Por todos lados golpean a Venezuela para que caiga la Revolución
Bolivariana y sin embargo esta persiste y mantiene los programas
sociales a pesar de las dificultades económicas debido a la baja de los
precios del petróleo.
Es por ello que las entidades financieras internacionales han
señalado al país de "alto riesgo". Sin embargo, por poseer las mayores
reservas petrolíferas del mundo, los inversionistas que detentan bonos
de Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) recibirán ingentes ganancias
debido a esta catalogación. Los inversionistas, mejor conocidos como
"fondos buitres", ahora están tras los bonos Pdvsa que vencen en 2017,
en donde esperan canjearlos por el doble de su valor con vencimiento en
2024, duplicando de esta manera su inversión sin invertir un solo
centavo.
Las financieras internacionales nunca dejaron de señalar a Venezuela
como país de alto riesgo, sin embargo, no es casualidad que al mismo
tiempo los bancos estadounidense y alemán, Citibank y Commerzbank
respectivamente, deciden unilateralmente cancelar sus operaciones de
corresponsalía con los bancos venezolanos. Tampoco es casualidad que los
fondos buitres estén tras los bonos de Pdvsa, que viene a ser la segunda parte de la embestida internacional por cercar a Venezuela financieramente.
En una misma semana de principios del mes de julio, Citibank y
Commerzbank dieron un plazo de 30 días a los bancos nacionales para
cerrar las cuentas en depósitos en esas instituciones. Sin embargo, el
plazo no fue cumplido por parte de los corresponsales foráneos, puesto
que a los siete días de haber informado la clausura, comenzaron a negar
los pagos solicitados por los bancos nacionales.
El cierre de estas cuentas bancarias no obedece a problemas de riesgos por pérdidas o impago (default),
puesto que las operaciones de los bancos internacionales y los
tenedores de bonos venezolanos han tenido la rentabilidad más alta del
mercado, que se calcula por encima del 15%, en momentos cuando las tasas
de interés del mercado monetario están cercanas a cero.
En pocas palabras, las malas noticias benefician a los grandes grupos
financieros y perjudican al país. Mientras más riesgoso se haga parecer
la economía, sube nuestra tasa de riesgo, hay que pagar más y distraer
recursos al pago de deuda que podrían usarse para importar bienes.
Corresponsales del cerco financiero
Arrecia la campaña y acciones que perjudican a la economía local
porque Venezuela sigue siendo, más que "riesgosa", peligrosa
políticamente a pesar de vivir una complicada situación económica
gracias a la baja de los precios del petróleo que ha reducido nuestros
ingresos por exportación en un 70% y, sin embargo, persiste la
Revolución Bolivariana después de varios reveses en la región:
derrocamiento de Manuel Zelaya (Honduras, 2009) y Fernando Lugo
(Paraguay, 2012), y el resurgimiento de la derecha en las presidencias
de Argentina y Brasil.
No basta con "hacer chirriar la economía" venezolana. La receta de
Richard Nixon para derrocar gobiernos progresistas es acompañada con la
incitación para generar un estallido social con saqueos focalizados, una
vez que fue derrotada la violencia generada por los sectores
ultraderechistas bajo la consigna de "La Salida" en 2014. Ahora se
pretende hacer un cerco financiero internacional en momentos en que
intentan crear la matriz en la opinión pública de que Venezuela tiene
una "crisis humanitaria".
Estrangular a Venezuela por todas las vías es la premisa de la oposición y cuenta con aliados externos financieros
El cerco financiero consiste en negar la posibilidad de que Venezuela
pueda realizar comercio internacional, entre ello pagar las
importaciones de alimentos y medicinas a los proveedores, lo que
ayudaría a la campaña de la derecha para que se suscite una verdadera
crisis humanitaria en el país. Para realizar estas transacciones, los
bancos públicos nacionales contaban esencialmente con Commerzbank y
Citibank como bancos corresponsales para honrar los compromisos en el
exterior. Este último fue más radical: canceló sus cuentas tanto con la
banca pública como privada.
Commerzbank es el segundo más
importante de Alemania y Citibank forma parte de The Wolfsberg Group en
el que comparten principios de banca corresponsales y reúne a ABN Amro
Bank, Banco Santander Central Hispano, Bank of Tokyo-Mitsubishi,
Barclays, Credit Suisse Group, Deutsche Bank, Goldman Sachs, HSBC, JP
Morgan Chase, Société Générale y UBS AG.
Esta situación de los bancos corresponsales se había abordado a
principios de 2016 en la IV Cumbre de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se celebró en Quito el 27 de
enero, en donde las jefas y jefes de Estado y de Gobierno de América
Latina y el Caribe expresaron su "preocupación por la disminución
progresiva de las relaciones de corresponsalía bancaria con los países
en desarrollo y, en particular, los del Caribe, a la luz de las
recientes acciones de disminución del riesgo por algunas de las más
grandes corporaciones de la banca internacional".
Estrangular a Venezuela
Venezuela depende esencialmente de la importación de bienes y materia
prima para la industria nacional gracias al modelo de extracción y
comercialización internacional del petróleo que impuso el capitalismo
del siglo XX. Por tanto, lo que se consume en el país es gracias a la
industria petrolera.
Un repaso sobre las importaciones nos puede ilustrar sobre el nivel
de consumo y de vida del venezolano. Entre 1998 y 2004, el promedio de
importación fue de 14 mil millones de dólares anuales. En 2003, después
del golpe de Estado y el sabotaje petrolero, las importaciones
alcanzaron USD 8.337 mil millones, pero en 2005 se importó casi tres
veces más. Entre 2012 y 2013 fue USD 46 mil millones en promedio, cuando
el crudo venezolano rondaba por los USD 100 por barril. En ese último
año, las exportaciones venezolanas totalizaron USD 88,753 mil millones.
En 2014 cambió la situación petrolera y el precio del barril comenzó a
bajar, cerrando ese año en USD 88,42 en promedio. En la actualidad
ronda por los USD 40 y llegó a su más baja cotización, cercano a los USD
20 por barril. La expectativa es que en 2016 cierre en un promedio de
USD 32 por barril.
Al mermar ingresos internacionales en un 70%, afectó sensiblemente el
aparato productivo y la capacidad para importar bienes y materias
primas. Bajo estas condiciones se dispararon las demás formas para
derrocar a un gobierno: acaparamiento que se traduce en escasez y que se
materializa con la inflación. La mano invisible del mercado que dirigen
los grandes capitales nacionales y trasnacionales termina afectando el
poder adquisitivo de la población.
Mientras, la oposición "política" venezolana pretende impedir desde
la Asamblea Nacional cualquier fórmula alternativa para aliviar la
crisis que se vive en el país. Primero se negó a aprobar el Decreto de
Emergencia Económica, ahora levantan la mano para improbar que el Fondo
Latinoamericano de Reservas (Flar) le conceda un crédito
al Banco Central de Venezuela (CCV) por la cantidad de USD 482,5 mil
millones para ser pagado en un plazo de tres años. Los diputados
opositores se adelantan a decir a la prensa que cualquier préstamo a la
nación será desconocido y no será honrado en caso de un cambio de
gobierno.
Estrangular a Venezuela por todas las vías es la premisa de la
oposición y cuenta con aliados externos financieros, además del apoyo
político de la derecha internacional, entre ellos, el gobierno de turno
de EEUU. Y sin embargo, no han podido derrocar a la Revolución
Bolivariana
Mision verdad
Mision verdad
No hay comentarios :
Publicar un comentario