En Francia, se creó el Movimiento de Solidaridad con la Revolución
bolivariana, el 8 de diciembre de 2013. Es también la fecha que Nicolas
Maduro definió como el día de " La lealtad y del amor por el comandante
supremo " de Venezuela, Hugo Chávez. (...)
"Su objetivo principal
es alertar a la opinión pública internacional sobre los planes de
desestabilización que tienen curso actualmente en Venezuela, tanto a
nivel político, como económico o de los medios de comunicación. Mientras
que el sistema mediático dominante continúa queriendo imponer su visión
del mundo, se vuelve necesario unir todas las fuerzas progresistas con
el fin de contrarrestar la desinformación reinante respecto a la
revolución bolivariana. Esta plataforma de ré-información pretende ser
una herramienta a la disposición de las fuerzas militantes que reconocen
en el proceso bolivariano, no un modelo, sino un ejemplo basado en la
experiencia y la prueba fehaciente de que otro mundo mejor es
posible."[1]
Aunque la propaganda de los grandes medios de
comunicación vaya perdiendo su influencia en las poblaciones de muchas
naciones y aunque despierte y crezcan muchas sospechas sobre la
veracidad de su información en todos aquellos que comprendieron su papel
en la conservación del orden neoliberal mundial, su influencia continúa
siendo muy perniciosa para amplios sectores de la sociedad. Los
movimientos sociales y de izquierda que contestan la función de los
grandes medios son bienvenidos e indispensables para contrabalancear la
imagen falseada que se nos da de la Revolución bolivariana.
Por
cierto, las redes sociales como Facebook o los blogs son útiles pero no
bastan para contrarrestar la imagen distorsionada del mundo transmitida
por los medios de comunicación de masas. Los pueblos de los países
occidentales tienen delante de ellos una tarea urgente: democratizar y
repartir las ondas de radio y de televisión para garantizar la libre
expresión de los movimientos sociales y de las mayorías nacionales, para
quebrantar la lógica de los medios de comunicación privados y el dogma
del libre mercado con el fin de que los ciudadanos puedan comprender lo
que realmente pasa en el mundo.
En Venezuela, los medios de
comunicación públicos, comunitarios y privados de comunicación se
multiplicaron y fortalecieron significativamente con la revolución
bolivariana. Ahora, es en Caracas dónde se puede encontrar un sentido en
las palabras democracia, socialismo, equidad, justicia social,
política. El gobierno de Argentina ha legislado para ofrecer una tercera
parte de las ondas radiofónicas y televisivas a los servicios públicos,
una tercera parte a las empresas privadas, otro tercio a las
asociaciones ciudadanas, debilitando así el monopolio ejercido por el
poderoso grupo Clarín sobre los medios de prensa escrita, radio y
televisión.
Algo se puso en movimiento en América Latina. Pero
democratizar las ondas comunicacionales en una sola parte del mundo no
será suficiente si permanecen monopolizadas por los grandes grupos
privados en el resto de los países. Mientras tanto, sostengamos con
fuerza todas las iniciativas de apoyo al proceso revolucionario
bolivariano que están naciendo en Europa y otras latitudes.
Es
nuestra deuda de honor con el valiente pueblo venezolano que lucha, por
cierto, por su independencia y su democracia, pero también para
mostrarnos que este combate también puede ser: el nuestro.
Alberto Ruano & Bernard Tornare
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