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jueves, 26 de septiembre de 2013

Niños sirios luchan por continuar su educación


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teleSUR/La Radio del Sur
Unos dos millones de niños sirios han quedado sin posibilidad de ir a la escuela porque más de dos mil 500 centros han sido destruidos por los bombardeos generados por el conflicto armado. Solo unas 300 instalaciones han logrado ser reconstruidas.
Pese al conflicto armado que vive Siria desde marzo de 2011, los niños y niñas de esta nación batallan contra la amenaza de ser una generación perdida sin educación y luchan por hacer realidad sus sueños: que su país recupere la paz.
Los infantes, que son los más desprotegidos del conflicto, han sufrido en carne propia el temor por sus vidas y las de sus familias, así como han dejado de recibir una educación digna.
Esta situación, sin embargo, no ha sido un freno sino un gran desafío puesto que los pequeños continúan asistiendo a sus escuelas.
Walaa Salam, quien perdió a su hermano cuando un mortero cayó en momentos en que se dirigían al centro educativo, continúa sus estudios, intentado vivir su niñez.
“Estábamos en casa desayunando y fuimos al colegio. Una munición de mortero cayó. Estaba herida. Había mucha gente herida. Nos llevaron al hospital. Tengo mucho desconsuelo por la muerte de mi hermano”, contó Walaa.
También expresó su tristeza y miedo de que “algo malo ocurra. Lo que extraño es jugar con él, es que siempre estábamos juntos, era muy amable. Tenía el pelo negro y los ojos negros y nos amaba mucho. Espero que Dios nos proteja”, relató Walaa.
Ahora la pequeña va al colegio en compañía de una amiga. Prefiere no recordar aquel momento en que ella resultó herida, pero que sobre todo se llevó una parte de su vida.
Por su parte, Yawad Alsamman, un niño refugiado que junto con su familia abandonó su casa para trasladarse a Damasco, comentó que “los enfrentamientos alrededor de nuestra casa eran muy fuertes. Lo que me daba más miedo era el ruido. Extraño mucho jugar al fútbol con mis amigos del barrio”.
Aunque su familia solo se llevó a la capital siria lo esencial, Yawad tomó consigo un pensamiento: continuar sus estudios, luchar por sus sueños y recuperar la paz de su nación.
El conflicto en Siria, generado por grupos armados para derrocar al presidente Bashar Al Assad, ha dejado a unos dos millones de niños sin posibilidad de ir a la escuela porque más de dos mil 500 centros han sido destruidos por los bombardeos. Solo unas 300 instalaciones han logrado ser reconstruidas.
Estas acciones de violencia también han afectado la vida de muchos de estos pequeños que han visto cómo sus casas han quedado destrozadas o han tenido que abandonar sus hogares e incluso han tenido que llorar la muerte de familiares.
Desde el inicio del conflicto unos 11 mil niños sirios han muerto rumbo a sus colegios o en ataques a sus establecimientos, según estimaciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

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