En diversas ocasiones nos hemos topado con gente, en su mayoría
escuálida, que se hace eco de la propaganda barata de la derecha acerca
de Colombia y sus supuestas virtudes como destino para establecerse con
la familia o emprender una carrera profesional. Otros tienen el tupé de
espetar que al otro lado de la frontera “se vive mejor” (¡!). En la
antigua Nueva Granada no hay apagones, los sueldos son “dignos” y no hay
delincuencia, según los “sesudos” analistas que hemos escuchado. De
acuerdo con ellos, el salario mínimo allá, al convertirse en moneda
nacional, es de Bs. 40.000 (¡!). A pesar de que en Venezuela habitan más
de cinco millones de colombianos, hasta ahora no hemos apreciado un
éxodo masivo, a la inversa, para regocijarse de los privilegios de un
país que ya podría considerarse como la sucursal de la Confederación
Helvética en Suramérica. ¿Nos equivocamos?
EL SALARIO EN COLOMBIA
El primer mito acerca de Colombia es el del salario mínimo: no es de Bs.
40.000 ni mucho menos. El monto real es de 616 mil pesos que a 1.980
por dólar, son 311 dólares estadounidenses (Bs. 3.732). Como lograrán
apreciar, está por debajo del sueldo mínimo en Venezuela (Bs. 4.889,11).
El detalle es que en la frontera, paramilitarismo y narcotráfico han
establecido tasas de cambio amañadas para beneficiar a la dupla
peso-dólar y depreciar, de manera artificial, el bolívar venezolano. De
acuerdo con el Banco de la República de Colombia, equivalente al Banco
Central acá, por cada bolívar se deben dar 170 pesos. Sin embargo, en
Cúcuta se transan 23 pesos por cada bolívar. C’est-à-dire, la mafia
limítrofe se queda con 147 pesos. Ello crea una grave distorsión en
nuestra economía y es un vulgar ataque especulativo hacia nuestro signo
monetario. Por tal motivo, el salario promedio de Bogotá, a razón de 23
pesos por bolívar, pasa de Bs. 3.732 a Bs. 26.752 (¡!). ¿Se comprende
ahora por qué los colombianos vienen a comprar a Venezuela? Un sueldo de
miseria allá lo canjean a bolívares, cruzan el Puente Internacional
“Simón Bolívar” y se llevan todo de esta tierra de gracia. Por lo
pretérito, más del 30% de los alimentos de Venezuela se fuga a las
estanterías de Cúcuta y otros recovecos del añejo virreinato.
Este fué el aumento de sueldo de este año para los colombianos |
Ahora bien, ¿se puede subsistir en Colombia con 616 mil pesos mensuales?
Una despensa, para dos personas adultas, cuesta 600 mil pesos por mes
en promedio (Bs. 3.529). ¿Cuánto se puede adquirir con Bs. 3.529 en
Mercal o PDVAL y para un ciclo de cuatro semanas? Allá, si un núcleo de
tres individuos sólo ingiere papas, arroz, pollo y huevos, gastará
350.000 pesos cada 30 días (Bs. 2.058,82). Y platicamos de porciones
pequeñas para cada uno, nada de comilonas. En Colombia, 47% de la
población activa percibe ingresos menores al salario mínimo de 616 mil
pesos. Las estadísticas oficiales reseñan que hay 14,1 millones de
pobres en una población de 47 millones de habitantes, lo que arroja un
índice de 30,16% (2013). En Venezuela, la carencia está en 19,6%: hay
una brecha de casi 11 puntos porcentuales con respecto a nuestro vecino.
El PIB per cápita de Colombia es de 7.748 dólares (Bs. 92.976) y el de
Venezuela es de 11.527 billetes verdes (Bs. 138.324). El 70% de los
neogranadinos no cotiza para pensiones: de un universo de 21 millones de
colombianos en edad de trabajar, sólo seis millones amortizan para una
pensión en los “años dorados” (*). De estos seis millones, nada más el
13% lograría cimentar dicho anhelo. En Venezuela, de una población
económicamente activa de 14 millones, sólo cinco millones están fuera
del paraguas de la jubilación. Ello simboliza un 36%.
SERVICIOS PÚBLICOS
Algunos bocones propalan que en Colombia no hay apagones (¡!) y lo
aseguran con una certitud delirante. En áreas como Barranquilla, el
servicio eléctrico falla con bastante frecuencia y por períodos de una
hora o más. Una factura de luz por un servicio malo, en la norteña
ciudad, es de 356.400 pesos (Bs. 2.096,47). En Bogotá no es tan
deplorable como en Barranquilla y el recibo es más asequible: 99 mil
pesos (Bs. 582,35). ¡Aunque nada para lanzar cohetes! En Colombia hay 11
municipios que todavía no están interconectados al sistema nacional y
tendrán que aguardar 20 años para gozar de electricidad las 24 horas del
día. Allá, el consumo es de dos mil kilovatios/hora por persona y en
Venezuela es el doble.
Solo con los servicio se va casi la mitad del salario minimo |
Las interrupciones temporales de suministro en
Venezuela se deben a dos factores primordiales: al incremento excesivo
de la demanda y, en menor medida, al sabotaje. ¿Cuánto hay que gastar en
educación en Colombia? Si una pareja clase media-baja desea que su hijo
vaya al colegio, deberá desembolsar entre 400 mil y 500 mil pesos
mensuales (entre Bs. 2.352,94 y Bs. 2.941,17). Las escuelas públicas son
minoría y hay que asignar una contribución económica, a pesar de que
esto no es obligatorio desde 2012. Una universidad privada oscilaría
entre los tres y diez millones de pesos semestrales (entre Bs. 17.647,05
y Bs. 58.823,52) y la calidad académica es muy mediocre; en las
“públicas” se debe otorgar un aporte acorde con el ingreso familiar. En
la hermana república no hay casas de estudio como la UCV, la ULA, la UBV
o la UNEFA, donde se pueda cursar gratis una carrera.
Recibo de agua |
En Bogotá,
verbigracia, el transporte público es un desastre: con nueve millones de
personas, la capital neogranadina no tiene ni metro. El TransMilenio,
algo parecido al BusCaracas, es ineficiente, peligroso y está colapsado.
Un amigo nuestro se fracturó el brazo allí como consecuencia de un
frenazo. La tarifa es de unos 1.485 pesos (Bs. 8). En el BusCaracas, que
es una maravilla, el boleto cuesta Bs. 1,50. Colmar el tanque de
gasolina de un vehículo pequeño son 70 mil pesos (Bs. 411,76) y el de
una camioneta, entre 110 mil y 140 mil (entre Bs. 647,05 y Bs. 823,52).
El 15% del parque automotor colombiano depende de los carburantes que
traen los “pimpineros” desde Venezuela: unos 100 mil barriles se van de
alijo cada fecha.
EL SISTEMA DE SALUD
La red de salud en Colombia es onerosa e inoperante, esto último incluso
en la iniciativa privada. Nuestro camarada, el de la extremidad
lesionada en el TransMilenio, abonaba una póliza obligatoria de 100
dólares mensuales (Bs. 1.200). Cuando arribó a la clínica, no tenían
pastilla para la tensión y lo mandaron a tomar agua, la cual tuvo que
sufragar de su bolsillo. ¡Lo atendieron a las cuatro horas! Si así lo
tratan a uno en el ámbito privado, no queremos imaginar cómo será la
odisea en un hospital público.
La 65% de la salud en colombia es privada |
Los medicamentos son otro viacrucis: el
“Atenolol” de 50mg se cotiza en 117 mil pesos (Bs. 688,23). En
Venezuela, la caja de pastillas de esa marca la regalan en Barrio
Adentro, por ejemplo. En nuestro país hay gente que tiene seguro privado
y la mayoría de las veces debe recurrir al sistema público sanitario,
sobre todo si la emergencia es de madrugada y es un caso pediátrico. No
han tenido ni un motivo para quejarse de la atención en el nosocomio del
IVSS o del Ministerio de Salud que han visitado, salvo contadas
excepciones, y han obtenido un servicio que se les ha negado en una
clínica privada. Igual sucede con quienes han ido a los CDI, los CAT y
las SRI. Algo impensable en el flanco aledaño.
LAS RESERVAS INTERNACIONALES, EL DESEMPLEO, LA DELINCUENCIA Y LA DESFACHATEZ DE LA REVISTA SEMANA
Las reservas internacionales de Colombia se hallan en el orden de los
47.364 millones de dólares y duplican las de Venezuela. Las de nuestro
país se ubican en 23 mil millones de dólares. El 86,8% del portafolio de
reservas colombianas se encuentra depositado en el tóptem dinerario
yanqui y el oro monetario sólo representa el 1,1% de éstas. Por el
contrario, nuestro respaldo áureo ocupa el 70% de nuestras reservas
internacionales con 367 toneladas aquilatadas del rey de los metales.
Colombia apenas atesora 10 toneladas de oro. El desempleo, de acuerdo
con los guarismos oficiales, es de 8,4% (septiembre 2014).
El comercio informal es la alternativa a la falta de empleo |
El paro
afecta a un millón 991 mil personas; en Venezuela, el nivel de
desocupación es de 7% y en años recientes se ha mantenido por debajo del
10%. En contraste, durante enero de 2013, el desempleo en Colombia fue
de 12,1%. La flexibilización laboral en latitudes neogranadinas ha
derivado en salarios cada vez más precarios y un profesional altamente
cualificado, con varias maestrías, podría devengar unos 800 mil pesos
(Bs. 4.705,88). Otra puntualización: varios analistas coinciden en que
los datos de desempleo de Colombia están siendo alterados con el fin de
entrar a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico). La admisión de Bogotá a este organismo brindaría más
confianza a los empresarios foráneos para que invirtieran en ese país
suramericano. El investigador estadounidense, Jan Kregel, afirma que hay
un nivel de paro “disfrazado” de 40% (**).
La Banca no es muy flexible a la hora de cancelar cuotas |
En Colombia, los montos por
utilización del dinero plástico o las cuotas de un crédito hipotecario
están sujetos a fluctuaciones tipo “balón”, como las que ya vivimos
durante los tiempos de la Cuarta República. Desde 2000, más de un millón
400 mil familias han sido víctimas de las ejecuciones hipotecarías
(***). Para 2011, en todo el país se contabilizaban más de 300 desalojos
por jornada. Entre 1985 y 2012, cinco millones de personas han sido
desplazadas por la guerra civil. En tres años, la Gran Misión Vivienda
Venezuela ha entregado 600 mil viviendas y beneficiado a más de un
millón 800 mil compatriotas. Sin comparación.
Los que ensalzan a Colombia como la tierra de las maravillas, pontifican
que allá no hay delincuencia o ésta no se percibe. No obstante, los
cómputos son notorios: en el departamento de Valle del Cauca hay 75,79
homicidios por cada 100 mil habitantes. En la capital de esta región,
Cali, son 85,74 por cada 100 mil (****). En toda la nación, Tunja
ostenta los dígitos más ínfimos con 7,72. El promedio nacional es de
30,33 decesos por cada 100 mil. De 1.120 municipios, hay 330 que
registran actividad paramilitar continua desde 2008. En Venezuela, donde
la infiltración de “paracos” es más que evidente, hay 39 homicidios por
cada 100 mil habitantes. Las modalidades delictivas importadas desde
Colombia han sido detectadas en varias coordenadas de nuestro terruño:
desde los atracos con armas largas, hasta la incineración o
desmembramiento de víctimas. Cada vez que la oh-posición vernácula trata
de hacer politiquería con el “affaire” de la delincuencia, más se
devela su vinculación con el entramado binacional del paramilitarismo.
La inseguridad en colombia es una temos muy poco debatido en ese país |
En la célebre revista Semana se publicó, el 24/11/2014, un reportaje con
el título “El fenómeno del anticolombianismo” y se logran avistar
“perlas” como éstas: “(…) En Venezuela siempre ha habido cierto recelo
con los colombianos […] Pero desde las altas esferas políticas se asocia
cada vez más abiertamente a Colombia con ‘imperialismo gringo’,
‘fascismo’ y ‘ultraderecha’ […] También acusan a los colombianos por el
desabastecimiento crónico del país (…)”. Primero, no es mentira que el
Estado neogranadino se preste a las maquinaciones de Estados Unidos. El
Plan Colombia y las siete bases militares yanquis asentadas allá, son
una evidencia estridente de ello. Álvaro Uribe Vélez, ex mandatario del
país cafetalero, es enemigo jurado de la Revolución Bolivariana. ¿Cómo
no asociarlos con el imperialismo gringo? Segundo, el contrabando de
extracción propiciado por los “bachaqueros” de la hermana república ha
desviado miles de toneladas de alimentos hacia Colombia. Desde agosto de
este año, se ha decomisado la exorbitante cuantía de 7.833 toneladas de
comida. Mas los descarados manipuladores de Semana pretenden soslayar
la aguda problemática y liberar de culpa a quienes desangran a nuestro
país.
Desplazados en colombia van en aumento en los ultimos años |
¿Cómo va a ser mejor morar en un territorio con 60 años de conflicto
armado a cuestas? ¿Cómo va a ser mejor estar en una sociedad donde el
banco te puede quitar la casa porque la ley ampara la usura hipotecaria?
El Estado burgués colombiano es un parásito que se nutre de Venezuela y
sus riquezas.
La inseguridad en colombia |
Éste se aprovecha de nuestra buena fe y nuestra política
de inclusión hacia los extranjeros, en especial de los neogranadinos.
Por desgracia, somos una “válvula de escape” de todas las inequidades
que fomenta un Estado neoclásico y arrastrado a los intereses de Estados
Unidos; mientras hagamos el “trabajo fácil” a la oligarquía cachaca,
más remota yacerá la posibilidad de que el pueblo colombiano se emancipe
de la atrofiada plutocracia que lo oprime. Estamos a favor de la
integración que sea constructiva, beneficiosa y en simetría de
condiciones, no obstante, en los vínculos con Bogotá hemos cargado el
fardo más infame. Eso no puede continuar. Colombia adolece de enormes
dificultades políticas, económicas y sociales, por lo tanto, no está en
condiciones de ser paradigma para nadie. El surrealista desprecio a la
Revolución Bolivariana no puede ser apología de la dislocada tesis de
que “allá se vive mejor que acá”. ¡Jamás! Ahora disponemos de copiosas
justificaciones para mandar al carajo a quien lo sostenga.
ADÁN GONZÁLEZ LIENDO
@rpkampuchea
PD. En relación con el PIB, Colombia crece a 4% anual y Venezuela a 1,4%
(2013). Habrá que recordar que el cálculo del PIB neogranadino también
incluye las actividades ilícitas del narcotráfico. La inflación allá es
de 3,3% y acá de la mentablemente de 60% (2013). El acaparamiento y la especulación empujan
los precios hacia arriba en Venezuela. En los estratos más depauperados
de Colombia, el impacto de la variación de importes es más dramático y
éste se eleva a más de 5%. La queja común -entre los ciudadanos de
Bogotá y sus alrededores- es: ¿por qué si la inflación en Venezuela es
más alta, los productos de allá son más baratos que los colombianos? Los
programas sociales para los más desposeídos son selectivos y se accede a
estos a través de una engorrosa acumulación de “puntajes”. La
universalidad de las misiones venezolanas sería una quimera allá. Por
cuestiones técnicas, hemos utilizado el SICAD 1 para las conversiones
del dólar a nuestra moneda de curso legal, ya que es lo más aproximado
al esquema de 170 pesos por bolívar estipulado por el Banco de la
República de Colombia. Agradecemos al economista Giuseppe de Corso su
invaluable colaboración para la concepción de este ensayo.
La mitad de los trabajadores colombianos vive con el salario minimo
(*) Palabras más, palabras menos, esto fue lo que declaró el presidente
de Colpensiones, Mauricio Olivera, quien fue citado en el siguiente
artículo: http://www.elcolombiano.com/historico/despues_de_los_40_anos_cuide_sus_aportes_para_poder_pensionarse-IXEC_299818
(**) “Ingreso de Colombia a la OCDE es un gran error”: Jan Kregel http://www.portafolio.co/economia/ingreso-colombia-la-ocde-es-un-gran-error-jan-kregel
(***) Desalojos en Colombia dejan sin casa a un millón 400.000 familias: http://youtu.be/PQX6_XPDaDI
(****) Cali y el Valle tuvieron mayor número de homicidios en 2013: Medicina Legal http://www.cablenoticias.tv/vernoticia.asp?WPLACA=21530
Fuente:Por: Adán González Liendo Aporrea
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