El manatí (Trichechus manatus) es un
mamífero marino que vive en aguas cálidas, y se alimenta de plantas
acuáticas. Su cuerpo es grueso, de adulto puede llegar a medir entre 3 y
4 metros y su peso oscila entre los 200 y 700 kilogramos. Su tamaño lo
convierte en uno de los mayores mamíferos de América Latina. Tiene las
extremidades anteriores en forma de aletas. La cola es plana. Su piel es
muy gruesa color gris azulado.
En la actualidad hay cuatro especies de
manatíes en el mundo: el manatí antillano o del Caribe, el manatí
amazónico, el manatí africano y el dugongo.
Manatí Antillano |
El Manatí Antillano o del Caribe vive en
las aguas costeras cálidas del sur de los Estados Unidos, México, las
islas del Caribe, Centro América, y los países del nordeste de Sur
América, incluyendo Venezuela y el norte de Brasil. En Venezuela, se
encuentra en algunas de nuestras costas, en el Lago de Maracaibo, en los
Llanos y en ríos como los caños del Delta del Orinoco. Su peso oscila
entre los 200 y 600 kilos.
Los indios Warauno de Venezuela llaman a
la Vía Láctea “el camino del manatí”. En Venezuela los manatíes
comparten hábitats con las nutrias gigantes de río y nutrias de río, los
delfines de ríos y estuarios, la capibara, el caimán y las tortugas de
río.
El manatí antillano o del Caribe es la
única especie de sirenio en el Caribe. Es un animal grande, amistoso y
pacífico que vive en zonas costeras resguardadas como bahías y
manglares, y a veces remontan los ríos alimentándose de plantas
acuáticas como las lilas de agua, yerba de manatí, yerba de tortuga y
hojas de mangle.
En las desembocaduras de los grandes
ríos, en los humedales y en las costas donde habita el manatí, este
realiza un papel ecológico muy importante porque controla la
proliferación de plantas al alimentarse de ellas, pueden llegar a comer
en un día el 10% de su peso corporal.
Las zonas en las que se desarrolla el
Manatí se conocen como humedales, paisajes cubiertos de agua de forma
permanente. La razón es porque este animal debe vivir bajo el agua y
sólo sube a la superficie a tomar aire, lo que puede hacer cada 20
minutos si se encuentra inactivo o cada 5 minutos si está activo. Puede
vivir hasta 60 años.
La madre del manatí pare una cría luego
de 13 meses de embarazo y amamanta al bebé por dos años, por lo que sólo
puede aparearse alrededor de una vez cada cuatro años.
Manatíes Antillanos |
El Manatí en peligro de extinción
Quedan menos de 5.000 Manatíes
Antillanos en todo el Caribe, América Central, costas del Sur y Este de
de América del Norte y Costa Norte de América del Sur.
La intensa cacería durante siglos ha
llevado al manatí antillano al borde de la extinción. Es fácil de cazar,
pues prefiere morir a abandonar a un compañero herido. Por esto y por
sus huesos y piel, ha sido objeto de una atroz persecución, que ha
acabado con la mayoría de ellos. En nuestros días, continúan siendo
cazados furtivamente a pesar de estar protegidos por la ley.
Pero su situación es aún más crítica, debido a que en muchos casos viven en grupos aislados cuyos números se reducen cada año.
Los manatíes no nadan con rapidez debido
a su peso y tamaño, lo que los hace vulnerables ante la dificultad de
esquivar con rapidez una embarcación a gran velocidad. Por otra parte,
los botes manejados a grandes velocidades, no proveen oportunidad a sus
operadores para ver a simple vista manatíes sumergidos; estos factores
son determinantes en accidentes de atropello o golpes a estos mamíferos.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) declaró a los manatíes en 1994 “especie vulnerable de extinción” a nivel internacional. Los manatíes, aparecen en el Libro Rojo de la Fauna Venezolana en la categoría de especies en Peligro Crítico de Extinción.
En Venezolana la caza del manatí es
ilegal y los manatíes están totalmente protegidos bajo la legislación de
la vida silvestre Ley de Protección a la Fauna Silvestre de 1970
(artículos 11 y 17), Resolución MARNR no. 127 de 1978 y Resolución MARNR
no. 95 de 1979 pero, como en otros países latinoamericanos, la
imposición deja mucho que desear.
Cuatro áreas que comprenden hábitats de
manatíes en Venezuela han sido declaradas como parques nacionales:
Parque Nacional Ciénaga del Catatumbo, en el estado de Zulia; Parque
Nacional Mariusa en el estado de Delta Amacuro; Parque Nacional Santos
Luzardo, en el estado de Apure y el Parque Nacional Turuépano, en el
estado de Sucre, al igual que un refugio, la Ciénaga de los Olivitos y
una reserva, la Reserva para la Vida Silvestre de la Ciénaga de Juan
Manuel de Aguas Blancas y Aguas Negras, ambas en el estado Zulia.
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