El presidente de la República, Nicolás Maduro, solicitó apoyo al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-Moon, para detener el éxodo humanitario masivo de ciudadanos colombianos a Venezuela, informó una nota de Prensa Presidencial.
En la actualidad, viven en Venezuela más de 5 millones 600 mil ciudadanos colombianos, quienes han sido incluidos en el sistema de protección social del Estado venezolano. Sólo en los últimos nueve años, 800.000 ciudadanos del vecino país han emigrado a Venezuela y además diariamente pasan 150.000 colombianos a este país, en busca de mejores condiciones de vida.
En este contexto, en declaraciones a periodistas, al término de una extensa reunión que se efectuó en Beijing, China, el mandatario venezolano recalcó que el apoyo se solicitó en vista de que Venezuela es un país pequeño que requiere "ayuda y asesoría para parar el éxodo humanitario masivo de Colombia hacia Venezuela".
Maduro explicó a Ban que en la zona limítrofe con Colombia, que abarca 2.219 kilómetros, "gobiernan los paramilitares, contrabandistas y narcotraficantes, porque ellos (el gobierno neogranadino) abandonaron la frontera. Del lado venezolano, territorio libre de producción de droga, pero se nos meten los paramilitares”.
El Jefe de Estado recordó que ese fenómeno migratorio se registra desde mediados del siglo pasado, lo que ha derivado en la proliferación en Venezuela de problemas como el paramilitarismo y el contrabando de extracción de alimentos, originados en Colombia.
De igual forma, lamentó que el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, esté sometido a grandes presiones de parte de Bogotá y recordó que la propuesta de enviar una comisión de ese organismo a la frontera colombo-venezolana, surgió desde Caracas.
"(Samper) parece que no escuchó que yo le dije a él públicamente que Venezuela propone una comisión suramericana para vaya a ver la situación de la frontera y ayudar a ambas naciones a tener una frontera de paz”, señaló al respecto.
Sin embargo, enfatizó que su deseo es sostener una reunión bilateral con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, para abordar el tema fronterizo y mostró su decepción por el silencio del gobierno del vecino país ante la petición de parar la guerra contra la moneda venezolana en Cúcuta.
“No ha dicho ni pío”, sostuvo Maduro, pese a que ambas cancillerías ya habían acordado la semana pasada, en Cartagena, frenar la ola especulativa contra el Bolívar que se perpetra en las casas de cambio ubicadas del lado colombiano.
No obstante, reiteró su llamado a Santos a trabajar de manera conjunta para "restituir el equilibrio, la sensatez y la tranquilidad", aunque destacó que no ha recibido respuesta de parte de Bogotá para realizar una reunión.
En ese sentido, mostró su desacuerdo con el agresivo discurso de Nariño respecto a Venezuela "porque está bastante ácido". "Deje de escuchar los consejos del Comando Sur", dijo Maduro al mandatario colombiano.
Por otra parte, reiteró que el gobierno venezolano seguirá “protegiendo al pueblo de Venezuela con las OLP (Operativo de Liberación y Protección del Pueblo)", al tiempo que indicó que el mecanismo se perfeccionará para garantizar la paz en la zona limítrofe.
Señaló que el objetivo de Venezuela es construir una nueva frontera como un corredor de paz, libre del flagelo de la violencia: "tenemos derecho a ello", acotó.
"Quiero es una nueva frontera. No quiero pelear con el presidente Santos. Que dejen las mentiras, las manipulaciones y campañas de odio”, sostuvo citado en la nota de Prensa Presidencial.
Respecto a ese último punto, el mandatario denunció que desde Colombia hacen llamados diarios a asesinarlo "sembrando el odio que no van a poder recoger después, y el odio no se irá en contra de Venezuela, sino en contra de ellos mismos".
Por esa razón, solicitó al mandatario colombiano detener la feroz campaña que se ha desatado en los medios de comunicación colombiana porque "la familia Santos es dueña de todos los periódicos, radios. Son una familia mediática".
"Pare eso, presidente Santos, porque nadie habla contra usted, a pesar de que pudiéramos decir muchas cosas. No permitiría que ningún medio en Venezuela llamara a matar al presidente Santos”, indicó.
El pasado 19 de agosto tres efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) resultaron gravemente heridos por un grupo de paramilitares mientras cumplían funciones de seguridad contra el contrabando de extracción —estrategia ilícita que forma parte de la guerra económica, orquestada por la derecha nacional e internacional—, acción delictiva que atenta contra la seguridad alimentaria del pueblo venezolano, derecho constitucional reivindicado por la Revolución Bolivariana.
Frente a ese ataque a la soberanía y seguridad de Venezuela, ese mismo día, el jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, ordenó cerrar la frontera con Colombia en el estado Táchira, medida que fue extendida de manera indefinida el viernes 21 de agosto, día en el que además se activó un estado de excepción constitucional en varios municipios de esa entidad andina.
La zona fronteriza es afectada actualmente por prácticas paramilitares, y el contrabando de extracción de alimentos y de productos de la cesta básica venezolana hacia Colombia, que inciden negativamente en la vida económica y social de Venezuela.
En la actualidad, viven en Venezuela más de 5 millones 600 mil ciudadanos colombianos, quienes han sido incluidos en el sistema de protección social del Estado venezolano. Sólo en los últimos nueve años, 800.000 ciudadanos del vecino país han emigrado a Venezuela y además diariamente pasan 150.000 colombianos a este país, en busca de mejores condiciones de vida.
En este contexto, en declaraciones a periodistas, al término de una extensa reunión que se efectuó en Beijing, China, el mandatario venezolano recalcó que el apoyo se solicitó en vista de que Venezuela es un país pequeño que requiere "ayuda y asesoría para parar el éxodo humanitario masivo de Colombia hacia Venezuela".
Maduro explicó a Ban que en la zona limítrofe con Colombia, que abarca 2.219 kilómetros, "gobiernan los paramilitares, contrabandistas y narcotraficantes, porque ellos (el gobierno neogranadino) abandonaron la frontera. Del lado venezolano, territorio libre de producción de droga, pero se nos meten los paramilitares”.
El Jefe de Estado recordó que ese fenómeno migratorio se registra desde mediados del siglo pasado, lo que ha derivado en la proliferación en Venezuela de problemas como el paramilitarismo y el contrabando de extracción de alimentos, originados en Colombia.
De igual forma, lamentó que el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, esté sometido a grandes presiones de parte de Bogotá y recordó que la propuesta de enviar una comisión de ese organismo a la frontera colombo-venezolana, surgió desde Caracas.
"(Samper) parece que no escuchó que yo le dije a él públicamente que Venezuela propone una comisión suramericana para vaya a ver la situación de la frontera y ayudar a ambas naciones a tener una frontera de paz”, señaló al respecto.
Sin embargo, enfatizó que su deseo es sostener una reunión bilateral con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, para abordar el tema fronterizo y mostró su decepción por el silencio del gobierno del vecino país ante la petición de parar la guerra contra la moneda venezolana en Cúcuta.
“No ha dicho ni pío”, sostuvo Maduro, pese a que ambas cancillerías ya habían acordado la semana pasada, en Cartagena, frenar la ola especulativa contra el Bolívar que se perpetra en las casas de cambio ubicadas del lado colombiano.
No obstante, reiteró su llamado a Santos a trabajar de manera conjunta para "restituir el equilibrio, la sensatez y la tranquilidad", aunque destacó que no ha recibido respuesta de parte de Bogotá para realizar una reunión.
En ese sentido, mostró su desacuerdo con el agresivo discurso de Nariño respecto a Venezuela "porque está bastante ácido". "Deje de escuchar los consejos del Comando Sur", dijo Maduro al mandatario colombiano.
Por otra parte, reiteró que el gobierno venezolano seguirá “protegiendo al pueblo de Venezuela con las OLP (Operativo de Liberación y Protección del Pueblo)", al tiempo que indicó que el mecanismo se perfeccionará para garantizar la paz en la zona limítrofe.
Señaló que el objetivo de Venezuela es construir una nueva frontera como un corredor de paz, libre del flagelo de la violencia: "tenemos derecho a ello", acotó.
"Quiero es una nueva frontera. No quiero pelear con el presidente Santos. Que dejen las mentiras, las manipulaciones y campañas de odio”, sostuvo citado en la nota de Prensa Presidencial.
Respecto a ese último punto, el mandatario denunció que desde Colombia hacen llamados diarios a asesinarlo "sembrando el odio que no van a poder recoger después, y el odio no se irá en contra de Venezuela, sino en contra de ellos mismos".
Por esa razón, solicitó al mandatario colombiano detener la feroz campaña que se ha desatado en los medios de comunicación colombiana porque "la familia Santos es dueña de todos los periódicos, radios. Son una familia mediática".
"Pare eso, presidente Santos, porque nadie habla contra usted, a pesar de que pudiéramos decir muchas cosas. No permitiría que ningún medio en Venezuela llamara a matar al presidente Santos”, indicó.
El pasado 19 de agosto tres efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) resultaron gravemente heridos por un grupo de paramilitares mientras cumplían funciones de seguridad contra el contrabando de extracción —estrategia ilícita que forma parte de la guerra económica, orquestada por la derecha nacional e internacional—, acción delictiva que atenta contra la seguridad alimentaria del pueblo venezolano, derecho constitucional reivindicado por la Revolución Bolivariana.
Frente a ese ataque a la soberanía y seguridad de Venezuela, ese mismo día, el jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, ordenó cerrar la frontera con Colombia en el estado Táchira, medida que fue extendida de manera indefinida el viernes 21 de agosto, día en el que además se activó un estado de excepción constitucional en varios municipios de esa entidad andina.
La zona fronteriza es afectada actualmente por prácticas paramilitares, y el contrabando de extracción de alimentos y de productos de la cesta básica venezolana hacia Colombia, que inciden negativamente en la vida económica y social de Venezuela.
AVN
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