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| Los costos de cada medicamento dependen del que elija. Los revendedores sacan cada blíster (lámina plástica envasadoras de pastillas) de las cajas para ofertar cada una en 20 y 100 bolívares. |
Ni las medicinas se salvan de los
bachaqueros en el Zulia. Los medicamentos que no consiguen en los
expendios autorizados de la ciudad lo encuentra por montones sobre mesas
en el mercado Las Pulgas y hasta nueve veces más caros.
Eloisa Marcano visitó tres farmacias en el casco central buscando ibuprofeno para calmar las dolencias de sus piernas, pero no lo consiguió. “La vendedora me dijo que como estaba cerca viniera hasta Las Pulgas que aquí sí lo tenían porque los bachaqueros se han llevado casi todo”, contó la mujer, de 55 años, al salir del pasillo del mercado.
Al retirarse la cliente, detrás de ella había dos puestos ambulantes de medicinas. Torres de antigripales, antibióticos, aspirinas, analgésicos, gotas nasales, laxantes, vitaminas, pastillas de calcio y antiácidos efervescentes “inundan” los estantes improvisados sobre cestas y viejos tarantines.
Los costos de cada medicamento depende del que elija. Los revendedores sacan cada blíster (lámina plástica envasadoras de pastillas) de las cajas para ofertar cada una en 20 y 100 bolívares.
“No te vendemos la caja completa de ibuprofeno. Si la quieres así, camina más adelante que allá tenemos un ‘mayorista’ que es el que nos las reparte. Yo la tengo, pero te la vendo en 300 bolívares”, dijo la comerciante informal. En una farmacia, el mismo medicamento, tiene un costo de 28 bolívares.
En las farmacias de Maracaibo los empleados denunciaron acosos constantes por grupos que llegan en camiones a comprar medicinas. “Vienen de 6 a 10 personas y se llevan complejos vitamínicos, antihipertensivos, acetaminofen y los productos de venta libre —que son los que están ubicados en estantes— como la leche maternizada y antigripales”, explicó Víctor López, encargado y farmaceuta.
Señaló que entre los medicamentos escasos están Maternavit, para embarazadas; Megaflorín, para los intestinos; Glucofage, utilizado por diabéticos, Atenolol y antinflamatorios.
Yusbely Huerta, coordinadora de otro expendio de medicinas al norte de la ciudad, declaró que los bachaqueros “arrasan” con los sueros, champús, desodorantes, cereales y toallas húmedas. “Cuando piden más de tres productos, inmediatamente los identificamos, y no le vendemos más. Una mujer me tiró un empaque de toalla húmeda en la cara porque le dije que no le iba a dejar sacar seis paquetes. El otro día un señor quiso comprar 30 desodorantes”, narró la empleada de la farmacia.
Para controlar las ventas, Huerta dijo que “espantan” a los contrabandistas exigiéndoles la compra mínima de 300 bolívares en productos. “Es una medida que se aplicó por el tema de los alimentos, pero la hemos tomado para que los bachaqueros no saquen más de la cuenta”, relató Huerta.
Indicó López que en vista de la escasez todas las farmacias acordaron regular las ventas para abastecer a la demanda y evitar reventas. Incluso mencionó que los dueños participaron en una reunión con el CPBEZ y la Secretaría Regional de Salud para abordar el tema de la extracción de medicinas.
Eloisa Marcano visitó tres farmacias en el casco central buscando ibuprofeno para calmar las dolencias de sus piernas, pero no lo consiguió. “La vendedora me dijo que como estaba cerca viniera hasta Las Pulgas que aquí sí lo tenían porque los bachaqueros se han llevado casi todo”, contó la mujer, de 55 años, al salir del pasillo del mercado.
Al retirarse la cliente, detrás de ella había dos puestos ambulantes de medicinas. Torres de antigripales, antibióticos, aspirinas, analgésicos, gotas nasales, laxantes, vitaminas, pastillas de calcio y antiácidos efervescentes “inundan” los estantes improvisados sobre cestas y viejos tarantines.
Los costos de cada medicamento depende del que elija. Los revendedores sacan cada blíster (lámina plástica envasadoras de pastillas) de las cajas para ofertar cada una en 20 y 100 bolívares.
“No te vendemos la caja completa de ibuprofeno. Si la quieres así, camina más adelante que allá tenemos un ‘mayorista’ que es el que nos las reparte. Yo la tengo, pero te la vendo en 300 bolívares”, dijo la comerciante informal. En una farmacia, el mismo medicamento, tiene un costo de 28 bolívares.
En las farmacias de Maracaibo los empleados denunciaron acosos constantes por grupos que llegan en camiones a comprar medicinas. “Vienen de 6 a 10 personas y se llevan complejos vitamínicos, antihipertensivos, acetaminofen y los productos de venta libre —que son los que están ubicados en estantes— como la leche maternizada y antigripales”, explicó Víctor López, encargado y farmaceuta.
Señaló que entre los medicamentos escasos están Maternavit, para embarazadas; Megaflorín, para los intestinos; Glucofage, utilizado por diabéticos, Atenolol y antinflamatorios.
Yusbely Huerta, coordinadora de otro expendio de medicinas al norte de la ciudad, declaró que los bachaqueros “arrasan” con los sueros, champús, desodorantes, cereales y toallas húmedas. “Cuando piden más de tres productos, inmediatamente los identificamos, y no le vendemos más. Una mujer me tiró un empaque de toalla húmeda en la cara porque le dije que no le iba a dejar sacar seis paquetes. El otro día un señor quiso comprar 30 desodorantes”, narró la empleada de la farmacia.
Para controlar las ventas, Huerta dijo que “espantan” a los contrabandistas exigiéndoles la compra mínima de 300 bolívares en productos. “Es una medida que se aplicó por el tema de los alimentos, pero la hemos tomado para que los bachaqueros no saquen más de la cuenta”, relató Huerta.
Indicó López que en vista de la escasez todas las farmacias acordaron regular las ventas para abastecer a la demanda y evitar reventas. Incluso mencionó que los dueños participaron en una reunión con el CPBEZ y la Secretaría Regional de Salud para abordar el tema de la extracción de medicinas.
(Panorama)
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