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lunes, 23 de marzo de 2015

“La guerra económica comienza con el precio del bolívar y el peso”


“No soy economista, soy profesor, militante de la Revolución Bolivariana, miembro  fundador del MBR 200-Táchira   y  actualmente miembro  del  equipo  político  del  Psuv, municipio  San Cristóbal; desconozco  los  artilugios  que  usa  la  economía  capitalista para  engañarnos  con  índices  y estadísticas  que  solo  nos  alejan  del  tema,  pero si sé que la inflación es muy distinta a la especulación”.

“Nuestra lucha revolucionaria hasta ahora solo sigue el juego mediático que nos impone  el imperio y nos quedamos solo en atacar las causas y no el verdadero origen de la guerra económica”.

“El contrabando la especulación, el acaparamiento, la corrupción, son a mi juicio causas bien estructuradas de la guerra económica, que hemos atacado pero sigue siendo un ciclo que nos mantiene alejados de la victoria popular, para construir la democracia participativa y protagónica a la cual conocemos como socialismo”.
Valor de nuestra moneda (Bolivar Fuerte) según el BCC al 20 de Marzo 2015

Es David Vivas, luchador social, dirigente preocupado por la situación por la que atraviesa la frontera, quien afirma que el origen de la guerra económica bien consolidada está en Colombia, como epicentro subterráneo que pocos observan y la gran mayoría desconoce.

—Desde que el comandante supremo de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, propició el bolívar fuerte, Uribe, atendiendo los lineamientos imperialistas, saca las sedes del Banco de la República de Colombia de la frontera (para nuestro caso, en Cúcuta), dejando de ser el referencial cambiario, quedando en manos de quienes materializan el deterioro cambiario de nuestra moneda (Dólar Today, casas de cambio en Cúcuta y medios de desinformación colombianos), quienes el viernes 27 febrero dicen que el valor de cambio debe ser 13 y no los 206,98 pesos por bolívar, como lo refleja la página del Banco de la República de Colombia -dijo-.

—¿Que  se debe hacer? -se le consulta a sabiendas que no es ningún versado en materia económica, pero amplio conocedor de la realidad diaria de la frontera-.

—Emprender la lucha por la verdad, es decir, como militantes de la Revolución Bolivariana planifiquemos una jornada nacional de agitación, movilización y propaganda hacia la sede de la Embajada colombiana y, al menos, las 16 sedes consulares con sede en nuestro territorio nacional, para entregar la solicitud dirigida al presidente Santos solicitando restituya las sedes del Banco de la República de Colombia en la frontera con Venezuela, de modo de ser el verdadero referencial cambiario, en jornada de movilización nacional -respondió-.

Aclaró que: “No soy economista, soy profesor, militante de la Revolución Bolivariana, miembro fundador del MBR 200-Táchira  y actualmente miembro del equipo político del Psuv, municipio San Cristóbal. Desconozco los artilugios que usa la economía capitalista para engañarnos con índices y estadísticas que solo nos alejan del tema, pero si sé que la inflación es muy distinta a la especulación; si sé qué las variantes económicas que usan para deteriorarnos el bolsillo y desmoralizarnos van desde decir que no hay leche líquida, pero abunda el yogur, no hay arroz pero vemos en los anaqueles arroz con ajo, parborizado y pare de contar, con el triple o más del valor del arroz blanco”.

—En la frontera con Colombia está el origen de la guerra económica, secundada de una guerra psicosocial cuyo propósito es acondicionar la opinión pública, desestabilizar y desmoralizar las bases de la Revolución. Las casas de cambio y el paramilitarismo colombiano obtienen sus finanzas multimillonarias con solo hacer un proceso cambiario para deteriorar nuestra economía. En qué lógica capitalista cabe que por un billete de 100 bolívares, al llevarlo a territorio colombiano se obtienen 120, como lo afirmó el general Padrino López. ¿De dónde sale ese diferencial, en qué país del mundo sucede eso? Solo en Venezuela, producto de esta guerra económica bien diseñada, bien estructurada -sentenció-.



Confesó que: “Yo, ciudadano venezolano, al ir a Cúcuta me encuentro con una tasa con la cual debo lidiar, esa tasa se cotiza en 13, desconozco si es 13 pesos o 13 bolívares, pero en la práctica el bolívar vale mucho menos que el peso, aun en contra de lo que muestra la página del Banco de República de Colombia, que hoy cotiza en 206 pesos por bolívar”.

—De esta manera, al tener una distorsión de nuestra moneda se inicia el ataque a la Revolución Bolivariana y el deterioro diario del bolsillo del venezolano. Las casas de cambio oficiales registradas en Colombia  son las que al final de la cadena se quedan con el papel moneda y quienes se quedan con el valor de cambio, dando origen a la guerra económica que hoy vivimos en nuestro país.  Ejemplo, un amigo fue a Cúcuta, llevó 5.000 mil bolívares, al cambio le dieron 65.000 pesos. Hasta ahí todo parece normal, pero el punto está en que las casas de cambio registradas oficialmente en Colombia llevan esos 5.000 bolívares al Banco de la República de Colombia, que a su vez paga a la tasa que tiene en su portal, que hoy cotiza en 206 pesos por bolívar, dando lugar a una conversión de 5.000 bolívares, que llevo mi amigo, por 206 pesos por bolívar, transformándose esos 5.000 bolívares en 1.030.000 pesos que, traídos nuevamente a las casas de cambio, generan una ganancia de 74.000 bolívares -explicó el profesor y militante del Psuv-.

Propuestas:


1.- Iniciar una campaña nacional para la difusión del precio real del bolívar con relación al peso, y cómo desde que el gobierno de Álvaro Uribe sacó la sede en Cúcuta del Banco de la República de Colombia, el valor del bolívar fue siendo debilitado, dejando el valor referencial a las mafias del contrabando, como mecanismo de guerra económica y psicosocial.

2.- Iniciar una jornada de agitación, propaganda y organización de la militancia del Psuv y fuerzas revolucionarias, cuyo propósito sea llevar una solicitud a la embajada y a las 16 o más sedes consulares de Colombia en Venezuela, previa recolección de firmas, pidiendo al presidente Santos la apertura de la sedes del Banco de la República de Colombia en Cúcuta y en las fronteras colombo-venezolanas, como referencial cambiario, y no las mafias que operan en la frontera, caso Cúcuta, y oficializadas por los medios de comunicación colombianos.

3.- Solicitar al Banco Central de Venezuela abrir una sede en San Antonio del Táchira, como complemento, para informar sobre la verdadera cotización del bolívar con relación al peso y tener una fuente oficial.

4.- Proponer un lapso de tiempo donde nuestro Banco Central de Venezuela no reciba el papel moneda que el Banco de la República de Colombia reporta como divisas, cuando acepta los bolívares de las casa de cambio, dando lugar a una pirámide financiera que es el origen de los problemas económicos venezolanos.

5.- El origen de la guerra económica está en el cambio con relación al peso, atacamos las causas como el contrabando, el acaparamiento y la especulación, pero no el debilitamiento progresivo que nos hacen de nuestra moneda con una pirámide financiera, fabricando un bolívar devaluado para extraer nuestros producto y debilitar nuestro proceso revolucionario.
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