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domingo, 9 de octubre de 2022

EEUU planea aliviar sanciones a Venezuela para permitir que Chevron inicie operaciones


El presidente de EEUU, Joe Biden, se prepara para reducir las sanciones a Venezuela para permitir que la petrolera estadounidense Chevron vuelva a extraer crudo en ese país, informó el miércoles el 'Wall Street Journal'.

La medida podría ayudar a aumentar la oferta mundial de petróleo y frenar las subas de los precios de la energía a medida que la administración Biden se dirige hacia las elecciones de mitad de período en noviembre.

El informe del matutino surge el mismo día en el que la alianza productora de petróleo OPEP+ anunció un gran recorte de la producción para apuntalar los precios del crudo que han sido golpeados en los últimos tres meses.

La decisión de la administración Biden podría allanar el camino para la reapertura de los mercados de EEUU y Europa a las exportaciones de petróleo de Venezuela, aseveró el Wall Street Journal citando a varias personas familiarizadas con la propuesta.

El acuerdo entre Estados Unidos y Venezuela, cuyos términos se espera que se apuntalen a finales de este mes de octubre, es la última señal de que Washington está dispuesto a reducir una campaña de presión contra el gobierno de Nicolás Maduro.

Con Chevron a cargo de todos los aspectos de los proyectos, y con la autorización de EE.UU. para exportar petróleo, Venezuela podría recuperar la relevancia en el mercado petrolero de la que gozaba a principios de la década de 2000, cuando era uno de los principales exportadores de crudo a EE.UU.

El país exporta ahora unos 450.000 barriles al día y podría duplicar esa cifra en cuestión de meses, dicen fuentes que conocen la industria petrolera venezolana y son optimistas sobre sus perspectivas.

Entre los proyectos potencialmente importantes en Venezuela se encuentra el yacimiento de gas en alta mar de Perla, operado por Repsol de España y ENI de Italia. Shell también está supervisando el progreso de un posible acercamiento entre Estados Unidos y Venezuela para implementar un acuerdo preliminar de producción de gas en alta mar, frente al oriente de Venezuela, que abastecería una planta de licuefacción en la vecina Trinidad y Tobago, según fuentes familiarizadas con la compañía.

Los proyectos de gas son especialmente relevantes en el mismo momento en que Europa intenta sustituir el suministro de gas reducido de Rusia de cara al invierno.

«Podría producirse un efecto dominó en cuanto a la puesta en marcha de las cosas», dijo Monaldi. Pero, añadió que los yacimientos petrolíferos están tan deteriorados por la falta de inversión que Venezuela tendría dificultades para aumentar significativamente la producción en los próximos dos años, incluso con la ayuda de empresas extranjeras.

«No creo que sea relevante para los mercados energéticos en general a corto y medio plazo», dijo.

El portavoz de Chevron, Ray Fohr, no comentó sobre el acuerdo propuesto, pero dijo que en Venezuela, «tenemos inversiones dedicadas y una gran fuerza de trabajo que dependen de nuestra presencia»; sin embargo, la compañía cumple con el actual marco de sanciones, reporta el WSJ.

Ali Moshiri, un ex ejecutivo de Chevron quien supervisó la expansión de las operaciones de la compañía en América Latina y trabajó estrechamente con funcionarios venezolanos, dijo que el cambio de la administración Biden parece reflejar la presión política que ha surgido con el aumento de los precios de la energía y la escasez de suministros globales.

«Tiene mucho sentido que la administración Biden relaje algunas de las sanciones hacia Venezuela, para permitir que múltiples recursos nos ayuden a bajar los precios de la energía», dijo Moshiri, que estima que el país podría alcanzar 1,5 millones de barriles diarios de producción en dos años si Chevron y otras empresas pueden trabajar libremente.

Entre los proyectos potencialmente importantes en Venezuela se encuentra el yacimiento de gas en alta mar de Perla, operado por Repsol de España y ENI de Italia. Shell también está supervisando el progreso de un posible acercamiento entre Estados Unidos y Venezuela para implementar un acuerdo preliminar de producción de gas en alta mar, frente al oriente de Venezuela, que abastecería una planta de licuefacción en la vecina Trinidad y Tobago, según fuentes familiarizadas con la compañía.

Los proyectos de gas son especialmente relevantes en el mismo momento en que Europa intenta sustituir el suministro de gas reducido de Rusia de cara al invierno.

«Podría producirse un efecto dominó en cuanto a la puesta en marcha de las cosas», dijo Monaldi. Pero, añadió que los yacimientos petrolíferos están tan deteriorados por la falta de inversión que Venezuela tendría dificultades para aumentar significativamente la producción en los próximos dos años, incluso con la ayuda de empresas extranjeras.

«No creo que sea relevante para los mercados energéticos en general a corto y medio plazo», dijo.

El portavoz de Chevron, Ray Fohr, no comentó sobre el acuerdo propuesto, pero dijo que en Venezuela, «tenemos inversiones dedicadas y una gran fuerza de trabajo que dependen de nuestra presencia»; sin embargo, la compañía cumple con el actual marco de sanciones, reporta el WSJ.

Ali Moshiri, un ex ejecutivo de Chevron quien supervisó la expansión de las operaciones de la compañía en América Latina y trabajó estrechamente con funcionarios venezolanos, dijo que el cambio de la administración Biden parece reflejar la presión política que ha surgido con el aumento de los precios de la energía y la escasez de suministros globales.

«Tiene mucho sentido que la administración Biden relaje algunas de las sanciones hacia Venezuela, para permitir que múltiples recursos nos ayuden a bajar los precios de la energía», dijo Moshiri, que estima que el país podría alcanzar 1,5 millones de barriles diarios de producción en dos años si Chevron y otras empresas pueden trabajar libremente.

Las conversaciones entre funcionarios de EE.UU. y Venezuela han estado en marcha en silencio desde al menos marzo, pero cobraron impulso cuando Venezuela liberó el sábado a seis ciudadanos estadounidenses y a un residente permanente de EE.UU. que habían sido encarcelados en ese país. A cambio, Estados Unidos liberó a dos hombres sobrinos de la primera dama venezolana Cilia Flores.

Un funcionario estadounidense dijo que el intercambio creó algunas «nuevas oportunidades» entre las dos partes que no existían hace una semana.

Las empresas de Wall Street y los inversionistas estadounidenses también llevaban meses presionando a la administración de Biden para que levantara las sanciones para recuperar miles de millones de dólares de deuda y cerrar acuerdos comerciales con Caracas.

Las sanciones más duras llegaron en 2019, cuando Estados Unidos y decenas de sus aliados declararon que el líder opositor Juan Guaidó era el presidente legítimo de Venezuela. Su movimiento, sin embargo, no logró derrocar aMaduro, y la mayoría de los países ahora tratan abiertamente con el gobierno de Maduro.

Chevron, el último gran productor de petróleo de Estados Unidos que aún está en Venezuela, llegó a un acuerdo de servicio técnico preliminar con Pdvsa este año para renovar sus empresas conjuntas. El pacto le daría a Chevron una mayor participación en las operaciones, el comercio y las adquisiciones, con el objetivo de expandir la producción de petróleo.

Esto también implicaría, según se señala en el WSJ, la liberación de "cientos de millones de dólares en fondos estatales venezolanos que se mantienen congelados en bancos estadounidenses".

Los pocos días que faltan para que empiece el invierno en Estados Unidos y Europa, y el suministro de gas de Rusia recortado, serían las razones principales del gobierno Biden para empezar a negociar con su similar de Venezuela.

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