
Al menos 200 vehículos han caído en las alcantarillas abiertas por los manifestantes en las diferentes avenidas de San Cristóbal, desde hace tres semanas, cuando comenzaron las protestas.
Paulatinamente se van cerrando los accesos a la parte alta de la ciudad. Ya no son solo las barricadas, sino que muchas calles, carreras y avenidas han quedado “desnudas”, sin alcantarillas, teniendo los conductores que sortear el inminente peligro que se corre, pues una vez que los vehículos quedan allí atrapados, los daños son incontables, generándoles grandes gastos económicos a sus propietarios.
Este lunes, sobre las 10:10 de la mañana, el señor José Martínez sufrió en carne propia los resultados de la anarquía reinante en la ciudad, pues ya nadie puede circular con normalidad siguiendo el flechado porque una barricada, en cualquier esquina, obliga a ir en sentido contrario.

El señor Martínez se desplazaba en su Monte Carlo por la carrera 17 con 16 del sector La Romera, no había barricadas, pero sí estaba montada la trampa mortal: en la esquina no había alcantarilla, ni nada que indicara que había peligro, por lo que su vehículo cayó, sufriendo daños visibles en el radiador, parachoques y todo el tren delantero, además de los conocidos daños ocultos, que posteriormente aparecerán.
Dijo que nunca podrá estar de acuerdo con esa situación, que estén atentando contra el mismo pueblo. A los daños de su vehículo, debe sumarle el costo de movilización de una grúa que, por la misma situación de inseguridad en las calles, se dijo que -como mínimo- le cobrarían unos mil bolívares, por solo moverlo en el mismo sector, a lo que se le sumará muy probablemente algún daño físico que pudiera tener al caer en dicho hueco, por el impacto que siente directamente en el cuello, columna o cervical.
Allí quedó lamentándose de lo ocurrido y, quizás en sus adentros, buscando a quién culpar o, mejor, a quién reclamarle por los daños sufridos.
En esa alcantarilla levantada, según vecinas, han caído más de 50 vehículos, y ellos no se atreven a colocar un aviso de prevención por temor a represalias de los organizadores de dichas protestas, a quienes solo se les ve de noche.
En total, tal como se constató con un grupo de vecinos, la cantidad de vehículos que han caído en dichas trampas mortales pasa de 200 en los días de protestas. “De noche es cuando uno escucha el golpe y las maldiciones de parte de los conductores”, dijeron.
El caos en la ciudad es total
En recorrido mañanero, este lunes de carnaval, se observó cómo estas llamadas “trampas mortales” están esperando para hacerle más daño a la misma población. En el sector de Puente Real, Pasaje Cumaná, es sumamente peligrosa la situación porque según dijeron, de noche, cuando alguien cae, además del daño de su auto, es atracado, pues queda a merced de la delincuencia, ya que difícilmente, si no es de la zona, alguna grúa llega para prestarle el servicio.
Hay trampas con las alcantarillas levantadas en La Romera, Carabobo, Ferrero Tamayo, Barrio Obrero, urbanización Pirineos; también en Pirineos, sector El Tamá, barrio Sucre, barrio Libertador, sector Las Pilas, una de las más grandes observadas, en el sector de la Unefa, donde las barricadas -se dice- son de las más altas y peligrosas, por la incidencia delincuencial que allí se esconde.
En contravía, aumentando la anarquía

Se constató, en los lugares recorridos este lunes, que en la mayoría de los casos los conductores han optado por circular en contravía, buscando salida de la encerrona obligada en que se encuentra la ciudad, lo que aumenta aún más el caos y la anarquía. Para Ángela Gómez, “esta es una ciudad sin ley, aquí mandan la anarquía y la delincuencia, porque yo no creo que estas sean protestas pacíficas, si atentan contra nosotros mismos”.
Ojo con tanquillas de alta tensión
Orlando Sierra, vecino de Pirineos, sector El Tamá, alertó que no solo hay peligro con las alcantarillas que han sido levantadas, convirtiéndose en peligrosas trampas para los conductores, sino que también hay peligro para los peatones, ya que también levantaron las tapas de las tanquillas, por donde pasa el sistema eléctrico, en algunos casos de alta tensión.
Solo en ese sector, Sierra dio cuenta de cuatro bocas de visita y tanquillas con presencia de la electricidad, que habían sido levantadas, representando verdaderamente un peligro para los peatones.
Quién tiene las alcantarillas
Vecinos advirtieron que las autoridades deben sancionar a quienes han hecho este daño a San Cristóbal, no solo con la quema de basuras y barricadas, sino con las alcantarillas, muchas de las cuales desaparecieron, y que alguien debe haberse encargado de guardarlas en su casa, cometiendo -según los informantes- un delito doble, pues puede ser acusado de hurto.
Se confirmó que organismos competentes hacen la respectiva investigación, pues esto no solo representa un daño a la ciudad, sino que es un atentado contra la vida de muchos conductores, por lo que vecinos pidieron parar y no seguir haciéndole más daño a la ‘ciudad de la cordialidad’, que ahora luce golpeada en todos los aspectos.

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