Aunque no lo creas, esos hermosos cuentos que Disney y
los que tus padres solían contarte de niño tuvieron unos comienzos mucho
más oscuros de lo que imaginas
Aunque no lo creas, esos hermosos
cuentos que Disney y los que tus padres solían contarte de niño tuvieron
unos comienzos mucho más oscuros de lo que imaginas. En realidad, nada
tienen que ver las terribles y tristes historias de los hermanos Grimm,
por ejemplo, con las modernas versiones carentes de violencia. Aquí
puedes ver los perturbadores orígenes de algunos cuentos de hadas que te
dejarán sin palabras.

La Bella Durmiente
En la versión de 1624 la Bella Durmiente no se pincha el dedo con una
rueca, sino que le queda una astilla atrapada bajo la uña. Su padre la
deja en una cama y el príncipe, nada tierno ni dulce, la viola mientras
duerme. Tiempo después, mientras aún está inconsciente, da a luz a dos
niños. Uno de ellos quita la astilla sin querer mientras juega con su
madre y ella despierta. El príncipe ya está casado, pero no duda en
prender fuego a su esposa que intentó asesinar a los niños, para
quedarse con la chica.
Caperucita Roja
A diferencia de otras versiones, los hermanos Grimm la hicieron mucho
más infantil. En la versión anterior no había un cazador que salvara a
Caperucita Roja, sino que ella simplemente era comida por el lobo. La
connotación sexual es clara, y el lobo en vez de ser una bestia salvaje
la seduce gentilmente hasta que ella misma se mete en la cama.

La Cenicienta
En la versión de los hermanos Grimm las dos hermanastras deben
cortarse los talones para que el zapato les quede, pero la sangre las
delata. Al final ambas tienen un destino cruel: les arrancan los ojos
las palomas.

Blancanieves
En la versión del siglo XIX la bruja es en realidad la madre de
Blancanieves y no su madrastra, como Disney nos mostró. Además, cuando
el príncipe encuentra la chica, ella no está dormida, sino muerta.
Cuando la bruja llega a la boda de ambos es obligada a ponerse zapatos
de hierro que estuvieron quemándose por mucho tiempo, y bailar hasta
caer muerta.

Rapunzel
En la versión de los hermanos Grimm, Rapunzel deja caer su pelo para
que suba el príncipe, lo que hace que pronto quede embarazada. Cuando la
bruja se da cuenta que tendrá competencia le corta el pelo y la envía a
una tierra lejana dónde vive como mendiga. El príncipe es engañado por
la bruja para subir la ventana desde donde lo tira haciendo que las
ramas de un árbol le saquen los ojos.

La Sirenita
En el cuento de Hans Christian Andersen ella cambia la lengua por
unas piernas, pero cada paso es tan doloroso como cuchillos clavándose
en la carne. Si el príncipe se casa con otra, ella morirá al día
siguiente. Pese al dolor ella baila para conquistarlo, aunque él decide
casarse con alguien más. Sus hermanas compran una daga para que mate al
príncipe y deje la sangre caer en sus piernas, método para volver a ser
sirena. No puede hacerlo y entonces muere, convirtiéndose en espuma
marina. Nada parecido a Disney, ¿no es cierto?

El flautista de Hamelin
En la versión original el flautista salva al pueblo de las ratas y
los pobladores deciden no pagarle lo prometido, así que él arrastra con
su música a los niños. El problema es que los lleva a un río dónde los
obliga a entrar y ahogarse.
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