1.- Lo que está ocurriendo en San
Cristóbal no es terrorismo, aunque opositores recurren a sus métodos.
Este viejo término actualizado por Bush después del 11/S, tiene uso
variado. Pero terrorismo supone generar pánico, uso de armas
sofisticadas y estricto secreto.
2.-Tampoco es insurrección. Las
insurrecciones son actos espontáneos. El Caracazo de 1989 es una
muestra, no hubo líderes formales ni planificación. Mientras los actos
de San Cristóbal y el resto del país han sido previstos con semanas de
anticipación y tienen líderes que los asumen públicamente.
3.- Usan tácticas subversivas, aunque no
son guerrillas, esta forma de lucha, implica la acción de grupos
pequeños, de alta movilidad y operatividad. Los actos de violencia
ocurridos en San Cristóbal entre ellos: 2 intentos de paralizar una
subestación eléctrica ubicada frente a la ULA y 6 molotov contra un bus
de Cotatur, ambos actos fallidos, no parecen acciones de terroristas o
paracos experimentados, por cierto estos llegaron al Táchira desde el
2000.
4.-Son golpistas. Estamos ante un golpe
de estado contra el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro. Los golpes
suelen iniciarlos un grupo de militares activos y civiles. La
ultraderecha no ha recibido apoyo de la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana, entonces recurren al caos generalizado intentando generar
una guerra civil, esperando que EE.UU invada y les apoye.
5.-Funcionan así: desde Caracas líderes
opositores llaman a la destrucción y al crimen. Los estudiantes siguen
esas órdenes y salen a la calle, muchos con sus padres. Otro nivel,
grupos entrenados – en México, por Paracos y en EE.UU – para el
sabotaje, con técnicas y armas tradicionales, como las bombas molotov,
el uso de pólvora y sistemas de comunicación. Han limitado la libertad
de tránsito, destruyen los edificios públicos y privados. En esas
prácticas, siguen el manual sobre técnicas de golpes de Estado “no
violentos”, como los de Libia, Siria y Ucrania, del norteamericano Gene
Sharp.
6.- Crean la sensación de falta de
autoridad, los saboteadores obligan a las personas a alterar las
rutas, a no salir de sus casas y les cobran peaje. Lo que empezó en San
Cristóbal, se ha extendido a otros municipios del Tachira. Esa una de
las fases de un golpe –para Sharp-, generar ingobernabilidad y
descontento entre la población. Por ello, la Alcaldía no recoge la
basura y los desechos porque esa es precisamente la materia carburante
que está creando las condiciones para el golpe. El Golpe de la Basura.
7.-Ante la emergencia, le corresponde a
la Gobernación, a los organismos nacionales y a la militancia junto con
el pueblo, actuar para restablecer el orden y recoger los escombros
para reencontrar la tranquilidad y la paz. Pero no una paz bobalicona,
donde se quieran imponer los saboteadores y los especuladores. Debe ser
una paz de respeto, que garantice los derechos humanos y políticos pero
respetando a los demás. Donde la vía para llegar al poder sean las
elecciones, no a través de un golpe de Estado.
No hay comentarios :
Publicar un comentario