“Juro delante de Dios, juro delante de la Patria, juro delante de mi
pueblo, que, sobre esta moribunda Constitución que impulsaré las
transformaciones democráticas necesarias para que la República nueva
tenga una Carta Magna adecuada a los nuevos tiempos. Lo juro”
Hugo Rafael Chávez Frías
02 de febrero de 1999
Esas fueron las palabras que dieron
paso a lo que es hoy la Constitución Bolivariana de Venezuela,
promulgada el 20 de diciembre de 1999 y, que tal día como hoy pero hace
quince años, recibió el espaldarazo del pueblo venezolano.
Antecedentes
La actual constitución en teoría es la número diecinueve con la que cuenta nuestro país desde 1830.
Este instrumento legal nace a través de
la propuesta del entonces presidente de la República, Hugo Chávez, quien
tuvo el sueño de resurgir los ideales del Libertador y Padre de la Patria, Simón Bolívar en el mismo.
La misma cuenta con 350 artículos, divididos en nueve Títulos, Capítulos, las Disposiciones Derogatorias, Transitorias y Finales además, de una enmienda introducida diez años después.
Fue el 25 de abril de 1999, cuando se efectuó el primer Referendum Constituyente,
en la gestión del Comandante Hugo Chávez, en el cual se llamó a los
ciudadanos a aprobar o no el texto que fue sería sancionado por la
Asamblea Nacional de aquel momento, para el 17 de noviembre de 1999.
Sin embargo, fue el 19 ese mes que
concluyó la discusión, mismo día en se logró firmar el proyecto por los
miembros de la Asamblea Constituyente.
Dicha consulta pública buscaba derogar la Constitución de 1961, la cual contó con la participación de los partidos políticos Acción Democrática, Unión Republicana Democrática, Copei y el Partido Comunista de Venezuela para ser ideada.
La actual Carta Magna es una referencia tanto en Latinoamérica como en el mundo, porque no solo reconoce el derecho de cada individuo a través del trabajo, la salud, la seguridad, la educación, sino que también aboga por la igualdad y la no discriminación,
puesto que reconoce los derechos de las minorías étnicas como la de los
indígenas que por años fueron olvidadas por los gobiernos anteriores de
la Revolución.
Además de ello, es una constitución que
contempla leyes que garantizan el bien de la naturaleza y el disfrute de
los que habitan en este país de un ecosistema sano. Rescata los valores culturales y defiende la soberanía de nuestro territorio nacional.
La Constitución Bolivariana estimula un sistema financiero que protege la moneda nacional, establece artículos que buscan la competencia equilibrada y el desarrollo integral de los recursos para que sea posible la justicia social en Venezuela.
Planteaba poner fin al bipartidismo,
llamaba entre otras cosas al nacimiento de la Asamblea Nacional,
suprimía la bicameralidad, se creaba la figura de Vicepresidente de la
República y se establecía cinco poderes públicos en lugar de tres: Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral y Ciudadano.
Son apenas algunas de las virtudes que
se pueden mencionar, de la madre de muchas leyes que a lo largo de estos
quince años han significado para el país, pero el más importante de
todos, es que es la primera constitución que se elige a través del voto directo, secreto y universal en este territorio nacional.
15 años del apoyo popular
El padrón electoral era de 10.940.596 para ese momento, para finalmente participaran 4.819.056 ciudadanos, de los que un avasallante 71,78% se avocaron a las urnas aquel 15 de diciembre de 1999, para respaldar la propuesta que plantaba en el Referendum Constitucional de Venezuela,
que tenía como objetivo darle sentido democrático al Estado venezolano
además, un carácter social de derecho en el que prevalecería la justicia
por sobre todas las cosas.
Ese porcentaje se tradujo en 3.301.475 de venezolanos que creyeron en el proyecto de Hugo Rafael Chávez Frías,
ese porcentaje se tradujo en uno de los tantos logros electorales del
Comandante, fue el inició del proceso revolucionario, que hoy trata de
impulsar un modelo político, social y económico inspirado en el
socialismo del siglo XXI, pero sobre todo significó y significa un logro
más para el pueblo, que con la Carta Magna cuenta con una democracia participativa y protagónica.
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