpe de Estado durante el año 2018. Se trata del reportaje elaborado por el medio financiero Bloomberg y un texto publicado por The New York Times (NYT).
El primero señala las alianzas de Estados Unidos y Colombia para coordinar un golpe de Estado que interrumpiera las elecciones presidenciales del 20 de mayo, basándose en un informe judicial. El plan conocido como Operación Costitución involucraba a militares venezolanos conspiradores y fue desmantelado por actividades de inteligencia del Estado, mediante el arresto de una docena de militares y civiles.
Más adelante, este mismo conglomerado aportaría pruebas a la investigación del atentado con drones, al difundir una reunión entre un grupo que pretendía asesinar al Presidente de la República y solicitaba la cooperación del sector militar disidente. Allí le mostraron videos de drones siendo manipulados en una granja en Colombia, información que anteriormente había sido difundida por el ministro de Comunicación Jorge Rodríguez.
Por su parte, el NYT expuso al presidente Donald Trump, revelando que funcionarios de su administración se acercaron a militares rebeldes venezolanos con el supuesto fin de obtener información sobre los planes golpistas y calcular las oportunidades de resultados positivos.

 

Brasil y Colombia sustituyen a los responsables de la anti-política local

 

La realidad es que el trayecto violento de ataques mercenarios y golpes militares es manejando en las sombras de las medidas restrictivas al hábitat económico de Venezuela. La partida oculta de 120 millones de dólares que Washington destina a conseguir aliados dentro y fuera de las fuerzas militares nacionales, se viene ensayando desde 2015 con la Operación Jericó y la conformación de células terroristas que tuvieron su mayor expresión mediática en las acciones terroristas del ex agente policial Óscar Pérez.

 
A pesar del intenso lobby que hicieron políticos de la oposición por la intervención militar (desde Julio Borges hasta María Corina Machado, pasando por dirigentes sin dirigencia como Antonio Ledezma) con relación a años anteriores, se observa una mudanza de responsabilidades políticas desde representantes internos a interlocutores internacionales que sí cristalicen resultados positivos en los planes golpistas.
Emulando el golpe militar obrado en Honduras al ex presidente Manuel Zelaya, el Departamento de Estado construye las condiciones que traspasen y minen el principal anillo de protección civil venezolana, que anuló los intentos de revolución de color. La desarticulación de la FANB confiaría a las fuerzas militares de socios brasileños y colombianos a una incursión intervencionista.
Si bien Juan Manuel Santos asumió la coordinación regional del asedio en los últimos meses de su gestión, el ascenso del candidato uribista Iván Duque y la victoria de su par de ultraderecha brasileña, Jair Bolsonaro, revitalizan la colaboración coordinada de Brasil y Colombia en los planes de Estados Unidos para lograr control geopolítico en Latinoamérica.
Esta razón central convive con los intereses particulares de las naciones participantes: expandir las vías de narcotráfico hacia la zona del Mar Caribe, ruta que no controlan las mafias colombianas, y retomar el expolio sin restricciones de los recursos mineros, entre ellos el oro, diamantes y bauxita, luego de que el Estado venezolano reordenara el territorio que contiene esas riquezas y regulara los procesos de extracción a través del Arco Minero, conectándolo a los planes de estabilización económica.

Factor Bolton en los planes golpistas

 

Que John Bolton sea acusado de estar encargado de las operaciones desestabilizadoras en el país no toma por sorpresa. Sus discursos públicos lo ubican rápidamente en la línea dura de los neoconservadores. Este belicista defensor del lobby israelí, que mucho antes de asumir el cargo como Asesor de Seguridad Nacional sugirió como salida política en Libia asesinar a Muammar Gadaffi.
Tampoco se retracta de la participación norteamericana en la invasión de Irak, donde fue un factor clave en 2002 al alegar el uso de "armas de destrucción masiva" como excusa para la intervención. Entre sus actividades diplomáticas recientes está la peligrosa promoción del deterioro en las relaciones con las potencias nucleares de Irán y Corea del Norte.
Con respecto a Venezuela, Bolton hizo una referencia el mes pasado, en medio de un evento que reunía a figuras del lobby anticubano y antivenezolano, mencionando que el país, junto a Cuba y Nicaragua, eran la "Troika de la Tiranía".
Más allá de afirmar que la Administración Trump ampliaría las sanciones contra funcionarios del gobierno venezolano, el compromiso del Asesor de Seguridad Nacional en Florida confiere un mensaje que no debe ser subestimado, teniendo en cuenta además que fue parte de la campaña electoral para no perder distritos clave en las recién celebradas elecciones de medio término: se le garantiza a gestores intelectuales y financistas de anteriores incursiones a la violencia que se endurecerá la posición contra los "regímenes dictatoriales".

Viaje a Rusia, China y visita de Erdogan: ¿recomposición del frente interno?

La contraofensiva diplomática de Venezuela se compone de alianzas con los bloques emergentes liderados por China y Rusia. En este sentido, las dos visitas oficiales realizadas en el transcurso de la segunda mitad del año 2018 por Nicolás Maduro a esos países reportan a primera vista acuerdos comerciales que podrían contrarrestar los efectos de las agresiones financieras a Venezuela.
Pero, al introducir esos movimientos diplomáticos en el lenguaje de la guerra, los convierte en fuertes elementos disuasorios, más aun si se evocan los recientes ejercicios militares con la aviación rusa, debido a las repercusiones geopolíticas que tendría una aventura militar con participación estadounidense, colombiana y/o brasileña en el país.
Y aunque parezca contradictorio, esto mismo es una razón apremiante que acelera el ritmo de creación de un clima político que permitiera esa intervención antes de que Venezuela gane mayor influencia debido a su apoyo por la dupla euroasiática.
Preocupa también que el Plan de Recuperación Económica estropee la atmósfera de desmoralización con la que consiguieron atraer ciertos adeptos a actividades conspirativas. La visita del presidente turco Recep Tayyip Erdoğan y los tratados bilaterales con Turquía para sortear el bloqueo económico en un tono de complementariedad, mirando a fortalecer los lazos entre naciones que irrumpen en las acostumbradas imposiciones unilaterales de Estados Unidos, juegan en contra de las operaciones de violencia militarizada.
Simultáneamente, aliados de la Unión Europea continúan flexibilizando su política agresiva, perfilando un grupo de contacto para entablar conversaciones con autoridades venezolanas, declinando la agenda intervencionista por la opción del diálogo en la región.
A los funcionarios como Bolton, que se entienden en los términos de amenazas belicistas (y cumplimiento de las mismas), les toca ahora compensar la pérdida de maniobra en la opinión pública que deja la denuncia a tiempo que hizo el gobierno venezolano, de la capacitación y entrenamiento a paramilitares para escalar el conflicto vía terceros. El tiempo apremia.

Fantasmas de la gran guerra

Ninguna guerra se ha asociado tanto con lo paranormal como la I Guerra Mundial. La presencia de soldados fantasmales en combate fue una constante en las trincheras, al igual que lo fueron los ejércitos espectrales en los cielos, los contactos espiritistas con los muertos y la desaparición inexplicable de algún que otro regimiento. También hubo olas de zepelines invisibles y no faltaron las profecías sobre tal advenimiento bélico.

Los relatos y leyendas originados durante la I Guerra Mundial son legión, y algunos todavía suscitan controversia en la actualidad. Muchos relacionados con factores religiosos y la necesidad imperiosa de recibir noticias del Frente dieron lugar a ángeles, nubes misteriosas y conspiraciones secretas. Esa misma necesidad conllevó a su vez una explosión de interés en el espiritualismo y la clarividencia», nos explica el historiador británico James Hayward, autor de Mitos y Leyendas de la I Guerra Mundial (2002) y diversas obras donde también analiza los fenómenos más extraños de otras contiendas bélicas.
Además de los factores citados por Hayward, hubo otros muchos que propiciaron la creación de numerosos mitos y visiones fantasmales, desde el impacto de las nuevas tecnologías en la conciencia colectiva, hasta la urgencia de acabar con una contienda que, precisamente por los avances en el armamento y que podía producir 20.000 muertos en un solo día, prolongaba la agonía en las trincheras, y hacía sentir a los soldados que estaban rodeados de almas en pena y habitaban un infierno en el más allá que se parecía a las condiciones del frente.
Tan cruenta fue aquella guerra que muchos videntes profetizaron sobre ella bastante antes de que estallara…

ORÁCULOS DE LA TRAGEDIA

Muchas de las predicciones en torno al estallido de la I Guerra Mundial fueron tan ambiguas que difícilmente se las podría considerar auténticas. Sin embargo, hubo algunos psíquicos que hicieron varias muy notables. En un experimento efectuado por la Society for Psychical Research, en Londres, la médium Dame Edith Lyttleton transmitió sus temores sobre el estallido de la guerra mediante escritura automática: «El terrible grito de los heridos… El aliento caliente de la guerra… Muchas lágrimas derramadas… Todo el mundo está en guerra». La vidente alemana Madame de Ferriëm hizo predicciones muy patrióticas sobre su país: «¡Qué amarga será la guerra! Mucho más dura que la librada en 1870 y 1871… Años sombríos nos esperan, pero saldremos victoriosos, y no porque seamos alemanes, sino porque los espíritus de nuestros ancestros nos ayudarán a ganar».
Mucho más atinadas fueron las predicciones de la francesa Antoniette Savay, más conocida como Madame de Thèbes, verdadero oráculo de la guerra. Las predicciones que publicaba en su Almanac anual eran estudiadas con interés en todas las embajadas europeas. En 1905, nueve años antes de que empezara la guerra, predijo que un incidente en la pacífica Bélgica encendería Europa; en 1913 anunció que Alemania estaba amenazando a Europa en general y a Francia en particular, pero perdería una costosa guerra que vería el fin de los Hohenzollern. Profetizó que los días del Kaiser estaban contados y que Alemania sufriría grandes cambios: «Hablo del reinado del Kaiser, no de los días que le quedan por vivir», profetizó.
Probablemente no hacía falta ser muy clarividente para darse cuenta de que en 1913 Alemania amenazaba a Europa, pero su predicción sobre el Kaiser y los Hohenzollerns fue realmente impactante. Pocos años después el Kaiser fue depuesto. Igualmente llamativa fue su predicción en 1913 sobre el archiduque Fernardo. Según ella, el archiduque nunca llegaría a sentarse en el trono imperial, mientras que en su lugar lo haría un joven que en aquel entonces no tenía ninguna intención de reinar. Un año después escribiría en su Almanac lo siguiente: «La tragedia en la Casa Imperial de Austria, que ya predije el año pasado, tendrá lugar próximamente. Nadie podrá evitarlo». Así ocurrió. El día 28 de julio de 1914, el archiduque Fernando fue asesinado en Sarajevo y este incidente desencadenó la I Guerra Mundial…