No es fortuito; es plenamente planificado / La guerra económica, impulsada por la derecha, intenta causar decepción hacia el gobierno, sin usar la fuerza |
Durante todo el año 2014, y lo
que avanza de 2015, siguen las colas en las afueras de los puntos de
venta y establecimientos comerciales, en busca de productos de la cesta
básica.
La oposición, el empresariado privado y los medios internacionales,
intentan hacer creer al mundo que el desabastecimiento es fruto de una
mala gestión económica y productiva del gobierno bolivariano. Dicen que
no hay aparato productivo nacional. Todo lo contrario. El
desabastecimiento no es fortuito; es plenamente planificado.
La causa primordial surge a raíz del acaparamiento: escogen productos
básicos que deberían entrara en rotación en los anaqueles de todo el
país; al mismo tiempo que de envía otro lote a otros destinos fuera del
país. También hay muestra de acaparamiento en las personas, que por
temor a no encontrar más alguna marca o alimento, compran sin control y
comienzan a acumular, sin necesitarlos.
Lo cierto es que, esta trilogía derechista solo busca que la
población caiga en psicosis desesperación y angustia, para desacreditar a
los líderes revolucionarios. De esta manera, denuncia el Gobierno del
presidente Nicolás Maduro, que la oposición quisiera regresar al poder
político a los antiguos líderes de derecha que precisamente golpearon el
sistema económico y afectaron a los menos favorecidos.
Así sucedió entre 1970 y 1973 en Chile. Acaparamiento de alimentos
básicos era el común denominador en la campaña contra Salvador Allende.
Ahora, la fórmula de la oligarquía venezolana se repite, reconoce el analista social Erick Rodríguez.
“Al acaparar productos esenciales, se provoca irritación en la gente,
un argumento para asegurar que supuestamente el modelo de la revolución
es inviable, sin usar la fuerza”, sentencia.
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