La Troncal del Caribe da luces a una "desesperada"
carrera de resistencia del contrabando de combustible con todo y los
esfuerzos del gobierno nacional para erradicarlo con la recién
inaugurada estación de servicio en Paraguachón para la venta de gasolina
a Colombia
Señalar a los culpables es un secreto a voces a pesar que la pena y el
temor se perdió, pues lo que se había traducido en un sustento para el
pueblo wayuu se ha extendido a otros estratos de la sociedad.
Ante lo que parecer un resurgir de ese contrabando surgen ciertas
interrogantes: ¿los bomberos de las estaciones de servicio también
forman parte de la cadena contrabandista?, ¿Cómo surten varios vehículos
con un mismo chip?, ¿Quién fiscaliza los expendios de combustible? ¿Si
se trata de una guerra en contra del país no deberían utilizarse fuerzas
especiales en las zonas fronterizas?. ¿Cómo los contrabandistas sortean
tantas alcabalas y hacen llegar el combustible a Colombia con todo y el
cierre de la frontera?.
Los pocos que se atreven a hablar aseguran que la "legalización" de
venta de combustible a Colombia ha reavivado el "bachaqueo" y aumentado
el precio del punto (20 litros de gasolina) que asciende a 9.000
bolívares.
En la vía, se observan los carteles que cotizan el galón (3.7 litros)
desde los 1.400 hasta 2.000 bolívares, mientras mujeres y niños hacen
señas a los carros en plena Sinamaica, dónde la carencia de empleo
obliga a la población a subsistir a punta de gasolina.
El río Limón también se ha convertido en guarda custodio del delito,
arrastrando a la Laguna "mafias armadas" conocidas como "pimpineros".
A plena luz del día los boleros cobran su "mascada" mientras que los
efectivos militares se hacen de la vista gorda, retratar el momento de
corrupción se vuelve complicado cuando en las alcabalas te meten la lupa
hasta en el tubo de escape, para hacer creer que hacen su trabajo.
"Cómo vamos a hablar de turismo en la región, si aquí se han levantado
mafias armadas dedicadas al bachaqueo. Esa es la razón que vivamos estas
realidades. La corrupción está en todo su esplendor y pareciera que
hablar de eso pasó de moda", aseveró Alirio Castillo.
Los pobladores aseguran que toda forma parte de una componenda.
"Las ampliaciones que han hecho de la carretera en los mangles es para
solapar a los bachaqueros. La vialidad le ha ganado terreno a la
vegetación bajo el argumento de que exista un canal de emergencia, para
evitar el congestionamiento por la cola".
Por: Noticialdia.com | |
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