Para conocer la faceta avara de la
guerra económica solo basta que usted analice, con postura un tanto
alejada de prejuicios, el denominado mercado de lubricantes para
vehículos y las distorsiones que la publicidad ha creado en su conducta
al momento de comprar y hacer uso del aceite para su carro.
Trate de hacerlo, pues de lo contrario seguirá vociferando injustificados improperios y tomando costosas decisiones cada vez intente comprar aceite.Ocurrió -y aún ocurre- que la escasez y los vulgares precios de algunos aceites tienen su origen en la sobrefacturación y triangulación de los aditivos comprados en el extranjero por los fabricantes de lubricantes.
Todos los lubricantes expedidos en el país están compuestos por 80% de aceites básicos más de 5% a 20% de aditivos. Los primeros son producidos por PDVSA mientras los segundos son adquiridos en el exterior, hasta la fecha, a dólar preferencial, es decir, a 6,30 bolívares.
El mercado de lubricantes en Venezuela asciende a unos 26 millones de litros por mes, de los cuales PDVSA produce unos 15 millones de litros mientras el resto es generado por empresas privadas, a las cuales la estatal petrolera les vende la indispensable base de aceites.
Resulta que en las inspecciones de las empresas de lubricantes realizadas por Cadivi se halló que en aquellas donde los aceites eran vendidos a precios especulativos, los aditivos comprados en el exterior a 5 dólares por kilo figuraban en las facturas a 25 dólares, con el agravante de que estos precios eran incrementados artificial y usureramente en las ventas mutuas –triangulación- de una empresa a otra, siendo todas de un mismo dueño.
Imagínese el negocio que hacían los dueños de estas compañías tras observar que sus compras anuales de aditivos se ubican por el orden de los 50 millones de dólares anuales, de un total de 150 millones facturados entre PDVSA y los privados en el exterior.
Ante semejante panorama, Cadivi decidió meterse en las cuentas y balances de las empresas lubricantes para indagar qué hacían con los dólares, proceso de inspección y fijación de responsabilidades que dilató la compra de aditivos y con ella su fabricación. Consecuencia: los empresarios especuladores mermaron la producción y crearon escasez.
Para solventar el problema de la escasez causada por el avaro deseo de ganar dinero fácil por parte de especuladores fabricantes privados de lubricantes, PDVSA asumió la responsabilidad de revisar los precios de los aditivos, mientras Cadivi procedió a ir cancelando las deudas contraídas a las empresas inspeccionadas y con cuentas en orden.
Otra acción tomada fue arribar a un acuerdo con siete empresas de lubricantes, el cual incluye la venta en bolívares de los aditivos por parte de PDVSA, lo cual garantiza el suministro del componente con mayor garantía de fijación de precios justos a nivel del consumidor.
A esto se añade que la Dirección de Industrialización del Ministerio del Poder Popular de Petróleo y Minería y PDVSA se comprometieron y ya proporcionan talleres educativos sobre cálculos y fijación de precios, bajo las líneas legales pautadas por la Ley de Precios Justos.
El resultado inmediato de tales acciones es que mientras PDVSA mantiene un nivel de producción de 14 millones de litros de aceites al mes, y ya se alista para alcanzar los 16 millones, las siete empresas de lubricantes ya producen 11 millones, con lo cual se satisface el volumen requerido por el mercado.
La buena noticia es que tal nivel de producción se logró en los meses de abril y mayo, pero aun no se aprecia en su totalidad en los anaqueles, porque todavía existe la actitud de muchos usuarios de adquirir cantidades mayores a las requeridas.Además,aun persiste el contrabando y acaparamiento de los avaros y especuladores.
Trate de hacerlo, pues de lo contrario seguirá vociferando injustificados improperios y tomando costosas decisiones cada vez intente comprar aceite.Ocurrió -y aún ocurre- que la escasez y los vulgares precios de algunos aceites tienen su origen en la sobrefacturación y triangulación de los aditivos comprados en el extranjero por los fabricantes de lubricantes.
Todos los lubricantes expedidos en el país están compuestos por 80% de aceites básicos más de 5% a 20% de aditivos. Los primeros son producidos por PDVSA mientras los segundos son adquiridos en el exterior, hasta la fecha, a dólar preferencial, es decir, a 6,30 bolívares.
El mercado de lubricantes en Venezuela asciende a unos 26 millones de litros por mes, de los cuales PDVSA produce unos 15 millones de litros mientras el resto es generado por empresas privadas, a las cuales la estatal petrolera les vende la indispensable base de aceites.
Resulta que en las inspecciones de las empresas de lubricantes realizadas por Cadivi se halló que en aquellas donde los aceites eran vendidos a precios especulativos, los aditivos comprados en el exterior a 5 dólares por kilo figuraban en las facturas a 25 dólares, con el agravante de que estos precios eran incrementados artificial y usureramente en las ventas mutuas –triangulación- de una empresa a otra, siendo todas de un mismo dueño.
Imagínese el negocio que hacían los dueños de estas compañías tras observar que sus compras anuales de aditivos se ubican por el orden de los 50 millones de dólares anuales, de un total de 150 millones facturados entre PDVSA y los privados en el exterior.
Ante semejante panorama, Cadivi decidió meterse en las cuentas y balances de las empresas lubricantes para indagar qué hacían con los dólares, proceso de inspección y fijación de responsabilidades que dilató la compra de aditivos y con ella su fabricación. Consecuencia: los empresarios especuladores mermaron la producción y crearon escasez.
Para solventar el problema de la escasez causada por el avaro deseo de ganar dinero fácil por parte de especuladores fabricantes privados de lubricantes, PDVSA asumió la responsabilidad de revisar los precios de los aditivos, mientras Cadivi procedió a ir cancelando las deudas contraídas a las empresas inspeccionadas y con cuentas en orden.
Otra acción tomada fue arribar a un acuerdo con siete empresas de lubricantes, el cual incluye la venta en bolívares de los aditivos por parte de PDVSA, lo cual garantiza el suministro del componente con mayor garantía de fijación de precios justos a nivel del consumidor.
A esto se añade que la Dirección de Industrialización del Ministerio del Poder Popular de Petróleo y Minería y PDVSA se comprometieron y ya proporcionan talleres educativos sobre cálculos y fijación de precios, bajo las líneas legales pautadas por la Ley de Precios Justos.
El resultado inmediato de tales acciones es que mientras PDVSA mantiene un nivel de producción de 14 millones de litros de aceites al mes, y ya se alista para alcanzar los 16 millones, las siete empresas de lubricantes ya producen 11 millones, con lo cual se satisface el volumen requerido por el mercado.
La buena noticia es que tal nivel de producción se logró en los meses de abril y mayo, pero aun no se aprecia en su totalidad en los anaqueles, porque todavía existe la actitud de muchos usuarios de adquirir cantidades mayores a las requeridas.Además,aun persiste el contrabando y acaparamiento de los avaros y especuladores.
(Ciudad Ccs)
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