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jueves, 16 de enero de 2014

CARABOBO: CONOZCAMOS A UN VERDADERO HEROE


Dice un dicho que los ojos son el reflejo del alma, y es que al conversar con el héroe anónimo que logró salvar tres de las nueve vidas que iban a bordo del transporte escolar que explotó este martes en Valencia, la frase cobra certeza. La mirada de José Infante sigue perdida, producto de una trágica escena que, seguramente, no podrá olvidar jamás.
El joven de 24 años contó que aproximadamente a las 7:40 de la mañana de este martes, salió rápido de su casa porque escuchó de algunos vecinos que la Wagoneer roja iba en descenso sin frenos.
La angostas y escasas calles del sector La Manguita, ubicado en Valencia, son completamente inclinadas. Debido a ello, la camioneta no pudo ser detenida por Argenis Peraza, de 57 años. El vehículo llevaba una velocidad de casi 100 kilómetros por hora, según relató Infante.
“Yo escuché que no llevaba frenos y los comencé a seguir con mi moto, pero no los pude alcanzar y cuando llegué ya estaba prendida la camioneta”.
En el transporte escolar iba el ahijado de José, a quien el desespero lo invadió por completo y lo “estrujó” para que actuara ante la contingencia.
Señaló que el niño, de doce años, salió rápido de la camioneta porque iba en la parte trasera. Luego, entre ambos, lograron sacar a dos más, uno de ellos con un fuerte golpe en la rodilla que después fue atendido quirúrgicamente en la Ciudad Hospitalaria “Dr. Enrique Tejera”.
José tuvo la intención de rescatar al resto de los escolares, pero el tiempo se le había adelantado. Los cauchos ya habían explotado y no se esperaba que una segunda explosión le impediría continuar con su heroica labor.
“Cuando le metí la mano para halar a otro niño, la candela me quemó mi brazo y terminó de explotar la camioneta. Le toqué fue los dedos, pero no pude hacer más nada, no pude”, expresó el joven antes de un largo suspiro que delataba su lamento.
Al momento de la segunda explosión, continuó, las personas que se unieron al rescate improvisado, le echaron tierra a la camioneta para calmar las llamas. “Ahí me vine a la casa porque entré en shock”.
José Infante posiblemente no pueda aliviar el dolor que siente por no haber podido salvar a otros niños, pero seguramente será recordado por esta hazaña que no solo dejará una marca en su brazo derecho, sino en el corazón de quienes hoy lloran la pérdida de sus pequeños.
Este es el joven que rescató a tres de los ocho niños en tragedia de transporte escolar 

Dice un dicho que los ojos son el reflejo del alma, y es que al conversar con el héroe anónimo que logró salvar tres de las nueve vidas que iban a bordo del transporte escolar que explotó este martes en Valencia, la frase cobra certeza. La mirada de José Infante sigue perdida, producto de una trágica escena que, seguramente, no podrá olvidar jamás.
El joven de 24 años contó que aproximadamente a las 7:40 de la mañana de este martes, salió rápido de su casa porque escuchó de algunos vecinos que la Wagoneer roja iba en descenso sin frenos.
La angostas y escasas calles del sector La Manguita, ubicado en Valencia, son completamente inclinadas. Debido a ello, la camioneta no pudo ser detenida por Argenis Peraza, de 57 años. El vehículo llevaba una velocidad de casi 100 kilómetros por hora, según relató Infante.

“Yo escuché que no llevaba frenos y los comencé a seguir con mi moto, pero no los pude alcanzar y cuando llegué ya estaba prendida la camioneta”.
En el transporte escolar iba el ahijado de José, a quien el desespero lo invadió por completo y lo “estrujó” para que actuara ante la contingencia.
Señaló que el niño, de doce años, salió rápido de la camioneta porque iba en la parte trasera. Luego, entre ambos, lograron sacar a dos más, uno de ellos con un fuerte golpe en la rodilla que después fue atendido quirúrgicamente en la Ciudad Hospitalaria “Dr. Enrique Tejera”.
José tuvo la intención de rescatar al resto de los escolares, pero el tiempo se le había adelantado. Los cauchos ya habían explotado y no se esperaba que una segunda explosión le impediría continuar con su heroica labor.
“Cuando le metí la mano para halar a otro niño, la candela me quemó mi brazo y terminó de explotar la camioneta. Le toqué fue los dedos, pero no pude hacer más nada, no pude”, expresó el joven antes de un largo suspiro que delataba su lamento.
Al momento de la segunda explosión, continuó, las personas que se unieron al rescate improvisado, le echaron tierra a la camioneta para calmar las llamas. “Ahí me vine a la casa porque entré en shock”.
José Infante posiblemente no pueda aliviar el dolor que siente por no haber podido salvar a otros niños, pero seguramente será recordado por esta hazaña que no solo dejará una marca en su brazo derecho, sino en el corazón de quienes hoy lloran la pérdida de sus pequeños.
Este es el joven que rescató a tres de los ocho niños en tragedia de transporte escolar

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