Si bien es cierto que la derecha venezolana ha demostrado
experiencia indiscutible en cosechar fracasos políticos monumentales,
este año 2014 que está por culminar no deja de ser catastróficamente
excepcional.
Pocas
veces en la política, un sector ídem de un país tiene tantas
condiciones "favorables" para su "éxito" político, y pocas veces un
sector con esas condiciones "a favor" termina con derrotas de
proporciones épicas. Es una paradoja de la política venezolana, que sólo
ha sido posible en nuestro tiempo, en que la predictibilidad está
seriamente cuestionada y sujeta al error. Acá este top 10 de 2014 para
analizar el asunto.
10. Guerra económica y tiro por la culata: Sólo el
proceso político venezolano, caracterizado por sus variantes
particulares en el imaginario de la población, guarda la característica
de que la opinión política sea diferenciada y que las coyunturas
políticas tengan lecturas disimiles en la población. Este 2014 ha sido
el año de la guerra económica, y con ella, la comparsa sostenida y
sistémica de un desorden social de estafa, especulación, bachaqueo y
enrarecimiento absoluto de la economía.
Sin embargo, hasta en el mismo imaginario opositor se hace saber
quienes son los responsables. Cuando un consumidor se ve estafado en un
abasto, podría sentirse desprotegido, podría culpar al Gobierno, pero
sabe quién lo está robando y a qué tendencia política pertenece. Sucede
en los grandes eslabones de la economía. Hay quienes saben en la
derecha, que el precio del dólar paralelo es un absurdo económico y
saben quiénes son los responsables. Hay opositores que entienden que
"están haciéndole un daño a la economía para sacar al Gobierno. Pero nos
están fregando es a nosotros".
Hay opositores que entienden quiénes son los grandes responsables del
fraude corporativo. Hay opositores que entienden quiénes están detrás
de acaparamientos inmensos, como el de los galpones de Aragua llenos de
millones de insumos médicos. Los opositores saben quién es el ladrón, si
les piden cuatro veces el valor regulado de un vehículo nuevo, saben
quiénes son y a qué sector político pertenecen.
La reversión política del malestar es un hecho. Lo cual indica que
aún en medio de la adversidad, de la acción del Gobierno nacional
depende si esto puede traducirse en una oportunidad política para la
revolución. Más allá de lo político, a la gente hay que protegerla con
más consistencia y nuestra dirigencia debe verlo así.
9. Fracaso electoral: La oposición recibió el 2014
con una derrota electoral indiscutible en diciembre de 2013 por las
elecciones municipales. El 78% de las alcaldías del país quedaron bajo
el timón de alcaldes chavistas. He ahí que se profundizó el laberinto de
la desmovilización, dispersión y división opositora. Tal mal inicio de
año, significó lo que vino y lo que vimos.
8. Leopoldo está preso, y nadie se los va a devolver: En
la era Chávez, no hubo nunca un preso del tamaño político de Leopoldo
López. Todos sus predecesores en golpes, paros y guarimbas resultaron
con amnistías o bajo el manto de la impunidad. Eso hay que reconocerlo,
Maduro no tiene el mismo estilo de Chávez. Imponiendo la autoridad
legítima, las instituciones del Gobierno no se quedaron de brazos
cruzados en las guarimbas de 2014, impusieron gobernabilidad y leyeron
políticamente lo que sucedería en el chavismo, si otra vez, y otra vez
más, la derecha actuaba a sus anchas con impunidad asesinando
venezolanos(as).
Hoy, el principal responsable de las guarimbas está preso y con él,
decenas de autores materiales de asesinatos y demás crímenes. Lo que
para ellos era una especie de aventura, en la que se creía que Leopoldo
López estaría de muy breve paso por una cárcel al entregarse a las
autoridades, intentando lucir heroico, se tradujo en el abandono de este
asesino a manos de sus propios en la MUD. La oposición mostró sus
divisiones alrededor de López. Mientras no haya sentencia firme,
Leopoldo López seguirá preso y aniquilado políticamente.
7. Capriles. El fracasado galáctico: El 2014 termina
con la carrera política y proyección de Capriles, la cual tardó años en
consolidarse. Luego de una carrera política que le significó el lobby
de ser nombrado como el Presidente más joven del extinto Congreso de
Venezuela (Cámara baja) en 1999, luego de ser alcalde y gobernador,
luego de tres años de intensísima y costosa campaña presidencial, luego
de todo el marketing electoral, luego de su adiestramiento por J.J.
Rendón, luego de todo el empresariado a su sombra apoyando su
candidatura, luego de que todos los medios privados se pusieran a su
servicio, luego de que se le llamara "el formidable líder que necesitaba
la oposición venezolana", Capriles se desplomó.
Terminó siendo el Comandante galáctico de estampita, de afiche
desteñido a la orilla de una avenida años después de su derrota
electoral.
El rechazo de Capriles en la derecha es tal, que muchos intentaron
refugiarse bajo la figura de Leopoldo, asumiendo que este "sí tenía
cojones". Intentando condensar un tipo de liderazgo creíble, radical,
sólo comparable con Chávez. La figura de Capriles se recalentó, se
fundió, se sobreexplotó para que como candidato terminara derrotado por
un Maduro que virtualmente nunca hizo campaña electoral y cuya cara
nunca se vio en un afiche en todo el país antes de su candidatura
presidencial.
Capriles termina el 2014 vagando en el ostracismo político. Poseedor
único en todo el mundo de un récord de perder dos elecciones
presidenciales en menos de seis meses, Capriles ya no cuenta con una
legión de seguidores que le aseguren un buen destino político. La
división opositora, el reverso político para la derecha que terminaron
siendo las guarimbas, y su propia actitud errática, lo llevaron a la
tumba política.
6. La Sayona: María Corina Machado se despide de
este 2014 con una muy criticada foto en un avión rumbo a Francia el
pasado 24 de diciembre. Con esto virtualmente cierra un 2014 donde ocupó
brevemente (estilo Carmona, sin poder ejercer) un cargo como Embajadora
de Panamá ante la OEA, perdiendo su curul en la Asamblea Nacional.
Intentó durante este año capitalizar políticamente el descontento y
la violencia guarimbera, pero terminó hundida en el rechazo de los
mismos opositores dados los coletazos políticos de semejante locura.
Casi todos en la misma derecha venezolana coinciden en que las guarimbas
fueron un fracaso, y con ese fracaso, sus caras visibles se hicieron de
una derrota política indiscutible, inocultable.
MariCori seguirá (a menos que al fin la metan presa por su papel en
las guarimbas) deambulando en el país, reuniéndose con grupúsculos
radicales de la clase media, que parecen una reunión de la secta
Herbalife. Seguirá intentando rankearse políticamente. Seguirá con su
relacionamiento en el exterior para sostener su figura y su pseudo
liderazgo, pero llevará a cuestas la sombra de su fracaso este 2014.
5. Lo que dicen los sesudos analistas de la derecha:
Todas las encuestadoras hechas famosas por la misma derecha como
Hinterlaces, Datanálisis, IVAD, entre otras, coincidieron en que la
derecha perdió en todos los escenarios políticos de 2014 y que pese a no
ser un año electoral, las pugnas internas, los intereses particulares y
el desmembramiento y desmovilización de sus seguidores, terminaron
siendo el resultado de un año de inocultable descontento social que pudo
haber servido para la cohesión política de sus fuerzas, previo al 2015,
año electoral parlamentario.
Todas las caras visibles del análisis político en la derecha
entienden este 2014 como un año de pérdidas en el saldo político de la
oposición, de crecimiento de los ninís, de escepticismo, de desinfle de
la figura de Capriles, de la consolidación de la derecha como un sector
sin liderazgo y con una dirigencia violenta, errónea, incapaz de
capitalizarse como alternativa política, sin proyecto, sin sentido de
identidad con los sectores sociales en descontento. La fórmula del
empleo sostenido del malestar, de la eterna queja, del descontento, como
casi único discurso en la derecha, se agota, y es insuficiente ante las
expectativas políticas de su propia gente, que espera otra cosa de
ellos.
4. Aveledo-Chuo: La renuncia (por presiones
internas) de Ramón Guillermo Aveledo, timonel durante años de la MUD,
devino en una pugna interna y en el grave error político que fue dejar a
la dirigencia opositora sin liderazgo ejecutivo durante meses.
Intentaron cuajar un tipo de liderazgo de estilo "popular" en Chúo
Torrealba, un tipo que pese a haber estado años en medios no sabe
hablar, y la cosa no resultó. No levanta, no la mueve, no emociona, no
hay pertinencia e identidad de Chúo con lo que forjó Aveledo. Pensaban
que Chúo resucitaría a la MUD, y por el contrario la desmovilizó, la
dividió más, la condujo a un letargo, que no encauza a las masas, que no
capitaliza el descontento, que no une fuerzas como sucedía en años
anteriores.
3. ¿Ma, me, MID, mo, MUD?: La MID surge este 2014
como alternativa a la MUD. Se dicen alternativa no electoral, sólo
organizacional. Pero eso está por verse este 2015 en el que la derecha
intentará cuajar candidaturas para las parlamentarias, lo que hará
visibles intereses de grupos y personalismos. En todo caso, el daño
hecho está. El país entero, los seguidores de la oposición, vieron a
algunos de sus dirigentes formar tienda aparte, de manera absurda e
inexplicable intentaron pintar como unidad lo que a simple vista no era
un gesto de unidad. El rechazo entre los mismos seguidores de la derecha
fue absoluto.
La derecha tiene oficialmente dos versiones de sí misma. En el MID
confluyen los mismos sectores que fijaron postura frontal a favor de las
guarimbas, y sectores claramente más viscerales y fascistas dentro de
la derecha. Dirigentes de la MID como MariCori y Ledezma hasta
recibieron el veto adeco, cuando esa organización mandó a sus seguidores
a no asistir a actos donde aparezcan estos personajes.
Las divisiones son tan visibles, que un sector y el otro de la
derecha se acusan de colaboracionistas del chavismo, unos por violentos,
los otros por no violentos. El laberinto opositor se dirime entre una
casta de partiditos e intereses corporativos que no logran ponerse de
acuerdo entre sí teniendo todos el mismo objetivo, y que aún así
pretenden dirigir un país entero.
2. Las guarimbas: Son consideradas el fracaso
político más grande del 2014, un oprobio a la política tan típico de la
derecha, que sirvió a esa tesis ya conocida que reza: "Cuando el año no
es electoral, los escuálidos tiran un golpe".
Las pugnas internas en la derecha que llevaron a Leopoldo López,
Ledezma y MariCori a intentar capitalizar el liderazgo político de la
oposición devinieron en una agenda golpista fracasada. Confiados en un
golpe militar que murió al nacer, la derecha se encerró a sí misma en un
callejón sin salida, tras una barricada. Las guarimbas no sólo se
tradujeron en rechazo público, también desmoronaron los rostros visibles
de la oposición e hicieron que un tipo como el General Guaya Vivas, un
viejito loco con una ametralladora encerrado en su quinta mandando
videítos por YouTube, sea el "líder" opositor visible a fines de este
2014.
Las guarimbas provocaron "La Salida" de la escena política de
supuestos liderazgos emergentes en la derecha, como Leopoldo y MariCori,
desapareció a Ledezma y consolidó la figura de Maduro quien ya tiene en
su haber dos intentos de golpes de Estado en su contra, y que fueron
anunciados por Capriles y Leopoldo. Las guarimbas permitieron al
chavismo atrincherarse en sí mismo, cohesionarse ante la amenaza, le ha
permitido centrar el foco político en la arremetida fascista como una
situación real.
Las guarimbas trajeron su coletazo político finalizando el 2014 de la
mano del Gobierno gringo, con sus sanciones y su acto injerencista, lo
que podría, según muchos lo aseguran, contravenir la situación política
interna, pues la derecha venezolana además de ser abiertamente
financiada por Obama con sus sanciones (pues el decreto Obama incluye
recursos en millones para la derecha), tiene en el mismo Gobierno gringo
un actor de injerencia en la política interna.
Las guarimbas pese a ser un inocultable fracaso político, tiene
simpatizantes radicados en lo más fascista de la derecha pendenciera y
violenta. Puede reeditarse. Es probable que en el 2015 un escenario
insurreccional de tipo fascista se produzca durante el primer trimestre,
y es una verdad absoluta que este significará una derrota política en
el preámbulo de unas elecciones.
Hay sectores en la misma derecha que insisten en no generar
situaciones de violencia, intentando resguardar su capital político.
Pero hay sectores que saben de plano, que las parlamentarias serán otra
derrota electoral para la derecha y que por eso deben patear la mesa
antes que empiece la partida. Lo más absurdo del accionar de la derecha
es que las guarimbas y otras formas de golpismo parecen ser esa piedra
con la que se van a tropezar una y otra vez, ante la frustración
electoral e institucional.
1. Maduro es presidente: El objetivo medular de la
derecha es tomar el poder en Miraflores. Su razón de ser como fuerza
política, es esa. Sea por la vía electoral, o del golpe, (dependiendo
del año, si electoral o no), su objetivo es la destrucción de la
Revolución Bolivariana. Suponían en Maduro un liderazgo débil,
inconsistente y derrocable. Se equivocaron.
Subestimaron a Maduro, cometieron el mismo error que cometieron con
Chávez y la realidad política nacional les está demostrando cuán
equivocados han estado. Maduro, más bien, se consolida en la adversidad
política y económica, algo que es más difícil ciertamente que en épocas
de bonanza y estabilidad política y social.
La cohesión de las fuerzas chavistas a lo interno ocurre como un
maremoto silencioso, adquiriendo más organicidad en circunstancias en
que la desmovilización más bien podrían hacer mella a lo interno. Nuevas
formas de la fuerza social adquieren cuerpo, nuevas alianzas, nuevas
formas de entender nuestra dinámica política cuajan en el chavismo.
Maduro se consolida como único líder visible del país, y la cualidad
de las expectativas alrededor de su figura se centran en que él asuma
una conducción efectiva del país en un contexto de crisis, lo que le
hace una figura de esperanza, mas no de rechazo. La figura de Maduro
gana espacios más pronunciados dentro del chavismo y su diversidad, cosa
que no sucede en la oposición de la mano de un liderazgo visible.
El chavismo, ya no sobre la figura de Chávez como un portaaviones
electoral, sino en su propia cohesión política como fuerza social,
adquiere cuerpo. Se redimensiona en el preámbulo electoral de 2015.
Nuevas coyunturas han de venir, y un cierre de ciclo se está
produciendo.
El 2015 promete ser un año de dificultades, pero a su vez de espacio
de maniobra de las fuerzas sociales revolucionarias. Es una verdad en la
ciencia política: en un contexto de incertidumbres, quienes más
oportunidades tienen de consolidar espacios políticos serán quienes más
cohesión política de sus fuerzas tengan. El 2014 cierra demostrando de
qué está hecho el chavismo.
Fuente: Miision Verdad
Diciembre 29 de 2014, 1:27 pm
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