10 motivos para escoger el perdón por encima del dolor

Nunca vale la pena sentir odio, tener rabia y llenarte de rencor: eres energía y debes tener mucho cuidado escogiendo en qué inviertes tu tiempo y a qué le prestas atención.

Si quieres empezar a vivir tan bien como te lo mereces, es hora de superar el pasado cambiando la rabia, el resentimiento y el rencor por perdón.

Sé sabio: elige el bienestar y el amor! Descubre estos 10 motivos para escoger el perdón por encima del odio:

1. Perdonar mejora tu relación contigo mismo

No te sientes culpable por los errores que has cometido. No sufres por las decisiones que has tomado y no te torturas pensando en las consecuencias que han tenido en tu vida y en la vida de los demás. Finalmente, no te sientes culpable por ser incapaz de perdonarte a ti mismo, a lo demás y dejar ir el pasado. H

2. Tienes relaciones más saludables con los demás

Las buenas relaciones son una parte fundamental de nuestra felicidad. Cuando perdonas a los demás, puedes relacionarte con ellos de manera más abierta, natural y saludable. Cuando perdonas, das lo mejor de ti. Cuando le das lo mejor de ti a las personas, ellos también te darán lo mejor de sí!

3. Alcanzas un nivel mayor de evolución espiritual

No pierdes energía en cosas innecesarias y perjudiciales; por el contrario, utilizas toda tu energía para ser mejor persona cada día, para conectarte cada vez más con el Universo y para ser una fuente de luz y buena energía en la vida de los demás.

4. Te brinda bienestar en cuerpo, mente y alma

Perdonar tranquiliza tu mente, apacigua tus pensamientos y te llena de paz. Cuando tu mente está bien, tu cuerpo está bien. Por eso, con sólo perdonar, mejoras tu salud física, mental y emocional.

5. Mejoras tus días

Vives más tranquilo, sientes menos estrés, dejas de experimentar tanta ansiedad, tienes menos conflictos y sufres de menos hostilidad.

6. Hace menos probable que sufras de depresión

Cuando mejoras tus días, mejoras tu vida: si tus días son tranquilos y llenos de paz, tu vida también lo será; entre más tranquila y pacífica sea tu vida, más la disfrutarás; entre más disfrutes tu vida, más feliz te sentirás; entre más feliz seas, más alegrarás la vida de los demás. Es un círculo interminable de bienestar!

7. El rencor te enferma, el perdón sana

Cuando escoges perdonar, disminuyes tu presión arterial, facilitas tu digestión, serenas tu respiración, duermes mejor y reparas tu energía, estás más relajado y refuerzas tu sistema inmunológico.

Es sorprendente, ¿verdad? Perdonar es casi tan saludable como meditar!

8. Perdonar fortalece tu autoestima

Cuando perdonas, das lo mejor de ti, y cuando das lo mejor de ti, te sientes muy bien contigo mismo.

Saber que eres comprensivo y tolerante con los demás (independiente de su comportamiento) te hace sentir muy bien contigo mismo. Escoger el perdón por encima del rencor es sabio, y cuando actúas sabiamente te sientes muy bien contigo mismo.

9. El rencor te quita energía y no te aporta bienestar

De nada sirve quedarnos con rencores, rabias y dolores pasados adentro. Guardar los dolores que sentimos es altamente perjudicial para nuestro bienestar físico y emocional: expertos como la afamada psicoterapeuta Louise Hay incluso han llegado a proponer que reprimir los dolores, las rabias, los odios y los sentimientos negativos en general, puede causar enfermedades físicas peligrosas, tales como el cáncer.

Así que no te guardes ni te avergüences de tus sentimientos: déjalos salir, transfórmalos, desahógate y déjalos ir.

10. No vale la pena sentir rencor porque en la vida nada es personal

Como nos enseñó Don Miguel Ruiz con sus 4 acuerdos para vivir bien, nunca te tomes nada personal: las personas siempre piensan, hablan y se comportan desde su nivel de conciencia, de cultura, de conocimiento, de evolución. Lo que piensan, dicen y hacen es sólo una muestra de su nivel de evolución, no del tuyo.

Libérate del pasado de una vez por todas dejando atrás la rabia y el rencor. Recuerda: entre menos atención le prestes a las personas negativas, más positiva será tu vida!

Escoge sabiamente: ponle atención solamente a lo que realmente se merece tu atención.