La Casa Blanca admite que no tiene pruebas "irrefutables" de
que el presidente sirio Bashar al Assad esté detrás del ataque con gas
en las afueras de Damasco. Pero el Congreso no es un tribunal, "la
inteligencia no trabaja de esa manera".
Así se expresó el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Dennis McDonough, en
un comentario sobre las polémicas grabaciones del vídeo supuestamente
fechado el pasado 21 de agosto y muestran a decenas de víctimas de un
ataque con sarín. "Hemos visto el vídeo que prueba el resultado de
aquellos ataques", dijo al canal de televisión CNN.
"Todo eso lleva a un examen del sentido común muy sólido, con
independencia de la inteligencia, que sugiere que el régimen realizó
esto", adelantó. Refiriéndose a la toma de una decisión sobre el
eventual ataque, McDonough agregó: "Esto no es una corte de ley y la
inteligencia no trabaja de esa manera".
En otra entrevista, concedida a la cadena de televisión NBC, el funcionario aseveró que "nadie impugna la inteligencia, nadie duda de lo que dice la inteligencia".
Mientras tanto, la prueba única –y bastante cuestionable– ofrecida
por la inteligencia al mando político son las presuntas conversaciones
por radio entre los oficiales del Ejército de Siria. En ellas los
interlocutores supuestamente se atribuyen la responsabilidad del ataque.
Sin embargo, Washington ni siquiera ha hecho públicos estos materiales.
McDonough ha aparecido en los recientes días en varios programas de entrevistas en
un intento de ganar el apoyo a la operación militar propuesta por el
presidente Barack Obama en vísperas del voto decisorio en el Senado
estadounidense.
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