Te odian: cuando te metieron el cuento de que chavismo te iba a quitar a
tus hijos y se los llevaría a Cuba, cuando te llenaron de terror al
imaginarte sin tus niños… no hay nada más desgarrador que ese miedo y
ellos te lo metieron en el alma, porque te odian.
Nadie que te quiera puede hacerte tanto daño.
Te llevaron, aterrado, a marchar contra el Coco quita niños. Marchaste
hacia una emboscada que tenían preparada: “Necesitamos muertos” -decían y
tú asentías sin saber que eras uno de sus blancos. Plantaron
francotiradores y anunciaron muertos antes de que cayeran,
falló la puntería, cayó el señor que marchaba a tu lado, y otro más
allá y otro y otro… los mataron para redondear su golpe, y los muertos
fueron tuyos, porque te odian. Muertos inútiles, olvidados en el
estrepitoso fracaso.
Te inventaron un paro y tu paraste en nombre de la libertad, mientras
ellos no pararon de cobrarte tu obligaciones, alquileres, deudas,
matrículas escolares, todo. Quebraron a tanta gente, tu gente, porque
los odian.
Los encerraron en sus calles, una y otra y otra vez, obligándolos a
tragar humo y violencia durante meses. Cada vez con más violencia, cada
vez con más miedo. El terror y el odio se instalaron en las juntas de
condominio, se inició en tu vecindario la cacería
de El Sapo Rojo, y sapo rojo era cualquiera que se quejara del humo,
del encierro, de los desconocidos con caras de malandros que les
cobraban peajes para dejarlos entrar y salir de sus casas. Te hicieron
eso porque te odian.
Y porque te odian llamaron a tus hijos a la calle, mientras resguardan a
los suyos en la Miami de tus amores. Tus hijos, su carne de cañón,
equipados con armas precarias, suicidas, convertidos en tropas de
asalto, y ojalá se mueran, porque tenemos fotógrafos
y redes sociales para capitalizar paseando su cadáver, paseando tu
dolor inconsolable como una bandera… y otra vez olvidarlos, porque su
muerte no sirvió a sus objetivos.
Recorrieron el mundo suplicando sanciones, castigos para el país, para
todos los que aquí vivimos. El este del Este es también Venezuela y no
lo sabes, y no consigues Losartán y repites el mantra tonto que dice que
las sanciones no afectan a la gente, sino
a Maduro. Y como, a pesar de las dificultades, seguimos viviendo,
buscaron el bloqueo petrolero, la asfixia absoluta. Y quieren más:
quieren que venga el ejército gringo, ya sabes, el que deja un reguero
del muertos por donde pasa y te dicen que vendrá el
soldado Ryan, el Capitán América, y que no te pasaría nada si esa
invasión ocurriera, que vas a poder seguir yendo a tu consultorio,
llevando a tus niños al cole, mientras las balas y bombas gringas matan
solo a los chavistas feos. Gestionan la destrucción
del país y tú los aplaudes y, solo si sus deseos se cumplen entenderás
lo que te digo: te odian.
por
Carola Chávez
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