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jueves, 11 de junio de 2015

Conozca cómo Venezuela fue despojada del territorio Esequibo



El politólogo e internacionalista, Manuel Montañez, en declaraciones para el programa La Patria Nueva, transmitido por Radio Nacional de Venezuela (RNV), describió cronológicamente cómo Venezuela fue despojada arbitrariamente de su territorio como consecuencia de conspiraciones internacionales y la complicidad de los gobernantes de turno.
Antecedentes históricos:
En 1.840 el gobierno de Gran Bretaña comisionó a Robert Schomburgk para trazar los límites entre la colonia de Guyana y nuestro país. Este comisionado demarcó líneas arbitrarias en mapas que dieron como resultado despojos sucesivos a nuestro territorio. Las líneas trazadas por Schomburgk fueron las siguientes: La primera en 1.840 despojándonos de 4.920 Km2, la segunda en 1.886 despojándonos de 141.930 Km2, la tercera en 1.887 despojándonos de 167.830 Km2 y la cuarta en 1.897 despojándonos de 203.310 Km2.
En el año 1844 el ministro venezolano, Alejo Fortique, solicitó que se reconociera el Río Esequibo como la línea divisoria entre los dos países, de acuerdo con lo sustentado en la constitución del año 1.830 sobre el principio del Jutis Possidetis Juris (El Derecho a poseer lo poseído). El gobierno inglés propuso que la frontera se marcara al oeste del Esequibo. Las conversaciones fueron suspendidas y los ingleses siguieron ocupando la zona como lo venían haciendo desde la época colonial.
Desde la ocupación de nuestro territorio por parte de Gran Bretaña, Venezuela protestó y llegó hasta romper relaciones diplomáticas con aquel país. En aquel entonces apeló al gobierno de Estados Unidos y este propuso un arbitraje; se formó un tribunal en el año de 1.899, cuya decisión formó el Laudo Arbitral de París, ya que fue firmado en la ciudad capital francesa que confirmó el despojo de 159.000 Km2 a Venezuela al fijar este laudo la frontera al oeste del Río Esequibo.
Esta decisión fue un abuso porque Venezuela no estuvo representada directamente, ya que el cuerpo de jueces que finalmente decidieron sobre los intereses de la República estaba constituido por: 2 norteamericanos; 2 británicos y 1 ruso. La sentencia tuvo vicios de nulidad: primero, por carecer de motivación en tanto que fijaba 50 años como tiempo de titularidad y de posesión, cuando la verdad es que nuestro país poseía la mismos derechos desde los tiempos de la Capitanía General en 1777; segundo, por la aplicación de ultrapetita en la sentencia, respecto de cuestiones no solicitadas en el Acuerdo Prearbitral, particularmente en lo que refiere a la navegación de ríos.
De lo anterior se desprende, la intención de favorecer a Gran Bretaña contra Venezuela. Dicho Laudo ha sido considerado no válido y no obligante por parte de nuestra nación y entre las argumentaciones más importantes se encuentra que el mismo fue firmado a espaldas de nuestro país.
En 1949 sale a la luz de la opinión pública un acuerdo secreto entre los jueces a través del denominado memorando de Mallet Prevost (que ordenó fuera publicado para después de su muerte si era necesario), que llevó a Venezuela a actuar bajo una conducción jurídica denominada Stoppel; es decir: acabar, poner fin, negarse a cumplir un Fallo en virtud de conocerse de sus vicios de origen.
Venezuela comienza una carrera política, jurídica y diplomática para rescatar su territorio y en el año 1962, reclama sus derechos sobre los territorios al oeste del Río Esequibo ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y como consecuencia representantes de ambos países firman el Acuerdo de Ginebra el 16 de febrero de 1966, en el cual se disponía: A.) nombrar una Comisión Mixta para solucionar el problema de los límites dado que el Laudo de París había resultado nulo. B.) La Comisión Mixta la conformarían representantes de Venezuela y la Guyana Británica que en aquel entonces aún era colonia; debiendo presentar informes cada seis meses. C.) Si pasados cuatro años la Comisión Mixta no encontraba solución al problema, se debería buscar un arreglo por medios pacíficos.
En 1970, Venezuela y Guyana (esta última ya como República independiente), firman el Protocolo de Puerto España, acordando prorrogar las conversaciones por 12 años; siendo que pasado ese período no se consiguió solución, se acordó referir el conflicto al Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), según dispositivos del Acuerdo de Ginebra, siendo que dicho territorio venezolano se mantiene bajo la figura de Territorio en Reclamación.
En esa época el caso de Guayana Esequiba fue visto con miopía por parte del gobierno al olvidar los derechos humanos de los casi 90 mil venezolanos que vivían en ese territorio y que reclamaban su anexión a Venezuela, peticiones que fueron bloqueadas por las posturas políticas de Acción Democrática (AD) al desestimar la Operación Rupununi cuyo objetivo era rescatar el territorio del que había sido despojado nuestro país.
Estas acciones nunca se concretaron por presiones de Acción Democrática contra el recién nombrado presidente Rafael Caldera, pues creían (con base a la Tesis de Gonzalo Barrios) en la inconveniencia de permitir que consecuencia del éxito de la operación pudiera surgir un militar victorioso que luego aspirara llegar después a Miraflores.
En el año 2008 Guyana presentó a la Comisión de Límites de Plataforma Continental de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la solicitud extender su dominio marítimo, ignorando la centenaria reclamación venezolana del territorio Esequibo. La aseveración guyanesa de que no hay disputas en la región desecha el contenido del Acuerdo de Ginebra de 1966 en que reconoce la controversia por el Esequibo y se compromete con un arreglo satisfactorio para ambas partes.
Las peticiones de extensión de plataforma continental de Guyana, aunadas con las de Trinidad y Tobago y Barbados, se solapan en varios puntos y afectan el dominio marítimo venezolano al no tomar en cuenta la proyección marítima correspondiente al estado Delta Amacuro y los derechos venezolanos en el territorio Esequibo reclamado por Venezuela.
Montañéz refirió que en el marco del proceso revolucionario que vive nuestro pueblo, los venezolanos debemos recordar siempre que cuando el imperialismo no logra concretar sus objetivos por una vía, recurre a otras que alimenten situaciones que debiliten a Latinoamérica y destruyan su unidad para que vuelva a convertirse en el patio trasero de Estados Unidos.
“Ante la incapacidad de la oposición venezolana de hacer tambalear al Gobierno Bolivariano con sus estrategias desestabilizadoras, el imperialismo tomó control de estas acciones con una agenda que está desempolvando viejas situaciones de disputas fronterizas de Venezuela con países hermanos como Guyana para quebrar la unidad regional que impulsó el Comandante Hugo Chávez con los bloques de integración como la Unasur, Alba y la Celac”, afirmó.
Fuente; RNV

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