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viernes, 22 de julio de 2016

La muerte seguira siendo un enigma

Morir es un asunto que a todos nos intriga. Siempre hemos tenido la impresión de que hay algo más allá. La religión y la ciencia siguen arrojando hipótesis sobre el tema pero todavía desde focos que se oponen. Nosotros seguimos con las dudas y la misma confusión ¿existe el mundo espiritual? ¿hay vida después de la muerte? Ok, soy materia y valga una oda a la Ciencia pero “yo he visto cosas” y “de que vuelan, vuelan”.
 

El asunto es que si vemos desde una perspectiva panorámica (valga el abuso del adjetivo) es algo muy simple eso de nacer, crecer, reproducirse ---mientras se vive una corta vida de mierda, con una identidad impuesta, mucho consumismo y cuentas por pagar---, y morirse… así, como otro animal que cumple su ciclo. Son millones los que dejan de vivir todos los días y la obsolescencia y la contaminación y la selección natural https://es.wikipedia.org/wiki/Selecci%C3%B3n_natural, y bla bla bla. Morir es la cosa más normal y más obvia que te pueda pasar.

El problema radica en la complejidad de nuestra propia mente. La mente humana ha evolucionado de tal forma que algunos filósofos han planteado la posibilidad de que el mundo material no exista realmente, solo mente; una religión dice algo como “nuestra realidad material es un reflejo simbólico de el mundo espiritual”. Cosas que dan vértigo. Tenemos una necesidad cognitiva y espiritual de acercarnos a lo desconocido de nosotros mismos, una necesidad de rito, de adentrarnos en el lado no iluminado de nuestra mente. De allí que el arte explore lo onírico https://estebanlopezgonzalez.com/2015/08/25/el-arte-manifestacion-del-espiritu-humano/ del ser, lo subconsciente, y sea para nosotros una alternativa indispensable para una vida menos lógica y predeterminada, una experiencia trascendente.

Quizás esos ruidos por la noche, esas experiencias espirituales que nos hicieron creer definitivamente en historias de terror no hayan sido más que malas pasadas de nuestra mente; o tal vez tengamos la posibilidad de hacer real todo lo que creemos posible, tan verídico como para verlo, oírlo y sentirlo. Pero mientras la vida sea vida jamás se acabarán las imaginaciones y las concepciones cada vez más profundas sobre la muerte, que van enhebrando las culturas en pos de la evolución, a través de la historia.

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