La carne y gasolina siguen ingresando de Venezuela por las 44 trochas que se tienden identificadas.
Nada se mueve por ninguna de las 44 trochas fronterizas que
existen en Cúcuta, Villa del Rosario y Puerto Santander, sin la orden de
'El Chulo' y 'Necoclí', principales jefes del Clan del Golfo y de Los Rastrojos, lo aprueben.
Estas dos organizaciones ilegales, sumadas al Eln y bandas de
delincuencia común, controlan los pasos ilegales para el ingreso de
contrabando a Cúcuta y el área metropolitana procedente de Venezuela.
Gasolina, carne, carros, motos, cocaína, armas, medicamentos,
arroz y mercancías varias, entre otras, hacen parte de las economías
criminales que se mueven en el corredor limítrofe.
Es una interminable procesión ilícita en la que pueden llegar a estar
involucrados directamente en el negocio unas cinco mil personas, según
investigadores de la Policía que las combaten en asocio con el Ejército,
la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), el Invima y la
Fiscalía.
Resulta paradójico, expresa Juan Clavijo, un empresario de transporte en el lado colombiano de la frontera, que el contrabando no se haya frenado con el cierre de la frontera hace dos años; “por el contrario, pareciera que sus tentáculos se hayan expandido mucho más ahora y con más fuerza”.
En solo dos ejemplos, carne y gasolina, el consumo en Cúcuta y el área metropolitana empezó a decaer con fuerza a partir de enero del presente año, producto del contrabando que ingresa por las trochas.
La Opinión les preguntó a los voceros de la
Asociación de Estaciones de Gasolina de Norte de Santander, y a algunos
empresarios mayoristas si el consumo de gasolina colombiana en Cúcuta y
el área metropolitana había descendido, pero guardaron silencio.
Norte de Santander tiene hoy un cupo asignado por el Ministerio de
Minas y Energía de 12 millones de galones por mes, cantidad que suple la
demanda total del departamento.
Sin embargo, en un artículo publicado en este diario y de autoría de
Mario Arévalo, gerente de la Cooperativa Multiactiva de Pimpineros del
Norte (Coomulpinort), afirma que no se está consumiendo el cupo en su
totalidad, porque hay sectores que insisten en abastecerse con
combustibles de contrabando, “por ejemplo, el servicio público (taxis) y
el transporte de carga (carbón en los centros de acopio del municipio
del Zulia)”.
Con la carne sucede lo mismo. Luego del cierre de la frontera, en
agosto de 2015, el máximo pico de sacrificio de ganado que se alcanzó en
Cúcuta para el consumo diario fue de 160 reses.
Las cifras que reveló esta semana a La Opinión, Carlos Hernández, director del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), revelan que hoy apenas se sacrifican en cada uno de los dos frigoríficos autorizados, Friogán y Frigofrontera, entre 15 y 20 reses por día,
lo que quiere decir que están ingresando a la ciudad el equivalente a
100 reses de contrabando, un promedio de 40.000 kilos diarios.
En el momento en que lo estábamos entrevistando, el jueves festivo, el
comandante de la Polfa, teniente coronel Oscar Cortés Dueñas, sobre
quien descarga todo el peso de la lucha contra las economías criminales
en la frontera, dirigía un operativo de contrabando de plátano.
El día anterior, en los controles que sus hombres dispusieron en uno de
los puentes internacionales en asocio con la Dian, se aprehendieron 300
kilos de carne de contrabando, en una trocha impidieron el ingreso a
Cúcuta de cuatro toneladas de pescado, dos toneladas de aguacate y 400
galones de combustible.
Así es todos los días la lucha, dice el oficial, aunque se lamenta de
no contar con más hombres para el control (167 para todo el
departamento), de 210 que conformaban la Polfa a su arribo el año
pasado. “Fue necesario salir de 50 unidades, la idea era tener a los
mejores hombres para combatir las economías criminales”, dijo Cortés.
En la lucha –dice– no solo se combate gasolina, carne y vehículos,
también mercancías que la gente ni se imagina, como por ejemplo, cebo
(15 toneladas), el cual fue sacado en medio de un enfrentamiento que
sostuvieron las tropas con los contrabandistas. Asimismo, medicamentos,
autopartes, celulares, cerveza, licor, cobre, plástico, frutas, cebolla,
aluminio y textiles.
Un procedimiento que emplean las bandas criminales para ingresar el
contrabando de gran calibre, como armas, gasolina, químicos y
explosivos, es el denominado ‘corazón’, que no es otras cosa que el
espacio que se habilita en el centro de aparentes cargas de ladrillo o
arroz que va en volquetas o camiones.
“Ese modus operandi lo estamos combatiendo con información de la comunidad”, dijo Cortés.
Otro delito por el que la Policía les respira en la nuca a sus autores
es la extorsión, el cual no solo está en manos de las bandas criminales,
sino de la delincuencia común.
El centro de fusión operacional que se creó el año pasado en la Policía
del Departamento para combatir todas las economías criminales a lo
largo de la frontera, tiene sus ojos puestos en los delitos de gran
impacto, como los hidrocarburos, carne y narcotráfico, dijo el
comandante de la región quinta de policía, general Gustavo Alberto
Moreno.
Extinción de dominio
En la misión de tratar de enderezar el rumbo y de hacer cambiar la
cultura de la ilegalidad entre las comunidades que históricamente han
vivido del comercio de contrabando en la frontera, la Polfa emprendió
campañas en La Parada, Juan Frío y en el sector rural.
“En el trabajo de sensibilización, las comunidades se han resistido y
algunas, abiertamente, se han atrevido a pedirnos que las dejemos
trabajar en el ingreso del contrabando, que les demos una hora en la que
puedan ejercer ese oficio, a lo que les hemos respondido que es algo
imposible”, dijo el comandante de la Polfa, teniente coronel Oscar
Cortés Dueñas.
A los que estén delinquiendo con contrabando de combustible, carne,
narcotráfico, etcétera, también se enfrentan a extinción de dominio,
dijo el comandante de la región Quinta de Policía, general Gustavo
Alberto Moreno. En Puerto Santander, por ejemplo, se adelantan procesos
en más de 100 predios y lo mismo sucede en fincas de Juan Frío,
Palmarito, entre otros sectores del área metropolitana.
Resultados
Bovinos en pie: de 150 en el primer semestre del año pasado se pasó a 218.
Carne despostada: 10 toneladas en 2016 y 13 en 2017.
Carne en canal: 40 toneladas 2016 y 52 toneladas en 2017.
Combustibles: 42.255 galones de ACPM en 2016 y 65.324 en 2017.
Gasolina: 50.961 galones en 2016 y 97.620 galones en 2017.
Vehículos: 167 venezolanos aprehendidos en primer semestre de 2016,
frente a 222 en 2017. En autopartes se ha incautado un 68 por ciento más
que el año pasado.
Químicos: se llevan 278 por ciento más. El año pasado se tenían 35 toneladas, este año 132 toneladas.
Se contabilizan, a la fecha, 107 capturas de integrantes de las bandas criminales.
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