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| Vista aerea despues de la detonación de la 1era Bomba atomica sobre Hiroshima el 06-08-1945 8:45 |
La ciudad japonesa de Hiroshima
conmemoró hoy el 69 aniversario del lanzamiento de la bomba atómica que
acabó con la vida de cientos de miles de sus habitantes al final de la
II Guerra Mundial, con una ceremonia en la que se pidió el desarme
nuclear y se defendió el carácter pacifista de la Constitución nipona.
El
acto tuvo lugar en el Parque de la Paz de la ciudad, ubicado cerca del
hipocentro de la explosión nuclear, y comenzó con un minuto de silencio a
las 8.15 hora local (23.15 GMT).
Esa fue la hora exacta en
la que el B-29 Enola Gay de las Fuerzas Aéreas estadounidenses lanzó el
6 agosto de 1945 el “Little Boy”, el nombre con el que EE.UU. bautizó
el primer artefacto nuclear de la historia.
Tras el minuto de
silencio, el alcalde de la ciudad, Kazumi Matsui, pidió al Gobierno
liderado por Shinzo Abe y a otros líderes mundiales como el presidente
de EE.UU., Barack Obama, que “trabajen para lograr un mayor acercamiento
entre los países que disponen del arma nuclear y el resto del mundo”
con vistas a lograr “un desarme total”.
La destrucción de Hiroshima y Nagasaki en nombre de la libertad
El 25 de abril de 1945, el secretario de Guerra, Henry Stimson, le informó
al presidente Harry Truman sobre un importante secreto militar. Le dijo:
"En cuatro meses habremos completado la construcción del arma
más aterradora de la historia humana".
La reunión duró 45 minutos y no se debatió si se iba a usar la nueva
arma. Se dio por hecho. Condenaron a centenares de miles de seres
humanos a una muerte horrible sin vacilar un momento.
Hace mas de 60 años, el 6 de agosto de 1945, el bombardero Enola Gay soltó
una bomba sobre la ciudad japonesa de Hiroshima. Estalló encima del
centro y creó una enorme bola de fuego tan caliente como el sol. En el
punto de impacto causó una destrucción total y mató a todos. Carbonizó
la piel a tres kilómetros de distancia.
La explosión generó vientos de mil millas por hora que arrastraron a miles y los estrellaron contra edificios.
Cuando los incendios se apagaron, quedó un desierto quemado y miles y
miles de cadáveres. Muchos se vaporizaron. Luego, llegó la lluvia negra
de polvo radiactivo.
Cuando Truman se enteró del bombardeo, respondió: "Esto es lo máximo de la historia".
El alto mando militar decidió que la destrucción de toda una ciudad
no era suficiente. A los tres días, de nuevo sin advertencia, soltó otra
bomba en la ciudad de Nagasaki.
Los damnificados siguieron muriendo largo tiempo después de los
ataques a causa de una enfermedad misteriosa: la radiación. Cinco meses
después el saldo era de 140,000 muertos en Hiroshima y 70,000 en
Nagasaki.
Crímenes en nombre de la seguridad y la libertad
¿Y cómo justificaron estos horrores? ¿Qué hicieron el gobierno y las
fuerzas armadas para convencer a los soldados de luchar, a las
tripulaciones de soltar las bombas y a la ciudadanía de aceptarlo todo?
Les decían que la guerra contra Japón era una guerra de autodefensa … que Japón iba a invadir Estados Unidos y que "el enemigo" era vil, fanático e infrahumano.
Les decían que la máquina de guerra nacional iba a defender sus casas
y su modo de vida, y que iba a "llevar la libertad y la democracia" al
mundo.
La mitología oficial dice que las fuerzas armadas yanquis siempre son "los buenos" y que siempre las motivan las metas más puras.
Estas mentiras tapan una historia totalmente vergonzosa. La guerra en
el Pacífico era parte de una guerra más extensa que libraban diferentes
fuerzas de clase de grandes extensiones del planeta y todas las grandes
potencias. Está fuera del alcance de este artículo analizar toda la II
Guerra Mundial, pero un vistazo a la guerra del Pacífico (donde Estados
Unidos y sus aliados pelearon con Japón) demuestra que todos los
pretextos eran mentiras para tapar los verdaderos motivos.
¡No era defensiva sino imperialista!
Cuando estalló la II Guerra Mundial, Estados Unidos ya llevaba medio
siglo peleando para controlar el Pacífico occidental. Conquistó
brutalmente a Filipinas a comienzos del siglo 20 y exigió que China le
"abriera sus puertas", para poder explotarla sin obstáculo.
Japón emergió como una potencia rival igualmente dispuesta a dominar a
China, Corea, Filipinas y el resto de la región. Estados Unidos
construyó una armada para proyectar poder en Asia, y cuando Japón hizo
lo mismo y luego se apoderó de grandes extensiones de China en la década
de 1930, para ambos gobiernos no cabía duda de que una confrontación (y
probablemente una guerra) era inevitable.
En Estados Unidos enseñan que lo que causó la guerra fue el ataque japonés contra la base naval de Pearl Harbor, en Hawai.
Pero en realidad no se puede entender una guerra examinando "quién
disparó primero" o "en qué territorio se libra". Hay que analizar las
metas y los intereses de las fuerzas combatientes. La guerra del
Pacífico surgió de la rivalidad imperialista, que arranca del sistema
capitalista y de la necesidad de "expandirse o morir". Se luchó para
decidir qué potencias iban a dominar y explotar a centenares de millones
de personas, así que era una guerra injusta, no importa cuál de las potencias atacara primero.
De hecho, poderosas fuerzas del gobierno estadounidense respondieron
con júbilo al ataque japonés contra Pearl Harbor porque les dio el
pretexto para la guerra que tenían planeada.
Además, todo el cuento de "un ataque contra el territorio
estadounidense" es especialmente hipócrita en vista de la sangrienta
conquista militar de Hawai a su propia población indígena.
Prometen liberación pero llevan dominación
En los libros de historia y en las películas de guerra, nos dicen que
el ejército estadounidense conquistó las islas del Pacífico para
"liberar" al pueblo. Al general Douglas MacArthur, ese déspota colonial,
lo pintan como un héroe porque dijo "regresaré" (¡a Filipinas, que
gobernaba a punta de fusil!).
Pero la meta de Estados Unidos era la dominación,no la liberación.
Echemos un vistazo a lo que pasó después de la guerra. Estados Unidos
volvió a apoderarse de Filipinas y se instaló como principal potencia
imperialista en Singapur, Vietnam del Sur, Indonesia, Taiwán y Corea del
Sur. También trató de remplazar a Japón como amo imperialista de China,
¡pero el pueblo chino lo impidió haciendo la revolución con la
dirección de Mao Tsetung!
Washington impuso una serie de gobiernos salvajes, como el de
Ferdinand Marcos que torturó al pueblo filipino durante muchas décadas, e
hizo algo parecido en Indonesia y Corea del Sur.
La victoria de Estados Unidos en la II Guerra Mundial llevó a más
dominación y salvajismo, no a la liberación. A las generaciones
siguientes las explotaron brutalmente en el campo y en las fábricas,
muchas mujeres terminaron como prostitutas para las bases militares
yanquis, y gobiernos represivos recibieron montones de ayuda y armas.
¡Y esa situación continúa hoy!
¿Llevan la democracia a los conquistados?
Desde que comenzó la guerra contra Irak, los estrategas de Washington
han dicho que su meta es "llevar la democracia al Medio Oriente" y
ponen como ejemplo a Japón tras la II Guerra Mundial. Es una manera de
decir que aunque hagan cosas terribles durante la guerra, la victoria
siempre lleva algo bueno.
Otra mentira.
Después de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki (y la capitulación
de Japón), Estados Unidos ocupó el país e impuso un nuevo sistema
político, con elecciones y todo.
Pero esa "democracia" estaba al servicio de las metas políticas y
estratégicas de Washington. El primer objetivo era apoyar el sistema
capitalista. Conservó gran parte del odiado sistema imperial, y en
particular al emperador.
Permitió la formación de nuevas fuerzas políticas siempre y cuando
juraran lealtad al capitalismo en general y a los intereses estratégicos
de Estados Unidos en particular. A las fuerzas revolucionarias que se
oponían a todo esto las reprimió; prohibió los paros.
Al nuevo gobierno japonés no le permitió crear unas fuerzas armadas
capaces de contender, pero a la clase dominante le permitió compartir la
explotación de los países vecinos.
En pocas palabras, la democracia que Estados Unidos impuso en Japón es la democracia burguesa,cuya meta es impedir la revolución, defender el capitalismo y crear un sistema que obedezca los dictámenes de Washington.
¿Bombas atómicas para salvar vidas?
Es sumamente indignante que el gobierno diga que el tratamiento de
Japón es un modelo para Irak y todo el Medio Oriente. ¡Como si nadie
recordara lo que pasó en Hiroshima y Nagasaki! ¡Como si el mundo
aceptara sus pretextos vergonzosos y poco convincentes!
Oficialmente, dicen que soltaron las bombas atómicas para "salvar vidas" (léase: salvar vidas estadounidenses, por supuesto).
Dicen que hubieran muerto muchos miles de soldados si hubieran
"tenido que invadir" el territorio japonés. Por eso, según sus fríos
cálculos, la muerte de centenares de miles de civiles japoneses es un
"precio aceptable". De esa manera adoctrinan a la ciudadanía de Estados
Unidos a pensar que ver montones de cadáveres es bueno, siempre y cuando
no sean cadáveres estadounidenses.
Pero el cuento de "salvar vidas" es otra mentira más. En agosto de
1945, las fuerzas armadas japonesas y el imperio estaban a punto del
colapso, y el gobierno estaba listo para negociar el fin de la guerra.
¿Por qué Estados Unidos tenía que ocupar a Japón y soltarle bombas
atómicas?
Estados Unidos quería la rendición y ocupación total de Japón porque
buscaba la dominación absoluta de toda la región en la posguerra. Por
los medios más crueles, conquistó una victoria total, y lo hizo en nombre del pueblo estadounidense.
Buscaba impedir que Japón volviera a ser un rival y poner fin a la
guerra con un gran despliegue de fuerza y montones de cadáveres
radiactivos como advertencia a otros rivales potenciales.
Sacrificó a los habitantes de Hiroshima y Nagasaki para dar una
amenaza gangsteril a la Unión Soviética (en ese entonces un país
socialista y a punto de iniciar una ofensiva militar en Asia) y a los
pueblos colonizados del Pacífico, y muy especialmente al movimiento
revolucionario de China, dirigido por el Partido Comunista.
Hoy, la clase dominante sigue defendiendo la destrucción de Hiroshima
y Nagasaki con los mismos pretextos. ¿"Defender la libertad"?
¿"Defender el territorio estadounidense"? De ninguna manera. El
bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki es uno de los crímenes más
sangrientos de la historia, y lo cometieron en aras de expandir el
imperio y las ganancias del sistema capitalista estadounidense.
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| La bomba detonó con una intensidad de unos 16 kilotones a unos 600 metros de altura muy cerca de donde se levanta el parque donde tuvo lugar la ceremonia, y acabó de forma inmediata con la vida de unas 80.000 personas. |
La bomba
detonó con una intensidad de unos 16 kilotones a unos 600 metros de
altura muy cerca de donde se levanta el parque donde tuvo lugar la
ceremonia, y acabó de forma inmediata con la vida de unas 80.000
personas.
Pero este número aumentaría hacia finales de 1945,
cuando el balance de muertos se elevaba a unos 140.000, y en los años
posteriores las víctimas por la radiación sumaron muchas más.
Después
del ataque sobre Hiroshima, EEUU lanzó una segunda bomba nuclear el 9
de agosto de 1945 sobre la ciudad de Nagasaki, lo que forzó la
capitulación de Japón seis días después y puso fin a la II Guerra
Mundial.
Los ataques atómicos sobre ambas ciudades japonesas han sido los únicos de este tipo ejecutados hasta la fecha.
En
marzo pasado, el número total de “hibakusha” en Hiroshima y Nagasaki
era de 192.719, 9.060 menos que el año pasado, y su edad media era de
79,44 años. (EFE)


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