La disputa por el Esequibo inició el siglo pasado cuando Gran Bretaña
era una potencia mundial, y se aprovechó de una Venezuela muy débil.
Durante ese momento se desarrollaba plena guerra civil, los presidentes
caían en 3 x 2, y pese a que los limites estaban teóricamente definidos
en mapas españoles, eran zonas selváticas que se encontraban
despobladas.
Durante
varias generaciones la “Zona en Reclamación” simplemente aparecía en el
mapa venezolano, era un área obligatoria a dibujar por parte de los
escolares, liceístas o universitarios, pese a que llevara ese título y
unas cuantas franjas encima. Sin embargo, desde hace un tiempo
simplemente desapareció, el Ejecutivo Nacional no habla acerca del tema y
muchos ciudadanos se preguntan “¿Qué pasó con el Esequibo?”
En cuanto a esto, el exembajador de Venezuela en Guyana, Sadio Garavini resumió para Primicias24 la historia y relató cómo inicio todo, asegurando que la misión de Gran
Bretaña, para ese momento, era llegar hacia el Orinoco pero que por
cosas del destino, hoy, “gracias a Dios”, el país solo reclama el
Esequibo.
Exembajador en Guyana, Sadio Garavini/Fotografía: @SadioCaracas |
“El destino fuese otro y nos hubiese podido ir peor. Estuviéramos reclamando Ciudad Bolívar, El Callao, entre otros”, manifestó.
Garavini
sostuvo que la historia en relación al tema es larga, comentando
posteriormente que debido a la acción de dicho imperio, todo terminó en
un Laudo Arbitral en 1899 o sentencia judicial de un Tribunal
Internacional. Este estaba compuesto por dos norteamericanos que
representaban a Venezuela – Venezuela era débil ante Inglaterra-, dos
ingleses y un ruso, y mismo Laudo que fue injusto ante los ojos de
Venezuela, debido a que el juez ruso se puso de acuerdo y apoyó un
convenio existente entre Gran Bretaña y Rusia, apoyando la tesis
británica y “nos dieron la frontera que tenemos hasta ahora”.
El
exembajador explicó que fue hasta 1949 cuando aparecieron más pruebas de
que todo había sido injusto y esto mediante un documento que se
descubrió gracias a un abogado que trabajó en ese juzgado
norteamericano, el cual pidió que fuese publicada la denuncia o
documento después de su fallecimiento. “Él dijo después de muerto
‘quiero que me publiquen este documento’”.
Fue
entonces después de la publicación del documento cuando “realmente” se
generó la reactivación territorial que inició en 1962, porque Gran
Bretaña iba a dar la Independencia a los países del Caribe, y empezarían
por Trinidad, Barbados, Guyana y Jamaica.
“Estos
tres estados -Trinidad, Barbados y Jamaica- tuvieron su Independencia en
el 62, Guyana en cambio no, porque Venezuela reactivó su reclamación e
inició una negociación entre Gran Bretaña y Venezuela que duró 4 años”,
destacó.
Una solución práctica entre las partes
Posteriormente mencionó que en 1966 se “entra a la etapa moderna” con el Acuerdo de Ginebra, con el que no se llegan a resolver problemas sino que se encuentra un procedimiento, el cual dice “que las
partes deben encontrar una solución práctica, satisfactoria para ambas
partes a través de un arreglo práctico de la controversia”.
Precisó
que pese al acuerdo, dicho punto se negoció durante 4 años pero no se
llegó a conclusiones. “El Acuerdo de Ginebra decía que si no había un
acuerdo entonces tenía que pasar eso al Secretario General de las
Naciones Unidas, quien iba a decidir de acuerdo con las partes o no,
sobre cuales mecanismos de solución pacífica de la controversia
–previsto en el Art.33 de la Carta de las Naciones Unidas-“
Pese a
esto, no todo terminó allí, motivado a que fue hasta el año 70 cuando
inició “otra etapa”, en la cual las partes decidieron que se iba a
negociar bilateralmente “o a seguir negociando”. No obstante, entre los
80 se decidió que dichas negociaciones iban a tener la presencia de un
Buen Oficiante, una persona que iba a ser nombrada por el Secretario
General de las Naciones Unidas para ayudar en las negociaciones. Es
necesario aclarar que un Buen Oficiante no es un mediador.
Las negociaciones estaban “entrampadas”
Sadio
Garavini expuso que dichas negociaciones están “entrampadas” motivado a
que Guyana, en el Acuerdo de Ginebra, dice que deben ser buscadas
soluciones satisfactorias en medio de la controversia, basadas en la
posición venezolana de que el Laudo Arbitral de 1889 es nulo, pero
“afincandose en la segunda parte” y olvidándose de la “solución
práctica”: “Guyana dice, ‘Venezuela debe demostrarme que el Laudo es nulo’, y ahí está la ilogicidad de la posición guyanesa”,
“El
Acuerdo de Ginebra no se entendería si el objetivo fuese determinar si
el Laudo es nulo o no, porque en una negociación bilateral, en la cual
el problema es jurídico (…) se resuelve con un juez que debe analizar lo
que dicen las partes, estudiar el asunto y decir quién tiene la razón”,
manifestó Garavini, quien posteriormente recalcó que por dichas razones
la posición guyanesa es indefendible, pero “se ancla en esto”.
Por otra
parte, Garavini aseguró que lo antes explicado sería la razón pública,
ya que en privado, y en distintos momentos de la historia entre los 70 y
80, Guyana ha estado dispuesta a discutir el tema, siempre y cuando,
sea una solución práctica, que no sea la recuperación total del
territorio, sino parcial.
Asimismo
reiteró, que Guyana ha estado dispuesta a discutir particularmente ahora
cuando existe derecho del mar y en el caso del Esequibo, “ese fondo
del mar es rico en hidrocarburos”.
“Guyana en algunos momentos ha estado dispuesto a encontrar una solución a cambio de la factura petrolera,
siendo esta una forma más favorable para Guyana, acuerdos de
cooperación (…) En los 70 quería que se le financiara con el Banco
Mundial proyectos hidroeléctricos”, especificó Garavini, pero señaló,
que debido a que antes existían “periodos presidenciales muy cortos”,
venían las elecciones y era un tema muy difícil de manejar en una campaña electoral, se pasaba la discusión a otros gobiernos.
La oportunidad de oro la tuvo Hugo Chávez
Garavini recalcó que el “Presidente Chávez tuvo una oportunidad histórica y única de poder arreglar esto”
de una manera relativamente fácil,debido a que “él tenía el control de
las instituciones, del parlamento, una oposición muy disminuida, por
muchos años, y un control de las Fuerzas Armadas que estuvo siempre más
preocupada de estos temas”, pero que no fue así, y cometió grandes
errores.
“Por
razones ideológicas, y por razones que yo llamo de ‘megalomanía’ en
materia de política exterior, o sea, en el sentido de que ‘Venezuela es
la gran potencia, no se tiene que preocupar de estos problemitas, yo
quiero el apoyo del Caribe y de Guyana para tener mayor presencia e
imagen en el mundo se olvidó de que podía resolver”, comentó.
A la vez
relató que en el 2004, uno de los pocos mecanismos de presión que tenía
Venezuela sobre Guyana, para que esta negociara, era que “nosotros
desconocíamos” –desde el año 66 hasta la actualidad-, lo referente a la
inversión de transnacionales en el Esequibo.
“Al
desconocerla y considerarla ilegitima inhibíamos a las transnacionales
de ingresar al Esequibo (…) y eso generaba en Guyana una presión” ya que
le importaba llegar a un acuerdo con Venezuela para poder invertir en
lo que nos quedaría del Esequibo”.
“En el
2004 el Presidente Chávez concede, a cambio de nada, ese mecanismo de
presión que teníamos” asegurando que desde ese entonces, y por el bien
de la región, Venezuela no se opondría más a las inversiones en el
Esequibo.
Luego,
Garavini aseguró que el anterior no fue el “gravísimo error”, debido a
que en el 2007, Hugo Chávez debilitó la posición venezolana, al
reconocer la tesis perteneciente a un autor guyanés, en la que aseguraba
que la reclamación venezolana del año 62 fue reactivada por presión de
los Estados Unidos, y no porque se trataba de algo histórico y se
acercaba la independencia. “Si le daba la Independencia sin el Acuerdo
de Ginebra, ahora estaríamos jurídicamente sin nada”, aclaró.
Según la
tesis apoyada por el presidente Chávez y calificada por Garavini como
una “soberana estupidez”, EE UU quería desestabilizar “al gobierno
autónomo pero no independiente -Guyana-(…) que era de izquierda
radical”, y por eso le hicieron la solicitud a Rómulo Betancourt.
Opinión pública sobre la solicitud de Guyana movió al Gobierno
Crédito: Americamilitar.com |
Debido a
que cada vez el territorio submarino se vuelve más importante con las
nuevas tecnologías, tanto para la pesca como para la explotación de
recursos que están bajo el mar, Guyana presentó ante las Naciones Unidas
una ampliación de su Plataforma Continental basándose en la frontera
del Laudo, empujando además, la línea de delimitación hacia la
izquierda, acción que le cercenaría a Venezuela miles de kilómetros de
áreas marinas y submarinas.
“Nosotros
no solo podemos reconocer que ellos coloquen la línea en el Esequibo
porque la estamos reclamando, sino que además me pones la línea de tal
forma que me estás impidiendo y cercenando la proyección de mi Delta
Amacuro, de la Venezuela que no hay discusión. Son cosas
distintas pero que se empatan (…) En discusión está la proyección de la
plataforma continental del Esequibo, es decir, de la Zona en
Reclamación, y además nos afecta porque la plataforma continental es del
estado Delta Amacuro”.
En
relación a la plataforma continental, Garavini detalló que “normalmente
llega hasta las 200 millas por debajo del agua, pero desde el punto de
vista geológico, si no existe un abismo sino la continuación del
territorio marino poco profundo, porque da más allá de las 200 millas,
entonces puedes expedir más de las 200, hasta que llegue el abismo”.
Expresó
que desde que inició dicho proceso, la opinión pública hizo bastante
ruido, cuestión que llevó a las autoridades venezolanas a manifestar
ante la Comisión de Limites de las Naciones Unidas que tenía la
reclamación y el hecho de que Guyana se “estaba metiendo en su
plataforma continental”, acción por la cual fue suspendido todo.
Es
necesario recordar que hace unos meses, Guyana “haciéndose la loca”, le
dio a una empresa transnacional la posibilidad de poder explorar o hacer
un estudio sísmico “para ver donde hay petróleo”, vía marítima con un
barco especializado que vale al menos 1 millón de dólares mensuales, y
la marina venezolana lo descubrió dentro de la plataforma continental
venezolana.
“Esta zona
normalmente la estamos patrullando, porque desde la época de los 70,
sin reconocer que ese territorio es guyanés, no hemos definido una
línea, pero es paralela, de modo que todos tengamos salida hacia el
Atlántico”.
Es necesario aprovechar el nuevo interés de Guyana
Posterior
al accidente, el canciller, Elías Jaua -actual excanciller- y la de
Guyana se encontraron, y decidieron el inicio de negociaciones técnicas
entre las partes para encontrar soluciones. En relación a esto, Garavini
manifestó que “allí se dejaron las cosas poco claras porque ha y un
problema de fondo que el Gobierno no ha querido asumir públicamente,
porque Guyana está es interesada en negociar y delimitar donde poner la
línea y poder explotar en áreas marinas y submarinas, pero desde el
punto del Laudo. No quiere discutir sobre el Esequibo, sino que quiere
delimitar en la actual frontera”.
Garavini
recalcó que “nosotros no podemos reconocer eso porque entonces
estaríamos reconociendo que el Esequibo es de Guyana”. Asimismo resaltó
que este nuevo interés de Guyana es necesario aprovecharlo porque es un
nuevo mecanismo de presión, y que debe ser aprovechado para discutir
bajo el Acuerdo de Ginebra.
Credito Primicias24
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