Me ha llegado una serie de tres e-mails desde el Proyecto Matriz
con un análisis sobre la especulación alimentaria que, de por si es un
crimen pero puede llegar a un genocidio por las dimensiones que tendrá
debido no solo a que no hay alimentos suficientes en el mercado sino que
los que hay tienen precios prohibitivos para las clases económicamente
más desfavorecidas e incluso la clase media. Pero Además como forma de
controlar a los pueblos.
MERCADOS ALIMENTARIOS, ARMA DE DESTRUCCIÓN MASIVA I
“Controla el petróleo y controlarás las naciones,
controla los alimentos y controlarás a los pueblos”
HENRY KISSINGER
controla los alimentos y controlarás a los pueblos”
HENRY KISSINGER
“Me arrebatas la vida si me quitas los medios por los que vivo”
WILLIAM SHAKESPEARE
WILLIAM SHAKESPEARE
Un pueblo incapaz de
autoabastecerse de productos alimentarios básicos es un pueblo
dependiente. Es decir, potencialmente controlado. Potencial,… o
letalmente controlado.
Y esto entra en concordancia con los planes que tienden a establecer
un nuevo orden mundial. El control de la población puede hacerse
efectivo a través de diversos medios, como hemos ido descubriendo en
nuestro recorrido hacia el “fin del letargo”:- Injerencia política: dictaduras en Latinoamérica, Asia, África, Europa; o falsas democracias.
- Injerencia económica: instituciones Bretton Woods (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional), Organización Mundial de Comercio.
- Fin de la soberanía alimentaria (Informe Rockefeller sobre población, NSSM 200 o Informe Kissinger, Informe Global 2000)
- Expansión imparable de “nuevas” enfermedades (ver los mismos documentos)
- Políticas bélicas (Informe Iron Mountain)
- Métodos tecnológicos sofisticados: cámaras de vigilancia, satélites de espionaje, microchips,…
- Dominio de los medios de difusión de información: medios de comunicación, sistemas educativos, …
Parecerían ciencia-ficción.
Desgraciadamente, los acontecimientos demuestran que son cruda y actual
realidad. Cualquiera de aquellos informes continúa estando hoy en vigor,
persiguiendo lo que Jean Ziegler llama los “Cuatro Jinetes
apocalípticos” (el hambre, la sed, las epidemias, las guerras) y, alguno
más.
SOBERANÍA ALIMENTARIA
“Es importante para nuestra nación cultivar alimentos, alimentar a nuestra población.
¿Pueden ustedes imaginar un país que no fuera capaz de cultivar alimentos suficientes para alimentar a su nación? Sería una nación expuesta a presiones internacionales, una nación vulnerable y por eso cuando hablamos de agricultura, en realidad hablamos de una cuestión de seguridad nacional” (GEORGE BUSH)
¿Pueden ustedes imaginar un país que no fuera capaz de cultivar alimentos suficientes para alimentar a su nación? Sería una nación expuesta a presiones internacionales, una nación vulnerable y por eso cuando hablamos de agricultura, en realidad hablamos de una cuestión de seguridad nacional” (GEORGE BUSH)
La soberanía alimentaria es un concepto político introducido en 1996 por Vía Campesina en Roma, con motivo de la Cumbre Mundial de la Alimentación de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Soberanía alimentaria
es el derecho de los pueblos, los países y las uniones de estados, a
definir sus políticas agropecuarias y de producción de alimentos, de
acuerdo a objetivos de desarrollo sostenible y seguridad alimentaria, sin imponer el ‘dumping‘
a terceros países. Es organizar la producción y el consumo de
alimentos de acuerdo a las necesidades de las comunidades locales
otorgando prioridad a la producción y el consumo locales domésticos.
Soberanía Alimentaria, incluye el derecho
de proteger y regular su producción nacional agrícola y ganadera, así
como a proteger sus mercados domésticos del dumping de los excedentes
agrícolas y de las importaciones a bajos precios de otros países.
La Soberanía Alimentaria requiere:
-
Dar prioridad a la producción de alimentos para mercados domésticos y locales, basados en explotaciones campesinas y familiares diversificadas y en sistemas de producción agroecológicos.
- Asegurar precios justos para los campesinos.
- Acceso a la tierra, al agua, a los bosques y a la pesca y otros recursos productivos a través de una redistribución genuina.
- Reconocimiento y promoción del papel de la mujer.
- Control de la comunidad sobre los recursos productivos.
- Protección de las semillas base de la alimentación.
- Inversión pública.
“El hambre en el mundo no es
consecuencia de problemas naturales o técnicos, sino el resultado de una
mala distribución y de políticas económicas y agrarias excluyentes,
especialmente, de la agricultura familiar. Los alimentos representan una
necesidad vital. … Los alimentos son mucho más que una mercancía. Los
alimentos tienen un valor estratégico y los mercados alimentarios son un
arma de destrucción masiva”.
“Hay capacidad productiva y
tecnología sostenible suficiente en el mundo para satisfacer toda la
demanda. Pero “hacen falta unas políticas mucho más regionalizadas para
mantener la actividad agraria en el conjunto del planeta”. Paul Nicholson, Coordinador en Europa del movimiento social Vía Campesina.
Hay periodistas que responsabilizan en sus artículos a las autoridades africanas-por poner un caso- de las catastróficas políticas alimentarias, como explica Eric De Ruest (documentalista). Así, por ejemplo, en La libre Belgique en abril de 2008 se decía : «Muchos países del continente [africano] importan alimentos en vez de producirlos porque las autoridades locales dan prioridad a los cultivos de exportación para cobrar divisas que les permitan comprar lo que no producen». “Curiosa síntesis” – se sorprende Eric De Ruest. “Afirmar que los gobiernos del Sur tienen capacidad para tomar decisiones estratégicas sobre la alimentación denota una falta de honradez intelectual, o al menos una falta de información, indigna del periodismo que cabe esperar en democracia”
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