Primicias24.com (Prensa ORIC).- En
recorridos efectuados por diferentes calles de San Cristóbal, se
evidenció el retorno paulatino a las actividades normales, luego de dos
semanas del secuestro en que mantuvo un grupo de personas a la mayoría
de los habitantes de la ciudad.
En este sentido, locales abiertos,
comercializadoras vendiendo alimentos al pueblo, así como la
movilización de algunas unidades de transporte público, reflejan el
interés de la población de retornar a la cotidianidad.
Aunque existen pequeños focos donde se
concentran las guarimbas en la ciudad capital, los habitantes han salido
de sus casas para trabajar o para comprar los alimentos e incluso, para
buscar alguna distracción aprovechando el asueto de carnaval.
Jhonny Asís compraba alimentos en Pdval y
manifestó que existe abastecimiento de productos como leche, carne,
pollo, arroz y harina, a precios solidarios.
María
Sandoval, habitante del 23 de Enero, dijo que en este sector todo está
normal, salió a buscar comida porque ya había consumido lo que tenía y
la ciudad poco a poco ha retornado a su normalidad.
“Es injusto lo que ha pasado porque no
he podido llevar a mis hijos a la escuela y a los ancianos ni poder
llevarlos al médico, todo es un caos por culpa de un grupo pequeño que
quieren crear terror a través del golpe de estado que quieren gestar”.
Marleny
Lozano, residente de Guásimos, explicó que tras 17 días de permanecer
secuestrada porque unos desadaptados impedían que los carros salieran de
Palmira, logró llegar a San Cristóbal, donde encontró que la normalidad
está retornando.
“Hay suficiente abastecimiento; hay que
hacer cola porque se nos acumuló la falta de alimentos en nuestros
hogares y por eso somos muchos los que acudimos a los mercados. Tenemos
un hermoso país y no podemos dejar que un grupo violento lo deteriore”.
Pidió a los transportistas que retornen a
sus labores diarias y al colectivo que disfrute en familia y en sana
paz, las festividades carnavalescas.

“El pueblo no tiene la culpa de lo que
está sucediendo, no son estudiantes los que están protestando, eso ya es
vandalismo, personas armadas envalentonando la gente”, destacó.
Nelson Gudiño tenía más de dos semanas
sin salir de su hogar en Rubio, sin transporte y en caos total, no había
podido comprar la comida y ya lo hizo porque observa cierta normalidad.
Hizo un llamado al diálogo para que
vuelva la calma y unidos para que todo se solvente y afirmó que la paz
es el camino que deben tomar los tachirenses para dejar de lado la
violencia.

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