La emboscada a militares venezolanos que hacían labores de
inteligencia, rastreo y búsqueda contra el bachaqueo, destapa una olla
podrida, la frontera colombo-venezolana. De las buenas intenciones
iniciales -tratar el tema fronterizo y acordar planes conjuntos para
afrontar “los graves problemas fronterizos generados por la violencia
paramilitar y la guerra económica”- se pasa a una etapa de franca
confrontación y de “trapitos al aire”.
Promesas.
Colombia ofrece ayudar a la captura de los
delincuentes, revisar los índices de inmigración colombiana hacia
Venezuela, así como el tema del contrabando en la frontera entre ambos
países. El presidente Maduro ratifica que el cierre fronterizo se
mantendrá “hasta que cesen los ataques a la economía venezolana” El
presidente Santos riposta que el cierre beneficia a los delincuentes,
señala que la respuesta debería ser una colaboración más eficaz entre
los dos países y resalta que el costo económico "es inmenso".
Plan binacional de estabilización.
El presidente
Maduro anuncia plan especial de regularización de la frontera que supone
“una política superior de estabilización y regularización de toda la
vida económica, comercial, de la seguridad policial y militar, en
combinación con el gobierno de Colombia”. Se refuerza la seguridad en
la frontera y se despliegan 3.500 efectivos militares en Táchira. La
canciller de Colombia califica la medida como “soberana”.
“Maduro aprieta”
y decreta estado de excepción por
60 días en municipios fronterizos de Táchira, “obligado por las
circunstancias, por el paramilitarismo colombiano que está insertado en
nuestro territorio”. La medida persigue “un reordenamiento de la vida
comercial, económica, de la seguridad ciudadana, un restablecimiento y
reorganización, completa y a fondo de las comunidades de la zona
fronteriza".
“La frontera se nos pudrió”,
afirma Maduro quien
espera reunión con su homólogo colombiano. Santos asegura que su
Gobierno defenderá con “firmeza” a sus ciudadanos tras la deportación de
centenares de ellos desde Venezuela, destacando que “esa firmeza
requiere la sabiduría y la prudencia de la diplomacia”. Afirma estar
dispuesto a coordinar acciones con Venezuela. Gobierno venezolano decide
extender el estado de excepción. Partidos del GPP avalan medidas en
frontera, la oposición critica estado de excepción y Jorge Rodríguez
afirma que toda la población apoya las medidas del Presidente. Santos
exige a Venezuela “respeto por todos los colombianos”, afirma que “no
es momento de hacer sonar las trompetas de guerra que algunos quisieran
escuchar”. Maduro condena las declaraciones: “el presidente Santos
tiene el tupé de decir que pide respeto para los colombianos (...) y
destaca que “los venezolanos tenemos 5 millones 600 mil de colombianos
aquí”. Gobierno venezolano arranca un censo integral poblacional,
comercial, económico y espera que Colombia asuma su responsabilidad y
presente plan para la frontera.
¿Hacia una nueva frontera?
Las cancilleres de ambos
países se reúnen en Cartagena y, aunque no hubo una solución inmediata
respecto al cierre fronterizo, sientan las bases para un diálogo
bilateral y acuerdan los primeros pasos para resolver la crisis que
afecta a ambas naciones. Cierra la reunión con el compromiso de
programar reuniones con los ministros de Defensa, Finanzas y
Defensorías del Pueblo, para atacar de manera conjunta la criminalidad,
el contrabando, el tema cambiario y la fijación de un protocolo para
las deportaciones de ciudadanos colombianos que residen de forma ilegal
en territorio venezolano.
Vapores de la fantasía.
Paralelamente a la reunión
de las cancilleres, el Presidente Santos llega a Cúcuta para visitar a
“los colombianos expulsados de Venezuela” a quienes expresó “Este
gobierno sí los quiere y los escucha”. Según Maduro, Santos “la embarró
en Cúcuta”. Ratifica que no abrirá la frontera hasta que haya
condiciones mínimas y exige a Santos que prohíba en su territorio la
venta de productos venezolanos “sacados con el contrabando y el
bachaqueo”, así como “el ataque al bolívar”. Venezuela y Colombia llaman
a consultas a sus embajadores. Se frustran los avances logrados en la
reunión de Cancilleres. Venezuela revisará integralmente las
relaciones con Colombia. El presidente Maduro ordena la extensión del
estado de emergencia económica a 4 municipios, para sumar 10.
J.M. Santos: “La prioridad sigue siendo nuestros compatriotas deportados. No descansaremos hasta que recuperen sus vidas”.
N. Maduro: “He decidido tomar medidas estructurales y radicales. No
me va a parar nadie, para sanar de raíz la vida en la frontera”.
¿Quién podrá defenderme?
Maduro y Santos coinciden
en solicitar a la Unasur una comisión para que constate la situación
fronteriza. Maduro propone la creación de una comisión suramericana de
la verdad que evalúe la situación fronteriza. El Consejo Permanente de
la OEA realizará una sesión extraordinaria para atender impasse entre
Venezuela y Colombia. Maduro le solicita al organismo “sacar sus narices
de nuestros asuntos”. ONU aboga por diálogo constructivo. CIDH
califica de arbitrarias y colectivas las deportaciones. A petición de
Colombia el Consejo Permanente de la OEA tratará la crisis, sin embargo
no logra apoyo para que se convoque a los cancilleres de los países
miembros. Colombia estudia llevar ante Corte Penal a la cúpula civil y
militar venezolana, por crímenes de lesa humanidad.
“Llegó la hora de vernos cara a cara”
Maduro afirma
estar dispuesto “a hablar donde sea” con Santos. Le pide no sumarse a
“campaña de odio” y “acomodar” agenda para sostener un encuentro y
buscar "soluciones radicales" al problema. Cree necesaria “una reunión
pronto, para que busquemos, con la verdad, con respeto, canalizar de
raíz este tema”.
@maryclens
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