Desde el programa de televisión Zurda
Konducta, que transmite Venezolana de Televisión, se ha venido
denunciando como el odio inoculado a través de los medios de la derecha
ha calado en gran parte del sector opositor y se refleja en la acciones
violentas que han venido en incremento desde el llamado irresponsable a
“descargar la arrechera” que hiciera Capriles Radonski en
desconocimiento de los resultados de los comicios del 14-A.
Las muestras de violencia de algunos opositores venezolanos es un tema de grave preocupación que según el reportaje que nos deja el moderador del programa, Ricardo González, “sin duda se ha convertido en una especie de enfermedad ya por muchos considerada como un problema de salud pública”.
Las lamentables imágenes captadas por el reportero Ricardo González sobre un grupo de opositores trancando el paso vehicular en la Plaza Venezuela de Caracas, quienes se hacían llamar los "auto convocados" permiten apreciar xenofobia, violencia de género, y agresiones físicas y verbales, a través de manoteos, insultos, groserías y amenazas.
Y es que según un estudio de la Organización Mundial de la Salud, las personas que viven con altos niveles de estrés, angustia, precariedad y vulnerabilidad se convierten en individuos presas fáciles de la agresividad y la violencia como acción social inadecuada para las relaciones humanas.
En 1996, la Asamblea Mundial de la Salud declaró que la violencia es un importante problema de salud pública en todo el mundo. Constituye un problema de salud, que además de ser un factor de riesgo de muchas enfermedades y problemas, está determinado por múltiples interacciones sistémicas de carácter biológico, psicológico y social, que se entrelazan en una red de interacciones contenidas en la actividad humana.
Las muestras de violencia de algunos opositores venezolanos es un tema de grave preocupación que según el reportaje que nos deja el moderador del programa, Ricardo González, “sin duda se ha convertido en una especie de enfermedad ya por muchos considerada como un problema de salud pública”.
Las lamentables imágenes captadas por el reportero Ricardo González sobre un grupo de opositores trancando el paso vehicular en la Plaza Venezuela de Caracas, quienes se hacían llamar los "auto convocados" permiten apreciar xenofobia, violencia de género, y agresiones físicas y verbales, a través de manoteos, insultos, groserías y amenazas.
Y es que según un estudio de la Organización Mundial de la Salud, las personas que viven con altos niveles de estrés, angustia, precariedad y vulnerabilidad se convierten en individuos presas fáciles de la agresividad y la violencia como acción social inadecuada para las relaciones humanas.
En 1996, la Asamblea Mundial de la Salud declaró que la violencia es un importante problema de salud pública en todo el mundo. Constituye un problema de salud, que además de ser un factor de riesgo de muchas enfermedades y problemas, está determinado por múltiples interacciones sistémicas de carácter biológico, psicológico y social, que se entrelazan en una red de interacciones contenidas en la actividad humana.
El
impacto sanitario de la violencia no se limita a las lesiones físicas.
Entre los efectos a largo plazo se encuentran los trastornos mentales,
como la depresión, los intentos de suicidio, los síndromes de dolor
crónico, los embarazos no deseados, el VIH/sida y otras infecciones de
transmisión sexual. Los niños víctimas de la violencia corren mayor
riesgo de abusar del alcohol y las drogas, de ser fumadores y de tener
comportamientos sexuales de alto riesgo. Esto puede ocasionar, aunque
sea muchos años después, enfermedades crónicas como cardiopatías,
cánceres e infecciones de transmisión sexual.
Los medios de comunicación privados, aliados de la derecha venezolana, promueven la desestabilización del país, el estrés, la angustia y el desasosiego en la población, a través de noticias amarillistas, el incremento descarado de las cifras de delitos, en algunos casos ocultando las noticias que promueven la felicidad social al verlas asociadas a los logros de la revolución venezolana.
En ese sentido, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela ha denunciado consecuentemente que el país que vio nacer a Bolívar no solo libra una guerra económica sino también mediática y ha hecho un llamado a todos los sectores al trabajo por la patria: “Sigamos dándole lecciones de ética a la prensa burguesa, que destila su odio lleno de malas intenciones. Que la patria brille con su verdad”, expresó el presidente obrero y concluyó: “Hay una fuerza que lo puede todo, el amor patrio de un pueblo que está en la calle”.
Así pues, las víctimas de la "arrechera" en Venezuela posterior al 14-A no fueron solamente aquellos compatriotas que cayeron por el odio opositor, ni todos los lesionados, los daños físicos y morales en los 35 centros de salud de la Misión Barrio Adentro que tanto ha beneficiado al pueblo venezolano, especialmente en los sectores populares, las agresiones a los medios de comunicación del Sicbi y a Conatel, y demás entes gubernamentales a nivel nacional, sino también estos grupos de venezolanos que tienen el odio inoculado en su psique y que en cada manifestación pública muestran que son parte de un lamentable problema de salud pública.
Los medios de comunicación privados, aliados de la derecha venezolana, promueven la desestabilización del país, el estrés, la angustia y el desasosiego en la población, a través de noticias amarillistas, el incremento descarado de las cifras de delitos, en algunos casos ocultando las noticias que promueven la felicidad social al verlas asociadas a los logros de la revolución venezolana.
En ese sentido, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela ha denunciado consecuentemente que el país que vio nacer a Bolívar no solo libra una guerra económica sino también mediática y ha hecho un llamado a todos los sectores al trabajo por la patria: “Sigamos dándole lecciones de ética a la prensa burguesa, que destila su odio lleno de malas intenciones. Que la patria brille con su verdad”, expresó el presidente obrero y concluyó: “Hay una fuerza que lo puede todo, el amor patrio de un pueblo que está en la calle”.
Así pues, las víctimas de la "arrechera" en Venezuela posterior al 14-A no fueron solamente aquellos compatriotas que cayeron por el odio opositor, ni todos los lesionados, los daños físicos y morales en los 35 centros de salud de la Misión Barrio Adentro que tanto ha beneficiado al pueblo venezolano, especialmente en los sectores populares, las agresiones a los medios de comunicación del Sicbi y a Conatel, y demás entes gubernamentales a nivel nacional, sino también estos grupos de venezolanos que tienen el odio inoculado en su psique y que en cada manifestación pública muestran que son parte de un lamentable problema de salud pública.
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