En una nota de Bloomberg sobre
el flujo de dinero e insumos que llegan hasta las manos de la
vanguardia violenta en Venezuela, se expresa claramente el apoyo y
financiamiento de grupos radicados en Estados Unidos a las guarimbas y
los focalizados actos terroristas.
De
hecho, el corresponsal que firma el artículo, Andrew Rosati, acepta que
el dinero que se envía desde EEUU "es crucial para los protestantes de
Venezuela".
El Gobierno Bolivariano ha incautado en aduana los materiales que sirven a las guarimbas.
La lista es larga: antiácidos, empaques de balines, bombas, globos para
llenado de agua, camillas de lona, cascos, chalecos, colirios, equipo
antimotín (casco, escudo, chaleco protector, rolo, guarniciones de
brazos y piernas), filtros para máscaras antigases, gomeras resorteras,
kits de primeros auxilios, lentes de seguridad, máscaras y mascarillas
antigás, material para hidratar, megáfonos, empaques de metras, guantes,
pasamontañas, pelotas de golf, pelotas de paintball, plomo para cordel
de pesca, radio trasmisores y resorteras.
Sin embargo, todos aquellos insumos siguen arribando a suelo
venezolano por vía de contrabando, agencias de envío, escondidos en
grandes maletas o cargados en vuelos charter. Así lo manifiesta el
corresponsal de Bloomberg, quien cita a José Colina, conocido terrorista
venezolano exiliado en Miami y presidente de la Organización de
Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex).
Esta organización fue la misma que condecoró con la Orden Rómulo Betancourt a Luis Almagro en abril pasado.
Como dijimos en aquella oportunidad, "Veppex y otras organizaciones han
servido como plataforma para que el lobby antivenezolano (capitaneado
por Ileana Ros-Lehtinen y Marco Rubio, principalmente) exijan un
endurecimiento de la postura de la Casa Blanca con respecto a Venezuela,
mediante sanciones y persecuciones judiciales".
Por otro lado, es el mismo Colina quien admite que el suministro de
recursos a la vanguardia violenta antichavista "es completamente una
operación clandestina". De esto sabe mucho, ya que Colina participó en
el golpe de Estado de 2002 contra el presidente Hugo Chávez, formó parte
de los atentados terroristas ocurridos en Caracas el 25 de febrero del
año 2003, específicamente contra la embajada de España y el consulado de
Colombia y se regodea actualmente con los grupos en EEUU que promueven
una intervención y tutelaje sobre Venezuela.
Colina también se encuentra vinculado en la colocación de artefactos
explosivos en la torre Caracas Teleport (actual sede del Consejo
Nacional Electoral), el 12 de abril del año 2003, lugar donde tenía
lugar una Mesa de Diálogo entre la oposición venezolana y el Gobierno
nacional bajo el auspicio de la OEA. En la actualidad Colina cuenta con
protección del Departamento de Estado de EEUU, que en el año 2006 negó
su extradición a solicitud de autoridades venezolanas.
Otras fuentes son usadas para el envío de estos insumos. A través de
campañas como la liderada por Julio Coco, #RegalaUnaMáscara -también
citado en el artículo de Rosati-, asimismo con la ayuda del crowdfunding
como ya lo ha reseñado este
portal. Mecanismo utilizado como coartada para dar apoyo logístico la
violencia en Venezuela, filtrando recursos por vías no regulares que en
apariencia no están vinculadas a instancias políticas del Departamento
de Estado (la USAID y la NED), financistas históricas del golpe de
Estado contra el presidente Chávez en 2002 y el plan "La Salida" en 2014
en Venezuela.
De esta manera, los focos de violencia, cada vez más agudos, tienen
de dónde nutrirse. Las vías alternativas, e incluso ilegales, para
contribuir desde Estados Unidos al "golpe de color" en curso no pararán,
según Colina y Samuel Olarte, dirigente de Voluntad Popular citado por
Rosati, quien dice que "este tipo de apoyo seguirá llegando mientras las
protestas continúen". En tal sentido, los grupos vandálicos de la
oposición venezolana no nacieron de forma espontánea, sino a partir de
recursos logísticos y apoyos financieros desde el extranjero para
ampliar sus operaciones y capacidad destructiva, a mode de ir armando un
ejército irregular.
Mientras arriben estos insumos, las manifestaciones violentas del
antichavismo seguirán activas, teniendo una fuente de dónde beber. Por
ello el ahínco del Gobierno por cortar de raíz estos factores del
financiamiento guarimbero, prohibiendo el ingreso al país de estos
insumos e implementos para la violencia.
Que José Colina esté detrás de estos envíos ya dice bastante sobre la
orientación de las protestas de la oposición venezolana, sus fines y
objetivos.
Mision Verdad
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