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lunes, 13 de junio de 2016
teleSUR revela nexos de políticos y periodistas con CIA en Ecuador
Conozca
las figuras que bajo órdenes de la CIA han desestabilizado al Gobierno
de Ecuador, políticas extendidas contra el socialismo en América Latina.
Un video revelado este lunes en exclusiva por teleSUR en el programa Es noticia demuestra
la injerencia histórica que ha tenido la Agencia Central de
Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés) en Ecuador.
El primer nombre que aparece en el video es el de Mario Pazmiño, un militar retirado y director de inteligencia de Ecuador, quien fue formado por la CIA como un experto en seguridad.
Pazmiño fue
relevado de su cargo por fallas de información. Le ocultó al presidente
ecuatoriano Rafael Correa que el ataque a Angostura, ocurrido en 2008
y donde murió el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC-EP), Raúl Reyes, y otras 22 personas, fue planificado por
la CIA.
>> 10 intervenciones de miedo de la CIA en Latinoamerica
Testigos
señalan que Pazmiño recibió equipamiento de la embajada estadounidense
en Quito, según el video revelado por teleSUR.
Otro de los nombres revelados es el de Leila Hadad Pérez,
jefa de la CIA en Ecuador durante muchos años hasta que Rafael Correa
asumió la Presidencia. Hadab trabajaba de manera encubierta en el
almacén de alfombras Aladino en Quito. Muchos políticos entraban a ese
lugar con el pretexto de comprar alfombras y salían con instrucciones
claras de lo que debían hacer. En este almacén también se autorizaba la
designación de jefes de la Policía y Fuerzas Armadas afines a sus
intereses.
Por sus acciones logró que Emilio Palacio, periodista del diario El Universo,
fuera acogido como asilado político en los EE.UU. y desde ese país
intenta influir, pero con poco éxito. Hadad Pérez fue expulsada de
Ecuador en 2008, meses antes del ataque a Angostura.
>> Agencias de Estados Unidos que si son amenazas mortales Karen Hollihan,
reclutada por la CIA según se señala en el video, es directora de
relaciones públicas del Instituto Interamericano para la Democracia. Su
historial en Ecuador fue escaso aunque suficiente para coordinar una red
de informantes encargados de atentar contra la democracia en Ecuador.
El primero en ser reclutado fue Mario Pazmiño, el exmilitar Alberto Molina , Fernando Villavicencio,
quien se formó en los viejos sindicatos petroleros que acostumbraban a
chantajear con amenazas de paro. Llegó a ser asesor del entonces
asambleísta Cléver Jiménez.
Otro nombre la red de intervención de la CIA revelado en el video es César Ricaurte, quien dirige Fundamedios,
una organización que se escuda en la defensa de la libertad de
expresión, pero en realidad es un instrumento de las acciones
psicológicas de los servicios de inteligencia estadounidense en
Ecuador.
La CIA, de acuerdo a documentos desclasificados y testimonios de
sus exfuncionarios, mantuvo una operación permanente para intervenir en
las decisiones políticas y sociales de Ecuador.
Desde comienzos
de la década de 1960, la CIA se infiltró en el Gobierno, la policía,
grupos civiles y ONG para fomentar los intereses de Estados Unidos en el
país. Además, aún continúa luchando para imponer su influencia y poder
en la región.
Muy pocos
conocen los movimientos políticos que llevaron a que fuerzas de
inteligencia foráneas intervinieran en Sudamérica y Centroamérica con
consecuencias desastrosas para la región, además de un enorme impacto en
el orden mundial.
Antecedentes
Con el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 y el florecimiento de
los grupos de resistencia anticolonialista en América Latina, la Unión
Soviética mantuvo su fortaleza geopolítica y comenzó a apoyar a su nuevo
aliado: Cuba. Era el comienzo de otra Guerra Fría para Estados Unidos.
A comienzos de
1960, el presidente nacionalista de Ecuador, José María Velasco y su
vicepresidente y posterior sucesor, Carlos Julio Arosemena Monroy,
fueron presionados por la agencia para que rompieran diplomáticamente
con el nuevo Gobierno socialista de Fidel Castro en Cuba. Ambos
rechazaron aislar al Gobierno de Castro y fueron derrocados por golpes
militares orquestados por la CIA.
Ecuador, al igual que otras naciones en Suramérica, fue víctima del Plan Cóndor en 1970,
que era respaldada por Estados Unidos. Este plan apoyaba el terrorismo
de Estado para controlar lo que se percibiera como una "amenaza
comunista", además de eliminar los sectores subversivos de la sociedad.
Diferentes
activistas, organizadores y opositores a las dictaduras que Estados
Unidos impulsó en la región fueron blancos del Plan Cóndor. Dos
prominentes presidentes latinoamericanos, Omar Torrijos de Panamá y
Jaime Roldos de Ecuador, se opusieron férreamente a esas medidas de
Estados Unidos.
Roldos y
Torrijos murieron en un accidente aéreo y, de acuerdo a documentos
desclasificados de la CIA, pudo haber sido parte de un plan, debido a
que otros líderes de izquierda en la región también estaban en la lista.
El presidente
Roldos quería reorganizar el sector de hidrocarburos, lo que era una
enorme amenaza a los intereses estadounidenses en Ecuador; es por ello
que algunos investigadores creen, firmemente, que la muerte de Roldos
está vinculada a las operaciones de la CIA en el país.
La CIA en profundidad
Entre las actividades menos conocidas de la CIA, destaca la
infiltración de centenares de sus agentes en despachos diplomáticos,
partidos políticos y fuerzas militares en Ecuador.
Agentes en los
aeropuertos darían cuenta de pasajeros con destino a países socialistas
como Cuba y Rusia. Asimismo, los correos enviados a esos países eran
abiertos y clasificados por la CIA para su posterior análisis. Cualquier
huésped “especial” en algún hotel sería objeto de una atenta
vigilancia, e incluso el personal médico del presidente Velasco Ibarra
hacía reportes semanales a un puesto de la CIA en el país.
Los espías
mantenían una lista detallada de nombres, residencias, sitio de trabajo,
números telefónicos, actividades de esparcimiento preferidas,
pasatiempos, nombre del cónyuge y su información, información de la
escuela de sus hijos, entre otra información.
Si surgía alguna información relevante para la CIA esta se pasaba a los cuarteles generales en suelo estadounidense.
Los principales
blancos de la agencia en esa época eran los grupos de jóvenes
socialistas o comunistas en las universidades. La Unión Revolucionaria
de la Juventud Ecuatoriana (URJE) era considerada la organización más
peligrosa y el blanco primario a ser desestabilizado, al igual que el
Partido Comunista del Ecuador.
La CIA tenía el
apoyo de los medios de comunicación de derecha que publicaban
información falsa, sin verificar las fuentes o si dicha información era
verdadera.
De esa manera, el movimiento de izquierda perdió fuerza y unidad en los espacios sociales y políticos del país.
A pesar de los
documentos y testimonios que corroboran estas actividades, la CIA, hasta
ahora, no ha reconocido que su misión en Ecuador era infiltrarse en
movimientos sociales, estaciones de radio, líneas aéreas, hoteles, e
incluso hospitales.
Nuevos métodos, la misma estrategia
El actual Gobierno ecuatoriano sostiene que los grupos vinculados a
la CIA y que reciben ayuda financiera de Estados Unidos están actuando
contra las organizaciones de izquierda en América Latina.
La Agencia de
los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la
Fundación Nacional para la Democracia (NED) son, para muchos, una herramienta de Estados Unidos para impulsar sus intereses políticos, económicos y sociales.
Muchos grupos
de oposición y medios en América Latina reciben financiamiento de la
USAID y NED u otras instituciones públicas o privadas de Estados Unidos.
Además del presidente de Ecuador, Rafael Correa, otros presidentes de
izquierda han denunciado que las operaciones de estas instituciones
buscan desestabilizar a sus Gobiernos, tal fue el caso del expresidente
venezolano, Hugo Chávez, que resistió los embates de los grupos
opositores financiados por la NED. Más recientemente, el caso de los
grupos de libertades civiles detrás del proceso de impeachment contra la
presidenta, Dilma Rousseff.
De acuerdo al
presidente Correa, estas organizaciones actuaron políticamente para
promover la agitación social y oponerse a las políticas de su Gobierno.
En 2012, Correa amenazó con expulsar a la USAID después de acusarla de
financiar a los grupos de oposición y de inmiscuirse en la política
interna ecuatoriana. Él señaló que otros movimientos progresistas
estaban evaluando si tomaban acciones similares.
Algunos
informes también indican que el presidente Rafael Correa podría ser
blanco de la CIA dada su férrea oposición a la intervención
estadounidense en su país y la región. Apenas llegó al poder, Correa
clausuró la base militar estadounidense en Manta y expulsó a dos
diplomáticos que trabajaban para la CIA. Asimismo, Correa concedió asilo
político a Julian Assange en la embajada de Ecuador en Londres.
Al igual que
hace 50 años, la CIA continúa su estrategia de intervención e
infiltración, a través de nuevos métodos y recursos en Ecuador.
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