Prometieron acabar con las colas, el detalle es que no dijeron como |
Apenas la manito ganó la Asamblea, saltaron sus dueños a cobrar.
Borrachos de un poder absoluto que no ostentan -porque hay que recordar
que el Poder Legislativo es solo uno de los cinco poderes del Estado-
exigen la derogación de toda ley que regule su insaciable sed de lucro.
Fieles a la tradición del Carmosazo, Fedecámaras exige derogar la LOTTT,
mientras Consecomercio añadía eufórica: ¡Y la ley de precios justos que
jamás acatamos!. Fedenaga, que arremetan contra la Ley de Tierras, y la
Cámara Inmobiliaria, que pulvericen la Ley de Arrendamientos. Cavidea,
los supermercados que administraron las colas durante estos dos años,
exigen 3.500 millones de dólares “para poder producir” (más para sus
bolsillos).
De ahí para abajo todos piden. Hasta personajitos intrascendentes
levantan sus voces, como aquel que transfirió a la Ley Resorte lo que
quisiera hacerle al chavismo: “desmantelarlo, destruirlo y pisotearlo” .
Administrando su victoria con mano derrochadora, Ramos Allup juega
adelantado con miras a arrebatar la presidencia de la AN a Julio Borges
que, a su vez, juega al comedido con las costuras expuestas. Ramos busca
sumarse al sector más histérico de la oposición, el que quiere ver
correr la sangre, antes de que a algunos pendejos les de por cumplir la
promesa de campaña de liberar a Leopoldo - y a Rosales, y a otros que ya
nombra ni nadie recuerda-. Ramos no solo le pica adelante a Borges,
sino que, en un chillón juego de bandas, le sopla el bistec a Leopoldo
López, enamorando a sus locos con gritos y gestos destemplados.
La promesa de acabar con las colas, su bandera de campaña, la desmienten
con desparpajo. Nosotros nunca prometimos eso -dicen-, sin tener
siquiera la decencia de bajar los pendones de campaña que aseguran lo
contrario. La Ley Cero Colas de la MUD quedó colgada para que la destiña
el sol.
En los supermercados aparecen milagrosamente productos que hace siglos
no veíamos: jabón las Llaves, mayonesa, leche, margarina tapa arterias
para tirar pa’l techo; como válvula de escape, como para reforzar la
falsa sensación de alivio victorioso que no va a durar, porque la cola
los llevó a la AN y ellos todavía quieren más. Por eso la promesa rota,
por eso el augurio de Julio Borges que asegura que la escasez se va a
agudizar. En fin, el Cambio.
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