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domingo, 5 de julio de 2015

Una semana después | Eleazar Díaz Rangel

 Crédito últimas Notícias
La mayoría de quienes me leen recordarán que en varias ocasiones escribí sobre las colas para adquirir productos de primera necesidad, de higiene personal y aseo, y expresaba mis reservas sobre cuál podría ser su conducta electoral en las parlamentarias. Si la incomodidad, la pérdida de tiempo, los altos precios, cuando no se conseguían los regulados, podría incidir en la forma como votarían algunos de las centenares de miles que cada día se sometían a ese suplicio. Estas colas las forman usualmente quienes van en busca de productos que necesitan; otros a comprar “por si acaso”, para almacenarlos, y los bachaqueros. ¿Cuántos podrían abstenerse? ¿Cuántos votar por la oposición?
Estas interrogantes creo que se borraron después de las primarias del domingo pasado. La movilización habida, el alto número de votantes, como nunca antes en alguna primaria en Venezuela, me hizo llegar a la conclusión de que me había equivocado. Parece que no habrá razones para temer por los efectos que podrían generar esas colas durante tanto tiempo. Pero no hay que confiarse, ni el Gobierno dejar de buscar mecanismos que, al menos, reduzcan al mínimo esas colas, que combata la especulación y derrote la escasez, y el Psuv y sus aliados no deben descuidar la búsqueda de votos y multiplicar los del 28J.
Me equivoqué yo, y seguramente muchos de ustedes. Y se equivocó el Psuv, su Dirección Nacional, si ésta fue materia suya, el comando de campaña cuando decidieron que 20% de las máquinas era suficiente para atender la votación esperada. Muchos dejaron de votar, era demasiado tiempo que todavía debían esperar. Si hubiesen duplicado ese porcentaje, seguramente el proceso no se hubiera alargado hasta altas horas de la noche, ni hubiese habido electores que desistieran de su esfuerzo.
Si se equivocó el Psuv, ¿por qué no se podía equivocar la MUD, que además confiaba en que no votaría tanta gente, que deseaba que no hubiesen colas, y que se creyó eso de que prorrogaron el horario porque no había votado casi nadie, o que las cifras fueron fraudulentas?
El problema de la MUD es que no ha demostrado interés en rectificar, en abrir los ojos, y estar consciente de que a partir de esa inesperada votación, y en contraste con la suya, se hace cada vez más difícil seguir pensando que pueden ganar las parlamentarias y que tendrán mayoría en la Asamblea Nacional. Si la campaña se desarrolla como es previsible, en paz, sin ningún factor distorsionante, sin hechos de violencia que pudiesen trastornar el proceso, lo más lógico es que el Gran Polo Patriótico obtenga un sólido triunfo que le permita conservar su mayoría. ¿Qué hará la oposición? Debían olvidarse de los objetivos anunciados, de ganar esas elecciones del 6D, y ser más realistas. Deben pelear cada voto para preservar su minoría. Pero, con las divergencias internas inocultables, aparentemente irreconciliables, cuando tengan que decidir que hacer, ¿podrán ponerse de acuerdo las dos o más tendencias que los separan?

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