"Ningún país dirá a Estados Unidos donde podemos poner nuestra embajada", dijo Haley tras vetar la resolución, la que calificó de "insulto". Foto: AFP |
El voto de 14 de los 15 miembros del Consejo, entre ellos Rusia,
China, Francia y Reino Unido -los dos principales aliados europeos de
Estados Unidos-, fue vivamente denunciado por la embajadora
estadounidense ante la ONU, Nikki Haley.
“Ningún país dirá a Estados Unidos donde podemos poner nuestra
embajada”, dijo Haley tras vetar la resolución, la que calificó de
“insulto”.
“Lo que hemos presenciado hoy aquí en el Consejo de Seguridad es un
insulto. No lo olvidaremos”, dijo la embajadora, al describir la medida
que contó con la anuencia del resto de los miembros del cuerpo como “un
ejemplo más de que Naciones Unidas hace más mal que bien en el
tratamiento del conflicto israelo-palestino”.
Aliados clave de Estados Unidos que integran el Consejo de Seguridad,
como Reino Unido, Francia, Italia, Japón y Ucrania, votaron a favor de
la medida al considerar que cualquier decisión sobre el estatuto de
Jerusalén “no tiene fuerza legal, es nula y carente de validez y debe
ser revocada”.
Egipto presentó el texto que señala que el estatuto de la ciudad
“tiene que resolverse por la negociación” entre Israel y los palestinos,
en tanto pone de relieve las “preocupaciones profundas sobre las
recientes decisiones sobre Jerusalén”, sin mencionar explícitamente la
decisión de Trump.
“Gracias”
“Gracias, embajadora Haley,” escribió el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Twitter.
“Habéis encendido la llama de la verdad. Habéis disipado la oscuridad
(…). La verdad ha triunfado sobre la mentira. Gracias, presidente
Trump. Gracias, Nikki Haley”, tuiteó.
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, visitará el miércoles
la ciudad santa metiendo baza en la crisis desatada alrededor de uno de
los asuntos más controvertidos del conflicto israelo-palestino.
Israel tomó el control de la parte oriental de la ciudad durante la
Guerra de los Seis Días en 1967 y considera a Jerusalén como su capital
“única e indivisible”, mientras los palestinos quieren el este de la
ciudad como capital de un futuro estado.
El proyecto de resolución incluye una petición a todos los países
para se abstengan de abrir embajadas en Jerusalén, lo que refleja sus
preocupaciones de que otros gobiernos respalden la iniciativa
estadounidense. También pide a los estados miembro que no reconozcan
ninguna acción que sea contraria a las resoluciones de la ONU sobre el
estatuto de la ciudad.
Reprobación internacional
Reino Unido y Francia, los aliados más cercanos de Washington,
respaldaron el proyecto de resolución bajo el argumento de que estaba en
consonancia con las resoluciones previas de la ONU sobre Jesrualén.
El embajador francés ante la ONU, Francois Delattre, calificó el
documento de Egipto de “buen texto” estimando que “sin un acuerdo sobre
la ciudad sagrada, no habrá acuerdo de paz entre” Israel y los
palestinos.
El estatuto de la ciudad ha de decidirse negociando, y “no por una
decisión unilateral de un tercer país que podría hacernos retroceder un
siglo”, señaló Delattre.
Por su parte, el embajador británico Matthew Rycroft consideró que el
texto propuesto está alineado con la postura de Londres sobre la ciudad
y que, a pesar de su veto, Estados Unidos “seguirá desempeñando un
papel extremadamente importante en la búsqueda de la paz en Oriente
Medio”.
La decisión del 6 de diciembre de Trump de reconocer a Jerusalén como
capital de Israel recibió una reprobación casi unánime de la comunidad
internacional. Varias resoluciones históricas de la ONU exhortan a
Israel que se retire del territorio apropiado durante la guerra de 1967 y
reafirman la necesidad de poner fin a la ocupación de esas tierras.
Respaldados por los países musulmanes, los palestinos esperan
conseguir que la Asamblea General de la ONU adopte una resolución que
rechace la decisión de Estados Unidos tras el veto de este lunes.
Ningún país tiene el poder de vetar las resoluciones de la Asamblea de Naciones Unidas, formada por 193 países.
Aunque Haley considera “el veto una fuente de orgullo y fortaleza, le
mostraremos que su postura está aislada y es rechazada
internacionalmente”, dijo por su parte el ministro palestino de
Relaciones Exteriores Riyad al Malki en Ramala.
No hay comentarios :
Publicar un comentario