Todo anuncia que esta semana que entra será algo mas que tensa.
Los últimos episodios de violencia política, intoxicación mediática,
asedio internacional y orquestación de conflictos dejan clara evidencia
de ello. Son siete días con sus 24 horas en los que habrá que sortear
todo tipo de maniobras que intentarán instalar el caos y empañar el
ejercicio electoral del domingo. Toca concretar la victoria de las
fuerzas chavistas el próximo 6 de diciembre desde ahora.
Noviembre 30 de 2015, 11:57 am
Hace
ya un tiempo considerable que la ultraderecha venezolana pasó de ser un
grupo de operadores descoordinados para pasar a cubrir muchos frentes
de la desestabilización abierta con altos niveles de sofisticación
técnica, informativa y de alcance. La operación amplia que el país
atestiguó en 2014 con "La Salida" demuestra que los sectores de la
antipolítica se han impuesto y son los que están dirigiendo las acciones
que definen dentro de sus filas las directrices y líneas de acción.
El caso Lilian es probablemente el más emblemático de este último
año. De actriz de mediana categoría y protagonista de mediocres reality shows pasó a comandar -sin pasar por go-
la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), desplazando a experimentados
políticos, operadores y personajes con pedigrí como María Corina
Machado, Chúo Torrealba o Henry Ramos Allup. Capriles no existe. Y tal
imposición es únicamente posible con un gran coordinador externo que la
avale como primera figura mediática. Dicha coordinación externa
evidentemente es la que dicta pautas, aplaca sectores, financia y
organiza la pea, como en efecto está ocurriendo.
Ya definido estos factores y actores a lo interno, resulta
absolutamente imposible entender estos días que le anteceden a las
elecciones del domingo solamente como una simple semana preelectoral.
Las últimas dos han estado repletas de intentos duros de torpedear el
mega despliegue que el Psuv y los partidos aliados han hecho en todo el
territorio nacional, porque algo está claro: sólo las fuerzas chavistas
están ahora mismo en las calles, casa a casa, cara a cara, haciendo
campaña. Es un dato clave, no menor, que en las que se avizoran como las
elecciones más importantes desde aquel 2004 del aprobatorio, la derecha
y su madeja de partidos no se les haya visto en el terreno movilizando,
accionando.
Sabotaje eléctrico permanente y a todo riesgo, el demencial y nada sólido caso Flores, los fantasmales atentados y el caos a partir de la desinformación
son sólo apenas unos cuantos vértices de un plan más amplio de
desestabilización que han echado a andar. Todos irremediablemente con el
mismo resultado: el fracaso. No han logrado movilizar ni generar
opinión a partir de tales hechos. Salvo la ya coordinada y aceitada
máquina de lobbys nacional e internacional.
Llegar al 6 de diciembre con nuestra bandera más ondeada en estos
últimos tres años resulta primordial para la concreción del triunfo. La
paz ahora mismo es eje fundamental de nuestra política. A cada acción
violenta se le ha confrontado con inteligencia, cálculo de los tiempos y
altísimos niveles de responsabilidad política. Frente a una semana dura
no puede ser de otra manera. Nuestra victoria es la paciencia y la
tranquilidad antes, durante y después del ejercicio electoral del
domingo.
Dicho esto, analicemos en detalle diversos escenarios preelectorales,
algunos muy probables, otros más complejos, pero todos con grandes
niveles de verosimilitud. Las condiciones están dadas para acciones de
este tipo. Ellos lo saben, nosotros también.
Los escenarios
1. Lilian como foco: "Si me sucede algo, el directo
responsable es Nicolás Maduro" balbuceaba Tintori ayer domingo 29 de
noviembre, una vez que los órganos de seguridad del Estado le ofrecieran protección y custodia
personalizada, tal como se hiciera con su esposo los días previos a su
voluntaria entrega a las autoridades. Tan sólo las últimas dos semanas
Lilian, en sendos episodios de dramatismo político, anunciaba al menos
cinco supuestos acontecimientos contra su seguridad. Todos, por
supuesto, carentes de lógica, sinsentido, sobreactuados, poco creíbles,
pero peligrosos sin duda si se les ubica en contexto.
Activo el pueblo chavista con una operación de bandera falsa
Protagonista principal por encima incluso del asesinado, Lilian fue
la pieza clave alrededor del crimen común cometido contra un sindicalista de perfil delincuencial que fungía como Secretario General del partido Acción Democrática en el estado Guárico. El hecho, ampliamente analizado
por esta tribuna, tuvo una desmedida reacción internacional, con visos
claros de orquestación mediática, diplomática y política que buscaba
medir todo el espectro de reacciones nacionales e internacionales. Estos
elementos dejan abierta las posibilidades de algún otro hecho confuso o
conmocionante alrededor de la Barbie política venezolana.
2. Colas, saboteo y agitación violenta: El globo de ensayo
coordinado en varios puntos del país el pasado sábado 28 de noviembre
alrededor de los mercales comunales, da muestra de que podrían
presentarse escenarios similares. La desinformación e intoxicación
mediática alrededor de convocatorias de distribución de alimentos,
operativos médicos y otras actividades consideradas sensibles sin duda
forman parte del radio de acción por parte de la ultraderecha. Sobre
todo en los días más próximos a la elección, el abanico de falsas
convocatorias o de actores infiltrados para promover el caos en
operativos confirmados podrían evidenciarse.
3. Pronunciamientos en el sector militar: Informaciones,
filtraciones y unos que otros rumores alrededor de este escenario han
ido en crecimiento en los últimos días. A partir de una nota confusa que colgara el periodista de Últimas Noticias,
Eligio Rojas, señalando a un movimiento en torno a Los Centauros que
estaría buscando un alzamiento militar, se abrieron los canales para que
corrieran rumores en este sentido.
El General en Jefe y Ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López,
también asomaba la posibilidad en un discurso televisado: "Ahora
pretenden sacar con pinzas figuras militares como si nosotros los
militares estuviéramos llamados a subvertir". Palabras que deben ser
entendidas entrelíneas, ubicadas también, como hemos dicho, en contexto,
haciendo conexión directa también con la petición que le hiciera el
mismo Nicolás Maduro en otra alocución, también pública, cuando le pidió
a Padrino que ordenara a la Fanb mantener lealtad a la Constitución,
aclarando que el cuerpo castrense sólo tiene como misión garantizar la
soberanía de la patria.
4. Bandera falsa: Operaciones recientes en todo el
mundo hacen de este método uno de los más probables en cualquier
escenario o clima de conflicto, como el que ahora mismo vivimos en
Venezuela. Operaciones psicológicas que buscan alterar la atmósfera
mediática y perceptiva enmarcados en los diversos y sofisticados
elementos de la guerra postmoderna. Ya lo indicamos en una nota
realizada al detalle sobre este tipo de operaciones: "Se puede definir
como bandera falsa o propaganda de la catástrofe un hecho que no ocurrió
pero que se promueve como cierto. El terrorismo de bandera falsa lo
constituye un hecho estremecedor, concreto, que se salda muchas víctimas
y que fue promovido por un grupo para responsabilizar al otro".
Recomendamos consultar, recomendar y distribuir el Manual mínimo para identificar operaciones de bandera falsa.
Hechos conmocionantes en actos públicos o sectores de alto valor
estratégico son algunas de las acciones que podrían emplearse para
generar una alteración emocional que enturbie o desvíe la opinión de
ciertos sectores vulnerables de la sociedad venezolana.
5. Saboteo en actos de gobierno: La infiltración de
agentes o de personal entrenado en actos de gobierno, preferiblemente
donde se encuentre el Presidente de la República u otros actores de peso
de la política nacional, no puede descartarse. En el mismo sentido de
los panoramas ya expuestos, se buscaría provocar una reacción de los
dirigentes para mostrarlos luego como contrapropaganda. En paralelo
tanteando o confirmando contradicciones o puntos débiles de los órganos
de seguridad. Tales acciones ya han sido empleadas con anterioridad. La
finalidad de una operación de este tipo es de mediana intensidad, ante
la imposibilidad de una fisura en las filas chavistas les urge mostrar
como real "el reclamo del pueblo a los responsables de la crisis". Lo
han intentado. Al cierre de esta nota, no han podido.
No han podido encender la mecha de la confrontación, ni lo harán
6. Pronunciamientos Internacionales: El más reciente caso
de Luis Manuel Díaz es un clarísimo ejemplo de la cuidadosa
coordinación que actualmente tienen los operadores más visibles de la
ultraderecha con megacorporaciones de comunicación, ex presidentes
reaccionarios al borde del desempleo, presidentes y diplomáticos en
ejercicio. Todos al servicio del ya viejo plan de desprestigio
internacional contra la Revolución Bolivariana. Por muy pequeño que sea
un suceso, por muy poco sentido que tenga, el aparato comunicacional y
político internacional está preparado para disparar contra Venezuela y
seguir engordando el expediente de calumnias y falsedades que
permanentemente echan a rodar. Se hace necesario, y el gobierno nacional
lo sabe, cuidar y custodiar al ejército de peleles invitados
ilegalmente por la MUD para su propio show electoral: eurodiputados, ex
presidentes, diplomáticos y empresarios.
7. Guarimbas en circuitos estratégicos y conatos de saqueo: Disfrazadas
de "protestas ciudadanas" pero ya identificadas como acciones en donde
dirigen y participan agentes preparados accionando en sitios
estratégicos. El caso más reciente, la protesta en la avenida Baralt
producto de la suspensión de un Mega Mercal que nunca fue convocado por
organismos oficiales ni anunciado en medios públicos. O una menos
reciente pero muy significativa por el impacto mediático que obtuvo y
que también fue desmontada al detalle por esta tribuna: el caso San Félix ocurrido en julio de este año.
8. Conflictos fronterizos: Un escenario que
pareciera poco probable pero que no podemos dejar de enunciar. Dado que
este año los frentes con Colombia y Guyana estuvieron intensamente
activos con características distintas y variables en su ejecución, pero
con un propósito final idéntico: alterar el territorio periférico de
Venezuela, concentrar esfuerzos desestabilizadores en ese sentido para
forzar al gobierno revolucionario a concentrar la atención allí y
provocar el descuido de la política local en sus nodos más importantes:
la economía, la seguridad interna y la estabilidad social. Tampoco está
demás recordar que al tener un límite con Curazao y Aruba, colonias
holandesas, la Otan y Estados Unidos (con la base de Hato), también son
"vecinos".
9. Sector eléctrico, apagón general o parcial: Una
constante en todos los procesos de definición electoral. Ampliamente
identificados y de intensa insistencia, el saboteo a plantas y centros
de distribución eléctrica ha sido permanente. Con María Corina Machado como principal operadora
en este frente ya antes del 6 de octubre, quien ya había hecho causa y
bandera de la cuestión eléctrica. Concentrando esfuerzos en ciudades
claves del interior del país, aún a costa del fallecimiento
de algunos saboteadores en pleno acto, este resulta uno de los
escenarios más probables. Las advertencias de este tipo de acciones han
sido ampliamente difundidas por el Presidente y los dirigentes a cargo
de este sector, basta revisar la cuenta oficial de Twitter del ministro Luis Motta Domínguez para hacer un repaso rápido de la cantidad de operaciones en ese sentido. Más de 17 ataques al sistema eléctrico nacional confirman este escenario.
10. Saboteo electrónico: Eran las últimas horas de
la elección presidencial de 2013. La cuenta oficial de Twitter del
presidente Nicolás Maduro fue atacada por un grupo de hackers
supuestamente del Perú, quienes también sacaron de circulación la cuenta
del Partido Socialista Unido de Venezuela. En ambas redes sociales
aparecieron mensajes de "Fraude". Bajo ningún concepto está en peligro
el sistema automatizado del organismo electoral venezolano, pero la
alteración del libre funcionamiento de internet, redes sociales y
aparatos digitales sin duda es un factor a tener en cuenta.
La voluntad chavista
Más allá de la habilidad técnica adquirida en los últimos años por la
ultraderecha venezolana para sabotear y desestabilizar, el binomio
pueblo-gobierno ha dado señas infinitas de estar a la altura para estos
eventos de gran envergadura. Si puede decirse que ellos están preparados
para el momento y que cuentan con grandes recursos de todo tipo,
podemos decir que nosotros no sólo estamos preparados, sino que tenemos
amplio conocimiento de lo que está en juego a lo largo de toda esta
semana y el 6D, día de una nueva victoria chavista.
Por más intentos orquestados que han hecho desde la desaparición
física del Comandante, la realidad es que no han podido encender la
mecha de la confrontación, ni lo harán. El chavismo, mas allá de la
imponente maquinaria electoral es también un país entero alerta, activo y
dispuesto a batirse en cualquier escenario; harto lo hemos demostrado,
nuestra política sigue siendo la estabilidad, la tranquilidad, el manejo
de los tiempos y la paz. Por ahora.
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