Por: Richard Canan
Nuevamente están encendidas las hogueras
del odio en la cúpula de la extrema derecha venezolana.Las hordas
violentas se preparan para un nuevo ataque, para nuevas acciones de
violencia y perturbación de la paz nacional.
Los cabilleros Adecos y los grupos
neofascistas de Voluntad Popular y Primero Justicia se preparan para
continuar con su plan de tierra arrasada. Los venezolanos conocemos muy
bien estas jornadas de “lucha cívica” de la extrema derecha, que siempre
terminan en violencia, muertes y destrucción. Nadie les cree a los
pinochos líderes de la derecha, porque debajo del disfraz de Carmelitas
Descalzas, cohabitan muchos demonios y lobos feroces que, sin escrúpulo
alguno, solo persiguen el asalto al poder, la rapiña al tesoro nacional y
la venganza contra el pueblo Chavista.
Los venezolanos recordamos con crudeza
la violencia generada con la Descarga de Arrechera de Capriles en 2013 y
la Salida violenta de López en el 2014.Docenas de muertos, cientos de
heridos, destrucción y caosdejaron a su paso estos agentes del mal con
sus manifestaciones “pacíficas”.
En este 2016, la derecha ha hecho un
nuevo llamado a la protesta, bajo el terrorífico nombre de Toma de
Caracas. Como si fuera una ofensivaparamilitar, amenazan con “trancar”
la capital y las principales ciudades del país. Este método ya lo
conocemos, pretenden generar acciones de violencia, donde enfrenten al
pueblo contra el pueblo, utilizando a los jóvenes como carne de cañón.
Esto no es más que la orquestación bien
coordinada y planificada de acciones de violencia, ejecutadas por grupos
fascistas de la extrema derecha venezolana. Lo que pretenden los
tenebrososlíderes de la MUD no es otra cosa que la instigación a la
violencia. Recordemos que, según el RAE, la instigación (Del lat.
Instigāre) es “inducir a alguien a una acción, generalmente considerada
como negativa”. Nuestro Código Penal lo establece claramente como delito
y sanciona a “Cualquiera que públicamente o por cualquier medio
instigare a otro u otros a ejecutar actos en contravención a las leyes”
(Artículo 283); y además señala que “Quien instigare a la desobediencia
de las leyes o al odio entre sus habitantes o hiciere apología de hechos
que la ley prevé como delitos, de modo que ponga en peligro la
tranquilidad pública, será castigado con prisión de tres años a seis
años” (Artículo 285).
Esta aclaratoria es importante porque
luego de cada llamado de “lucha cívica” donde la derecha genera
violencia, los supuestos líderes opositores se esconden temblorososbajo
las faldas de las féminas o se escudan en organismos internacionales,
lloriqueando ynegando su participación o autoría intelectual en la
ejecución de sus actos criminales. Cobardes.
Entonces hay que ir tomando nota y
prepararse, ya que Freddy Guevara,dirigente del partido de extrema
derecha Voluntad Popular, ha expresado exultante y con los ojos
desorbitados que “convocaremos a la desobediencia civil” y que la
presión de calle es “la única forma de que el Gobierno entienda que el
cambio es indetenible”. Sus intenciones de asaltar el poder político
están más que claras, ya que señala como único objetivo que “apostamos
por un gobierno de unidad nacional”, aspirando a que con la “Toma de
Caracas” puedan por fin tumbar al gobierno. Queda claro que su asalto
sobre Miraflores no será por los canales democráticos, ya que también
aborrece al rector electoral,señalando que “el cne puede decir
misa”.Puras frases para recordar el talante poco democrático de esta
alucinógena derecha disociada.
La derecha no se atreve a explicarle a
sus seguidores la verdad. La cúpula de la fauna opositora arrancó enero,
engolosinada y guapetona, gritando que en seis meses acabarían con la
Revolución Bolivariana aplicando simultáneamente cuatro vías:“forzando”
la renuncia del Presidente, recortando el período presidencial con una
enmienda constitucional, llamando a Referendo Revocatorio o con una
Asamblea Nacional Constituyente.
Pues ya pasaron ocho meses y en
Miraflores sigueintacto el Gobierno Bolivariano. Pero del lado opositor
hay muchos vidrios rotos. Peleas internas, disensos y conflictos de
intereses hacen que cada partido juegue para su propia agenda. Esta
derecha irresponsable (llena de hechiceros e ilusionistas) ha engañado
nuevamente a sus incautos seguidores,con el terrible agravantedel daño
irremediable en la deprimida psiquis de la fauna opositora, que
nuevamente fue embaucada por la dirigencia fascista y reaccionaria que
no presentó desde enero la solicitud de referendo revocatorio y ahora
pretenden atropellar a todas las instituciones para que complazcan sus
caprichos, manías y desvaríos.
El pueblo está alerta ante esta nueva
arremetida violenta de la derecha. La paz, la justicia y la razón
prevalecerán en beneficio del pueblo, la democracia y sus instituciones.
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