Científicos de la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio corroboraron que la sonda Voyager-1, primera en cruzar la frontera del sistema solar, navega por el espacio exterior.
Instrumentos a bordo detectaron que el artefacto sufrió de nuevo el efecto de ondas de choque causadas por la eyección de masa coronal, lo que ratifica que se encuentra en el espacio interestelar, una región entre las estrellas cargada de partículas.
Normalmente, el espacio interestelar es como un lago tranquilo, pero cuando el Sol tiene una explosión envía una onda de choque hacia el exterior que alcanza la Voyager-1 alrededor de un año más tarde.
La onda hace que el plasma que rodea a la nave espacial “cante”, expresó Ed Stone, del Instituto de Tecnología de California en Pasadena y experto de la misión desde 1972.
Por su parte, Don Gurnett, de la Universidad de Iowa e investigador principal del instrumento de ondas de plasma en la sonda, señaló que todo está tranquilo a su alrededor. “Estamos muy contentos de analizar estos nuevos datos. Hasta el momento, podemos decir que se confirma que estamos en el espacio interestelar”, dijo.
Desde que la nave llegó al exterior -único objeto de manufactura humana en lograrlo- ha recibido tres ondas de golpe, la primera muy pequeña y no fue detectada cuando ocurrió, sólo se descubrió más tarde, pero la segunda pudo ser registrada en marzo de 2013.
La tercera, en marzo de este año, confirmó la ubicación de Voyager-1.
Lanzada al espacio en septiembre de 1977 pocos días después de su gemela, la Voyager 2, ambas cumplen el objetivo de explorar el Sistema Solar. Entre las dos han recogido información de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno y 48 de sus satélites.
me gustaria irme en una boyager
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