El hombre siempre ha sido atraído por el misterio
de lo desconocido, he ahí el nacimiento de la creencia humana en
aparecidos, espantos y fantasmas creados y convertidos por el mismo
hombre en mitos y leyendas, razón por la que la ciencia considera estos
hechos como una superstición asentada en la psicología del ser humano
La Llorona en el Llano de La Guafa
El abogado y compositor Jorge Juárez Ruiz cuenta sobre este mítico
personaje -son innumerables los cuentos, relatos, leyendas existentes
sobre el espeluznante y mítico personaje de La Llorona en toda la
geografía del municipio San Rafael de Carvajal de todo este referente
recuerdo el encontronazo del célebre “Palillo” (+) con la doña. El
mantenía públicamente. “Tuve un tenebroso encuentro con La Llorona a
mediados de la década de los años 60 en plena Luna Llena durante el
trascurrir de la medianoche de un miércoles de cuaresma, cuando traté de
atravesar el desolado camino que usábamos a diario para ir a pie desde
El Filo hasta La Cabecera, al pase por La Guafa de repente, en forma
intempestiva fui envestido por la espantosa y tétrica figura de La
Llorona quien a medida que se acercaba gritaba y lloraba más fuerte, y
su difusa figura aumentaba de tamaño no conforme me araño y cayo a
golpes hasta hacerme perder el conocimiento, me desmayé y al despertar
estaba acostado en la sala de mi casa, había perdido el habla, esta
situación me afectó por espacio de 15 días, durante los cuales recibía a
diario la visita del cura local, además el susto fue tan grande que
hasta se me cayó el cabello, mudé los dientes y las uñas, fue una
experiencia desagradable y macabra que no le deseo ni a mi peor enemigo.
Otro hecho aconteció al momento de la invasión por gente de escasos
recursos económicos para consolidar un techo propio el extenso lote de
terreno que iba desde la entrada de La Guafa, bajando por el Serrucho,
hasta el lindero de Rubén Monsalve y subiendo hasta la carretera que va
hacia El Filo hasta el frente de Tulio Montilla, ya colindando con la
Avenida 4, ese mismo lugar que en su momento deparó tantas alegrías a la
juventud deportista de Carvajal fue escenario de otro conocido
incidente con el espectro de La llorona. Esto sucedió de la siguiente
manera al final de 1980.-Una adinerada dama carvajalense residenciada en
la Capital de la República se adjudicaba la titularidad de este
terreno, asimismo en Campo Alegre otro personaje decía ser el dueño de
esta llanura en pendiente, mientras los abogados de ambos se reunían con
los invasores amenazándolos con desalojarlos a la fuerza si no
desistían de la ilegal incursión, varios jueces a solicitud de las
partes visitaron varias veces el terreno, la fuerza policial asomó en
varias ocasiones sin poder desalojar a los indebidos ocupantes, los
presuntos propietarios del área tomada recurrían al soborno a la fuerza
pública para tratar de obligarlos a proceder, parecía que no habría
manera de sacar a nadie de la propiedad, a medida que pasaban los días
asomaban improvisados ranchos de palos y láminas usadas de zinc, algunas
de cartón y otras simples cambuches, asentados en cada lote de terreno
asignado en el proceso de división realizados por los líderes del
movimiento
Todo marchaba viento en popa para los usurpadores hasta que durante
la madrugada sin luna de un domingo para amanecer lunes, más oscura y
sombría de lo normal, se comenzaron a escuchar lo que inicialmente
parecían débiles lamentos, poco a poco, fueron acentuándose hasta
convertirse en pavorosos aullidos que erizaban los bellos de la piel,
por todo el sector se sentían los desgarradores gritos de una mujer, las
personas guarecidas en sus ranchos en medio de la oscuridad cerraban
los ojos con toda su fuerza, rezando cuantas oraciones sabían,
temblorosos imploraban al Altísimo su protección. Fueron minutos
aterradores, de sobresaltos, que parecieron durar una eternidad, luego
repentinamente vino el silencio. Al despuntar el alba, con los primeros
rayos del sol, todos y cada uno de los que habían ocupado ilegítimamente
aquel lugar, se marchaban despavoridos; algunos se llevaron
presurosamente las latas, los cartones y los palos, otros no volvieron
ni por la foto”.
A falta de ley
Lo que no pudieron hacer jueces, abogados, ni cuerpos de
seguridad, lo hizo La Llorona en una sola noche, al parecer dicho paraje
era uno de los preferidos de tan temible aparición.
“Hacia los 350 años de Carvajal”
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