Inces, de la capacitación a la formación

20/08/13.- En la Revolución Bolivariana las oportunidades para el aprendizaje están a la mano sin importar edad o clase social. El nuevo currículo del Instituto Nacional de Capacitación Socialista (Inces), el cual está basado en Proyectos Integrales Socialistas involucra a las comunidades a ser partícipes del desarrollo de la nación.

Luis Berrizbeitia, presidente del Inces, destacó en una entrevista a Ciudad CCS que el Inces ha cambiado el modelo de enseñanza conductista “que se ha tenido por muchos años. Ahora respondemos más a las necesidades que tenga un individuo, comunidades organizadas y colectivos”.

El modelo conductista es un método de enseñanza orientado a seleccionar a los “más aptos”. Prestando atención en los aspectos o valores personales para el desempeño del individuo, el cual se ve incitado a la superación personal e individual, aunque contenga elementos de trabajo colectivo. Va más ligado a lo que un trabajador puede hacer y no lo que sabe hacer.

En cambio, el nuevo currículo del Inces se basa en el aprendizaje a través de la formulación o propuestas de proyectos. Esta pedagogía incentiva la investigación y desarrolla las potencialidades de los estudiantes, y se basa en el interés de cada uno de ellos.

Asimismo permite la construcción colectiva de normas, como una fuente importante de convivencia ciudadana y se respeta el bien colectivo y construye el conocimiento por medio de la experiencia.

JUVENTUD PARTICIPATIVA

El presidente del Inces destacó la importancia de que más jóvenes se involucren en los cursos de formación que ofrece la institución.

“Si una persona está interesada en aprender a arreglar frenos de autos y luego llega otra de otro sector que quiere aprender mecánica, nosotros, como institución, agrupamos a los sujetos con necesidades parecidas e iniciamos los cursos”, refirió.

Dijo que la edad no era límite como tal para ingresar, “desde los 14 años pueden iniciar un curso siempre y cuando no afecte su integridad física”.

Instó a los jóvenes a acercarse a los Centros de Formación Socialistas para así expresar sus necesidades. “Nosotros evaluamos esa necesidad en un periodo, luego buscamos a los maestros pueblos y damos inicio al curso”, informó.

ES INCES NO INCE

Entre los acrónimos Ince e Inces existe una diferencia, explica Berrizbeitia. La diferencia radica en que el primero fue creado en 1953 y responde al nombre del Instituto Nacional de Cooperación Educativa, mientras que al Inces se le agregó la palabra socialista y se sustituyó cooperación por capacitación.

Agregó que en el Inces se forma a gente para el trabajo y no para el empleo, destacando que “en el trabajo el individuo se transforma a sí mismo y a su entorno, en un concepto integral de lo productivo. En el empleo la persona está sujeta a las corporaciones, sin importar la comunidad”, explicó.

Añadió que el currículo que ofrecía el Ince de 1953 hasta 2005, “era impuesto por las empresas privadas. Muchas veces las asignaturas que se impartían no respondían a los intereses socioproductivos de la nación. Antes se capacitaba, ahora nosotros (Inces) formamos. Para nosotros todo el mundo es capaz de aprender”.

PROFUNDIZAR LA TRANSFORMACIÓN

Berrizbeitia plantea que es necesario profundizar el conocimiento en las comunidades para crear conciencia de trabajo “esto es lo que sugiere el nuevo enfoque curricular”, el cual comenzó en abril de este año.

“Por ejemplo, al Inces llegaron unas mujeres de Madres del Barrio que decidieron trabajar el cultivo. Ellas ya sabían sobre la siembra, pero no conocían el cómo fumigarlas y mantenerlas sanas. Bueno, el Inces parte de ese conocimiento para arrancar con la formación”, apuntó.

Precisó que las necesidades son particulares, “he ahí la diferencia entre el modelo instructivo anterior y el modelo de formación de ahora. No es lo mismo pensar en hacer una granja integral en Barinas que en Nueva Esparta o el Zulia, hay que tomar en cuenta el clima, el suelo y la cultura, en base a eso nosotros formamos”.

Destacó que el nuevo currículo está enfocado en una formación crítica enmarcada en cuatro dimensiones: la organizativa, indagación de contextos, sistematización de las experiencias de la comunidad y el diálogo entre lo popular y lo académico.

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Saber y trabajo

El 30 de octubre de 2011, el Comandante Hugo Chávez Frías anunció la creación de la Gran Misión Saber y Trabajo. “Trabajo creador, trabajo productivo, saber y trabajo, porque hay mucha gente que no está capacitada. Vamos a comenzar a prepararnos para el lanzamiento de esta Gran Misión”, dijo. El programa ha permitido la capacitación y creación de proyectos productivos para el desarrollo del país. Con este fin se articularon las instituciones del Estado para llevar a cabo la misión. “Ya de burocracia estamos repletos, se requiere de organización”, expresó el Comandante. La idea es que la persona que esté desempleada y tenga bajos ingresos económicos pueda valerse por sí misma con un trabajo digno y que no dependa de una ayuda económica del Estado. También se requiere que las personas inscritas en la misión acepten ser capacitadas en un oficio. Para ingresar a la misión, la persona debe esperar el periodo de concurso anunciado por el Gobierno a través de los medios.