Protestaban por la libertad de expresión, sin embargo, terminaron con discursos abominables: “Que se muera Maduro”, “a los pata e' en el suelo de los chavistas se les acabó su tiempo”. |
“Toda la historia de la sociedad humana,
hasta la actualidad, es una historia de lucha de clases”, apuntó Marx.
Frase perfectamente válida para estos días en los que algunos jóvenes
venezolanos manifiestan, con el mayor de los descaros, su visión
individualista, violenta, tal cual alienados por la derecha venezolana,
que está dirigida por los grandes burgueses del país: Leopoldo López,
María Corina Machado, Antonio Ledezma y muchos otros que han despreciado
al pueblo desde siempre.
Este viernes, un grupo de jóvenes protestó contra el Gobierno en la Plaza Altamira, un equipo periodístico los observaba: miradas perdidas en los vicios de la industria cultural, manifestantes que repetían los discursos sin sentido de la oposición venezolana: esa misma que censuró a los sectores populares durante años. Esa misma que repudia el saber popular y desconoce los beneficios de la revolución. Esa misma del Carmonazo.
Surge la pregunta, ¿por qué están allí? Comenzaron marchando porque les molestaba la inseguridad del país, que no es más que el resultado de la injusticia social derivada de una clase burguesa que oprime al proletariado. También protestaban por la libertad de expresión, sin embargo, terminaron con discursos abominables: “Que se muera Maduro”, “a los pata e' en el suelo de los chavistas se les acabó su tiempo ”, “estamos en un país lleno de bestias rojas”, “mis amigos y yo no podemos salir a rumbear”, “no quiero meterme mi celular carísimo por la...”.
También emerge la pregunta, ¿a quién responden esos chicos de la Plaza Altamira? La respuesta más común es que se concentran “pacíficamente” para salvar a Venezuela. Pero, desde el día miércoles acompañan y solapan a todas las hordas violentas que han destruido espacios públicos, vehículos oficiales, centros de formación... La verdad es que responden a una oposición extinta, responden a una lucha sin sentido, responden porque les molesta que un obrero presida a una nación. Responden a los que los han entrenado para odiar. Después de todo, responden a la nada, a lo superfluo, a la vanidad, a la clase que representan.
Este viernes, un grupo de jóvenes protestó contra el Gobierno en la Plaza Altamira, un equipo periodístico los observaba: miradas perdidas en los vicios de la industria cultural, manifestantes que repetían los discursos sin sentido de la oposición venezolana: esa misma que censuró a los sectores populares durante años. Esa misma que repudia el saber popular y desconoce los beneficios de la revolución. Esa misma del Carmonazo.
Surge la pregunta, ¿por qué están allí? Comenzaron marchando porque les molestaba la inseguridad del país, que no es más que el resultado de la injusticia social derivada de una clase burguesa que oprime al proletariado. También protestaban por la libertad de expresión, sin embargo, terminaron con discursos abominables: “Que se muera Maduro”, “a los pata e' en el suelo de los chavistas se les acabó su tiempo ”, “estamos en un país lleno de bestias rojas”, “mis amigos y yo no podemos salir a rumbear”, “no quiero meterme mi celular carísimo por la...”.
También emerge la pregunta, ¿a quién responden esos chicos de la Plaza Altamira? La respuesta más común es que se concentran “pacíficamente” para salvar a Venezuela. Pero, desde el día miércoles acompañan y solapan a todas las hordas violentas que han destruido espacios públicos, vehículos oficiales, centros de formación... La verdad es que responden a una oposición extinta, responden a una lucha sin sentido, responden porque les molesta que un obrero presida a una nación. Responden a los que los han entrenado para odiar. Después de todo, responden a la nada, a lo superfluo, a la vanidad, a la clase que representan.
Lo
peor es que este grupo de la Plaza Altamira arrastra a otra parte de la
juventud, esa que está desorientada, sin lineamientos y sin
convicciones políticas claras. Es lamentable que algunos muchachos no
cuenten con la claridad para distinguir entre un verdadero líder y los
politiqueros que causaron la muerte de al menos 3 personas el día
miércoles.
La oposición una vez más transita por la ruta equivocada.
Transita sin el acompañamiento de las mayorías. Transita por los caminos
verdes, porque los sectores populares no respaldan a los que los
humillan. El pueblo ha despertado, ya no lo engañan los medios, los
clasistas, los mercenarios.Si algo se encontró en la Plaza Altamira es ausencia de conciencia. Los periodistas creían que hablaban con algún zombie, con jóvenes vestidos muy bien pero con vocabulario soez, con mentalidades que desnudan su intención de turbar y acabar con los que han logrado educación de calidad, viviendas, centros de salud y oportunidades increíbles para la nueva generación de Venezuela.
(LaIguana.Tv)
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